cuatro

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04 : coquetear con yoonoh

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ㅡ ¿Podrías hacerme un favor? ㅡ Le preguntó Youngho a su hermana.

Lograr conciliar el sueño la noche anterior había sido fácil para Yeoni, para Youngho no tanto, y eso se podía notar a metros de distancia. Sus ojos denotaban pesadez y cansancio, este ya iba por su tercera taza de café en la mañana. Pero a fin de cuentas se había convertido en un adicto a ello

Youngho extendió unos papeles hacia Yeoni y esta no dudó en tomarlos. ㅡ Necesito que le lleves esto a Yoonoh en su oficina, si puedes hacer eso, ¿Cierto? ㅡ Interrogó con sarcasmo.

ㅡ ¿Qué ese no es el trabajo de tu secretaria?

Youngho formó una línea recta con sus labios. ㅡ Sí pero ella ahora tiene mucho trabajo, y debido a que tú no estás haciendo nada, deberías ir.

ㅡ ¿Y qué no me querías lejos de tu amigo?

ㅡ  Yeoni, pones muchas excusas todo el... ㅡ Youngho se detuvo en seco mientras sus ojos cafés miraban penetrantes a la figura frágil de su hermana. ㅡ ¿Cómo demonios tú sabes eso? ㅡ Se levantó de golpe y se detuvo justo frente a Yeoni.

Yeoni soltó una risa, esta también se incorporó de su asiento quedando justo frente a Youngho, exceptuando el hecho de que su hermano era extremadamente alto, y tenía que levantar la mirada para verlo fijo al rostro. En aquella posición Yeoni podía parecer inofensiva, más sin embargo, habían empezado una guerra de miradas intimidantes.

ㅡ Deberías hablar más bajo para la próxima. ㅡ Le susurró cerca del oído. Trato de pasar por el costado de su hermano, sin embargo Youngho la detuvo tomando de la parte trasera de su codo.

ㅡ ¡Eres increíble, Yeoni! Estuviste escuchando nuestra conversación todo el tiempo.

Ella se encogió de hombros. ㅡ Me impresiona que quieras proteger a tu amigo de mí. Porque yo soy la que tiene problemas mentales.

ㅡ En cierta parte es así, ¿Crees que es normal que una adolescente de diecisiete años actúe como tú? Yo a tu edad jugaba videojuegos todo el día, ¿Y tú qué? Buscas la manera de destruir a los demás, te gusta llamar la atención todo el tiempo, y por si fuera poco, ¡Escuchas conversaciones privadas!

ㅡ Está bien, Youngho, quedamos a mano.

ㅡ ¿Qué quieres decir con eso?

ㅡ Le ibas a decir la verdad sobre Yunmei, y estaba  segura de dos cosas: le inventabas una mentira o sacarías una excusa para no seguir con el tema de conversación. Y yo te evité ambas cosas.

Youngho levantó sus cejas sorprendido.

ㅡ Si le decías la verdad sobre Yunmei, la de desórdenes mentales no sería yo, serías tú y luego ella.

Yeoni no se equivocaba, y es que podía ser lo suficientemente razonable si así ella lo quería. Youngho debía admitir que estaba sorprendido, y aunque no hubiera pasado mucho tiempo desde la última vez que visitó a Yeoni y sus padres en Seúl, se había percatado que la menor de los Seo había aprendido a desarrollar un sentido común, pero que solo lo utilizaba en momentos imprevistos.

Sin más que decir, Yeoni caminó a la puerta.

ㅡ Y también buscame otra taza de café. ㅡ Dijo para cuando había regresado a su escritorio y tomado asiento.

ㅡ No. ㅡ Respondio negándose a su ultima petición.

Youngho le lanzó una mirada retadora. ㅡ ¿Qué?

ㅡ Ya has bebido mucho café hoy, Youngho, es insano para tu salud. ㅡ Tomo la manilla de la puerta para abrir esta.

