CORAZÓN NOBLE

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Luther Friedrich llevó a la joven Amelia, lejos de todos dónde se disponía a darle su castigo por sus actos de rebeldía. Al estar sólo los dos, ella comenzó a temblar de miedo mientras sus lágrimas tocaban sus mejillas, pero aquél hombre había cambiado de parecer, ya no quería golpearla cuando miró su rostro. No era solamente esa ocasión en qué la miraba, durante su llegada, no dejaba de observar la belleza qué aún brillaba en ella.

- ¿Qué himno estabas cantando? - preguntó el militar con seriedad.

- Es.. es el himno nacional de México- respondió temerosa.

- Quiero qué cantes nuestro himno Alemán; ¡Ahora! - exclamó con fuerza.

Amelia se puso nerviosa y agachando la mirada dijo qué no se lo sabía, y fue en ese instante dónde Luther analizó la ropa de la prisionera la cual tenía el código de "Extranjero".

- No eres Alemana; ¿Verdad?

- No señor. Soy mexicana.

El militar mantuvo una postura derecha con seriedad mientras la miraba fijamente. Aún manteniendo Amelia la mirada en el suelo, le pidió que le viera a los ojos para darle indicaciones:

- Cuando mi reloj marqué las 2:40 am, usted deberá esperarme en este lugar sin qué te vean los guardias; ¿¡Entendido!?

- ¿Por qué? ; ¿A dónde me llevará? - preguntaba desesperada.

- ¡Sólo obedece!!; ¡¡Es por tu bien mujer!!

Tras alejarse, Amelia no sabía si debía confiar en él, pero por otro lado todos los del campo debían seguir las órdenes fueran buenas o malas. Más malas qué buenas.

20 de Mayo de 1943

La madrugada había llegado, y una aterradora lluvia con viento atacaba el campo de concentración Bergen-Belsen. Amelia esperaba al militar dónde le ordenó. Temblorosa por el frío y a punto de enfermarse, se mantuvo allí.

Luther había llegado finalmente, y con un pedazo de tela le pidió qué se protegiera de la lluvia. Apoyando su brazo en el hombro de Amelia logró sacarla del campo en un momento de distracción que los guardias tuvieron. Le pidió que entrará al automóvil y al hacerlo la llevó a un lugar seguro. Esta era su casa, y al llegar surgieron muchas dudas en la joven.

El Militar qué solía mostrar un apariencia llena de seriedad, se comportó muy amable con ella ofreciéndole comida, agua y una linda recámara. En el interior de está había fotografías del hombre con una mujer parecida a ella; diría yo idénticas.

- ¿Cuál es tú nombre? - preguntó el hombre.

- Mi nombre es Amelia Müller. Y ¿el suyo?

- Es un gusto Amelia, yo soy Luther Friedrich.

- Disculpa; ¿ Por qué me ha sacado del campo?

-Bien jovencita. Te saqué por una razón. Desde qué te ví llegar a Bergen-Belsen tenías el parecido a mi esposa. Ella murió de cáncer en 1941, y al verte parecía volver a verla. Siempre quise buscar la manera de poder sacarte, antes de que fuera demasiado tarde. Estás completamente delgada, y honestamente no quiero perder de nuevo la imagen de mi amada la cual refleja usted. Así que no me agradezca nada.

Amelia lo abrazó cómo muestra de su agradecimiento, Luther que no estaba cómodo ante el contacto físico, sonrió y le devolvió el abrazo con mucho cariño.

Luther Friedrich se obligó a cuidar de Amelia durante el 20 de Mayo de 1943 hasta el 10 de Septiembre de 1945.

Cuando finalizó la guerra, Alemania se rindió y los aliados ganaron. Mientras tanto los judíos sobrevivientes de los campos de concentración fueron liberados.

Amelia buscó información de sus amigos; y lamentablemente habían muerto. Relataban las personas qué convivieron con ellos.

- Jude Wagner y Blaz Müller fueron enviados a cámaras de gas.

- Lancelot y Derek murieron por infección en los riñones debido a los experimentos de Josef Mengele.

- Zelinda Müller murió de hambre para alimentar a su hija Leyna.

- Leyna murió de Tifus en Junio de 1944 cuando fue enviada a Bergen-Belsen.

- Heidi Schröder murió 5 días antes de su liberación.


Amelia Müller regresó a México en 1945 dónde fue bien recibida por sus padres, Alejandro Serena y Rosa Hernández.
Su viejo amor, Agustín Valdés había tomado la decisión de vivir con su madre en Texas, Estados Unidos para dedicarse a ser artista.

En 1950, Amelia se convirtió en maestra de Historia en su antigua escuela, compartiendo a sus alumnos la tragedia qué vivió en Alemania.

Algunos de quienes eran responsables por los crímenes cometidos durante el Holocausto fueron llevados a juicio. Para realizar los juicios que tuvieron lugar en 1945 y 1946, se eligió Nuremberg en Alemania. Los jueces de las potencias aliadas (Gran Bretaña, Francia, la Unión Soviética y Estados Unidos) presidieron las audiencias de veintidós principales criminales nazis.

Doce prominentes nazis fueron sentenciados a muerte. La mayoría de los acusados ( las SS ) admitieron haber cometido los crímenes de los que se les acusaba, aunque la mayoría declaró que sencillamente seguían órdenes de una autoridad superior. Quienes estuvieron involucrados directamente en los asesinatos recibieron las sentencias más severas. Otras personas que desempeñaron papeles clave en el Holocausto, incluidos funcionarios gubernamentales de alto rango y ejecutivos empresariales que utilizaron a los prisioneros de los campos de concentración para realizar trabajos forzados, recibieron sentencias cortas o ningún tipo de castigo.

La autoridad más alta de los nazis, la persona con mayor culpabilidad por el Holocausto, no estaba en los juicios. Adolf Hitler se había suicidado durante los últimos días de la guerra, al igual que lo hicieron varios de sus asistentes más cercanos. Muchos otros criminales nunca fueron a juicio. Algunos huyeron de Alemania al extranjero y varios cientos llegaron a Estados Unidos.

Los soldados estadounidenses se tomaron la justicia por su mano y torturaron cruelmente -y de multitud de formas- a los guardias de las SS. Algunas de ellas fueron tan horribles como arrojarles agua helada por encima y obligarles a hacer el saludo nazi durante horas para, finalmente, ejecutarles.

"Una charla con la Felicidad y Esperanza"

- Sabes una cosa esperanza? - comentó la Felicidad.

-¿ Qué sucede ? - le respondió.

Felicidad dió un respiró profundo y agregó:

- Yo siempre estoy oculta, a veces apagada y sacada del camino por la tristeza. Pero cuando las personas llegan a encontrarme, no les importa la situación que viven, siempre se dan el tiempo de conocerme.
Estoy agradecido por ello.

- Tienes razón compañera. La vida no es fácil y sin Felicidad suele ser amarga. Yo, la Esperanza, por otro lado no he sido muy buscada. Y cabe mencionar que es importante que en la vida las personas conozcan la Felicidad, y  la Esperanza.

FIN.

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2020 ⏰

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