Palabras: 1055
Género: Sobrenatural
Pareja: ChanHun
Regresé(?)
No estaba seguro del por qué se encontraba en ese lugar, bueno, sí lo sabía, pero no quería admitir que estaba a punto de robarle a alguna inocente persona, necesitaba dinero, por ello estaba por asaltar esa bella casa. Con suerte, no encontraría a nadie en casa, en el peor de los casos sacaría su arma de juguete para asustar a las personas. Sacó las herramientas para forzar la cerradura, sólo que notó que no iba a ser necesario, la puerta no tenía seguro, el dueño de la casa parecía ser descuidado, entró sin hacer ruido, dentro todo estaba obscuro, recorrió el lugar durante un rato, no había nadie, encendió las lámparas que había en la casa, iluminaban tenuemente con un brillo obscuro. Pegó un brinco cuando al darse vuelta para regresar a la habitación principal, encontró un gato, estaba observándole fijamente, los ojos azules brillaban hermosamente.
—Menos mal que no eres un perro — dijo, para luego intentar acariciar al pequeño animal, pero este salió corriendo en dirección al baño al fondo del pasillo. —Como sea.
Comenzó a buscar dinero o joyas, lo que sea para poder pagar su deuda, mientras más buscaba, menos encontraba, al principio por lo menos pudo encontrar un collar con un dije extraño, pero parecía ser de oro. Se preguntó si eligió la casa equivocada.
Miró hacia la puerta entre abierta del baño, no había revisado allí todavía, al entrar, notó al gato sentado en la tapa de la caja del baño, se estaba lamiendo su patita, mientras lo miraba.
—Hola amigo, parece que voy a invadir tu espacio — lo tomó en sus brazos y lo sentó en el suelo, de esa forma pudo levantar la tapa, él suele esconder sus drogas allí, a lo mejor el dueño de la casa también guardaba algo ahí, pero estaba vacío, acomodó la tapa y se dirigió hacia el espejo, que era también un mueble para guardar cosas —¿Acaso tu dueño es pobre? — preguntó al gato, el minino le miraba fijamente, casi sin parpadear, luego hizo un suave sonido, no era un maullido, pero fue tierno. Se enfocó en su tarea de buscar algo de valor, al abrir la puerta-espejo, notó que ahí sí había cosas, joyería para ser exactos, miles de anillos y collares que brillaban majestuosos ante sus ojos, abrió su morral y los comenzó a guardar a puños llenos.
Escuchó un rechinido, se asustó por un momento hasta que notó que el gato ya no estaba, seguro que había sido él, cerró el espejo y se miró en él, se sintió un poco mal, pero él lo necesitaba más, su atención fue desviada al pasillo, pues ahora la casa estaba totalmente obscura, de alguna forma las lámparas se habían apagado, no podía ser la corriente de electricidad, pues la luz del baño estaba encendida. Trató de hacer de lado aquel pensamiento y salió, caminando despacio, para no tropezar.
Antes de poder salir del pasillo, sintió unas manos en su cabeza que tiraron de él hacia arriba, estaban tan frías que un escalofrío recorrió toda su columna, gritó, tan fuerte como pudo que incluso creyó que sus cuerdas vocales se desgarrarían, se sintió mareado, el miedo le estaba jugando una mala pasada, agitó sus pies en el aire, incluso dejó caer su morral, subió sus manos para tratar de que las manos le soltaran pero todo era inútil, no se explicaba porque había unas manos en el techo y no tuvo tiempo de pensar en algo razonable, pues las uñas ajenas se enterraron en la piel de sus mejillas, el miedo lo venció, se desmayó.
El gatito veía al hombre colgar en el techo, se estiró y brincó al sillón, él le había tratado de advertir que estaba en peligro, una lástima que los humanos no sepan el lenguaje de los gatos.
(...)
Despertó cuando sintió que le impedían respirar, lo primero que vio fue una bola de pelos acostada contra su cara, luego sintió como sus extremidades estaban atadas a una cama. Escuchaba de fondo "i put a spell on you" era el cover de Iza, lo sabía porque era un gran fan, el gato se movió de su cara y así pudo ver a un chico, era tenuemente iluminado por la luz de una lámpara alta, no podía apreciar muy bien sus rostro, pero sí el sedoso cuerpo que se movía al ritmo de la música, cuando el solo de guitarra comenzó, el chico se acercó a él, no sabía sin sentir miedo o sentirse excitado, estaba algo desorientado y confundido, pero con sus drogas casi siempre era así, no estaba seguro de su era un sueño o la situación de verdad estaba pasando. Pudo apreciar el rostro precioso, parecía un muñeco de cerámica, se trepó y se sentó sobre su entrepierna. Apostada que se había fumado algo muy bueno esa noche, el contrario se agachó para depositar un suave beso en sus labios, uno que le supo a dulce.
—I put a spell on you, because you are mine — le cantó en el oído, suave y con una voz levemente gruesa, el solo de violín acompañó un suave vaivén sobre su miembro, se sentía tan extasiado que pronto tuvo una erección, le daba vergüenza pensar que tendría una eyaculación prematura, pero aquello se sentía tan bien, al menos hasta que el chico apoyó sus manos en sus pectorales, sacando así unas filosas garras que rasgaron su camisa y arañaron su piel, eyaculó, sí, pero también recordó lo sucedido, su sangre se heló y su corazón palpitó con rapidez —Because you are mine — le cantó de nuevo, esta vez sonaba divertido.
—¿Qué harás conmigo? —preguntó, el chico se levantó con gracia, regresando al punto en el que estaba antes, Horns de Bryce Fox comenzó a sonar, no sabía de dónde provenía la música, pero aquello era lo que menos le preocupaba. —Responde.
—¿Tú qué crees que yo podría querer de un simple humano ladrón? — preguntó acercándose de nuevo, esta vez se sentó sobre el vientre ajeno—Intentaste entrar y robar en mi casa, todo lo que entra, se vuelve mío— dijo arañando la piel un poco más—Eres mío ahora, Chanyeol
—¿Cómo sabes mi nombre? — preguntó,
—Irrelevante— apretó su nariz entre sus dedos—Confórmate con saber que tu libertad terminó, porque, puse un hechizo en ti, porque eres mío.
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Hunnie's Place
RandomSeHun bottom Pequeñas historias de SeHun bottom. Si quieres de alguna temática especial, dime. disfruten