ㅡ A ver... ㅡ Se detuvo, Yeoni mantuvo su agarre, con la mirada fija en el cristal dándole la espalda a su hermano. ㅡ Tú a mí no me dices que hacer.

ㅡ Y tú a mí tampoco, levántate y ve tú. ㅡ Respondió en un tono odioso y salió de la oficina dejando a Youngho con la sangre hirviendo.

Ahora que lo veía, no sabía dónde estaba la oficina de Yoonoh. Claro estaba que el edificio tenía muchísimos pisos como para revisar cada puerta, pero no hizo falta cuando justo tres puertas después, había una placa que decía "Jung Yoonoh" en escrituras doradas. Demasiado sofisticado para su gusto, pero a su padre siempre le han gustado los lujos, y es que teniendo dinero, gastarlo de la forma en la que le plazca la gana no era un inconveniente. A diferencia, a Yeoni no le gustaba presumir de que su familia era una de las más adineradas del continente asiático, pero si le gustaba aprovechar al máximo las ganancias que esta traía.

Yeoni tocó dos veces la puerta, la espera era impaciente así que después de unos segundos, decidió abrirla para percatarse que el joven y guapo empresario permanecía apoyado en su escritorio de brazos cruzados y una chica probablemente unos años menor que el, de cabello negro y mejillas rosadas, hablando muy de cerca. Parecían estar teniendo una conversación realmente íntima.

Que buen momento para interrumpir.

Yoonoh al instante carraspeó su garganta y se alejó unos metros de la chica.

ㅡ Hola, Yeoni.

La chica desconocida ante los ojos de Yeoni frunció su entrecejo, denotando molestia. ㅡ ¿No te enseñaron a tocar las puertas? ㅡ Dijo en un tono molesto.

ㅡ Hola, Yoonoh... ㅡ Ignoró por completo a la chica y pasó por su costado para quedar frente al hombre de cabellos castaños. ㅡ Youngho me dijo que...

La chica tomó a Yeoni del brazo y la hizo voltear para que quedaran cara a cara. Raramente tenían la misma altura. De la familia Seo, Yeoni era la única que había heredado las mismas cualidades de su madre, pequeña y delgada, mientras que Youngho era tan alto como su padre, y Yunmei en contraste, tenía un cuerpo que cualquier mujer podría envidiarle.

ㅡ ¿Quien es ésta niña, Yoonoh? Que además entra sin permiso a tu oficina.

Yoonoh se acercó para quitar la mano de la chica del hombro de Yeoni, una vez que lo hizo, Yeoni se adelantó en hablar.

ㅡ Esta niña puede hacer que te quedes sin trabajo. ㅡ Levantó una de sus cejas retandola con la mirada.

ㅡ Ella es la hermana de Youngho, Naeun. ㅡ Musitó.

Naeun tragó en seco. Había caído en cuenta, y mucho más con que la amenazaba de Yeoni sonaba realista. ㅡ Debo irme. ㅡ Resopló y caminó hasta la salida, para desaparecer por completo.

ㅡ Lo siento por...

ㅡ No, no hay problema. ㅡ Yeoni sonrió. ㅡ Te iba a decir que Youngho te manda esto. ㅡ Extendió los papeles en el aire, luego caminó al escritorio de Yoonoh y los dejó reposar allí.

No podía negar que la hermana de Youngho se veía realmente linda vistiendo un vestido negro ceñido al cuerpo, pero era imposible esfumar aquellos pensamientos de su mente. Yoonoh recordó las palabras de su amigo acerca de que que se mantuviera alejado de su hermana menor.

Yeoni hizo un gesto de extrañeza. Atrapó a Yoonoh mirándola fijamente y elevó una de sus cejas. ㅡ ¿Sucede algo?

Yoonoh apretó su mandíbula negándose rotundamente a responder.

Yeoni se acercó a él y sonrió ladina después de dejar un beso en su mejilla. ㅡ Te veo luego.

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𝐌𝐀𝐃 ━ YOONOHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora