Le sería imposible a alguien como yo conquistar a alguien como Tzuyu¿No creen?
Todo era demasiado difícil, ella estaba rodeada de Bombones, Bombones que querían su cuerpo, que querían sus caricias, que querian su querer, su mismísimo amor.
¡Pero nad...
Esta vez Mia se retrasó 10 minutos, al llegar se sentó y me entregó una bolsa con galletas, que me prometió hace mucho
— Buenos días. —Dije sonriente.— ¿Todo bien? —se veía mucho más feliz que las veces anteriores, de hecho, desbordaba de felicidad, su sonrisa brillaba, al igual que ella, se veía tan alegre que no podría dejar de sonreír, incluso tarareaba una canción. Alguien la había tenido una gran noche.— Creo que todo está más que bien.
Sonrió.—Bueno... Mi novia se cansó de que yo no durmiera y siguiera dandole vueltas a todo esto y, me ayudó un poco.
Sonreí.— ¿Cómo se llama? —Me miró dudosa, durante unos segundos.— Mia, estoy en la cárcel, no voy a asesinar a nadie más.
— Se llama... —Suspiró.— Onda. —Era tan obvio, ese no era su nombre real. Mia no confía en mi.— Estamos juntas hace 3 años.
Sonreí.— Qué lindo... ¿De dónde es?-
— De todos lados, supongo. —No confía en mí.‐— Nunca aceptó ninguna nacionalidad, dice que eso la limita a que la gente se comporte de una forma definida, que a veces las nacionalidades nos condenan, por alguna razón... de hecho, sabe hablar demasiados idiomas y todos con perfección. —Es una mujer enamorada, como yo.— Bueno, ella es perfecta. —Sonreí y ella tomó aire dispuesta a cambiar de tema.— ¿Puedes comenzar? No quiero desperdiciar esta hora. —Asentí con una sonrisa.
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Imaginalo, el año había comenzado ¡Púm para arriba! con la muerte del Hobbit y quería... no, no quería, Anhelaba una nueva muerte.
Entonces Hyuna apareció, la nueva preceptora. Ella había comenzado a trabajar en el colegio ese mismo año y era la preceptora de mi curso.
Dicen que los pedófilos, generalmente, toman trabajos en los que puedan estar cerca de los niños, como ser Payasos, profesores o maestras de primario. Este era el caso; Con la diferencia de que estabamos en un secundario, y ella era, más bien, una pederasta, o señorq cercana a ese rubro; la mujer era demasiado linda como para haber decidido estudiar para ser maestra de educación física, su figura y cara eran de modelo, y, al ser la "Profesora" podría ver y tocar muchas cosas, además de utilizar pantalones cortos sin que la escuela se moleste. Igualmente era preceptora, ni a eso llegó.
Piernas no tan largas, aún así preciosas, esvelta, ojos tiernos, sonrisa brillante, labios tallados por dioses, cabello cedoso, pechos normales y... No lo sé... era hermosa. (Los "Pechos normales" es porque, bueno, yo estaba acostumbrada a comer sandias, no melones.)
Podria atraerle a cualquiera con su belleza, o con su actitud. Era algo niñezca a veces, pero también era sensual y era... Una persona con la que se podia hablar de cualquier cosa. No solo era actitud lo que la volvía tan apetecible, siempre vestía regalandoles, a todos, contenidos para sus pajas diarias. Jeans ajustados, camisetas sueltas, vestidos con leves escotes que la volvían irresistible, camisas que se transparentaban levemente dejando ver sus brasieres de encaje, faldas ajustadas, chaquetas de cuero, tacones altos que lucian sus pies, manicura perfecta, faldas ajustadas hasta la rodilla con cierres en el costado, botas altas. Cumplia con casi todos los fetiches que cualquiera podría tener.
