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— No esperabas volver a verme, ¿verdad, Alessia? —dijo caminando despacio hacia mí— soy el único hombre que ha regresado de la muerte.

Parecía increíble, sin duda era John, pero ¿cómo? Si yo misma lo había matado, tenía que tratarse de una pesadilla, un engaño o algo así. Siguió caminando hacia mí, Shawn corrió hasta ponerse delante de mí, irradiaba tensión. Mientras tanto, los diez hombres que estaban con John luchaban con sus espadas contra los nobles. Miré a mi lado, Connor me miraba confundido, en seguida, Shawn atacó a John con su espada, este esquivó el ataque y lo regresó.

Caminé hacia Connor y lo tomé de la mano, sentí mareo por un breve momento, pero me recuperé y entramos a la fortaleza en busca de Aaliyah. Con la espada en la mano, subimos las escaleras de la única torre que quedaba en pie, en algunos lugares faltaban piedras, por lo que a medida que iba subiendo podía observar la batalla que se libraba abajo. Arriba, había una especie de salón, faltaba parte del techo y las malezas trepaban por las paredes. Allí estaba Aaliyah, en un rincón, atada con varias cuerdas. La desatamos y le ayudamos a levantarse. Miré hacia abajo para saber cómo iba todo. Shawn atacaba a John y él a duras penas podía defenderse, de repente, comenzó a correr hacia la entrada de la torre. En cualquier momento llegaría, tomé la espada con fuerza y esperé a que apareciera en la sala. Muy seguramente, Shawn vendría siguiéndolo. Pocos minutos después apareció frente a mí.

— Así que, ¿no crees que en realidad soy yo? —dijo mientras se acercaba.

No sabía qué decir, era como si la voz me hubiera abandonado. Yo misma lo vi morir, ¿cómo era posible que estuviera frente a mí, hablándome? Se quitó la camisa que llevaba, sobre su pecho había una gruesa cicatriz.

— Aquí está la prueba —dijo— esta es la cicatriz que dejó la herida que me hiciste con tu espada. Hay una hermandad, se hacen llamar los hijos de la noche, practican hechizos peligrosos, ellos recogieron mi cuerpo, me llevaron a su guarida y en un ritual me trajeron de vuelta. Aquí estoy, y voy a vengarme. El trono de este reino es mío por derecho, el imbécil con el que estás casada no va a ocupar mi lugar.

Estaba diciéndome que una secta de locos lo había resucitado, nunca hubiera creído algo así, pero lo estaba viendo, John era la prueba de que era real. Me pregunté cuántas cosas de las que creemos imposibles pueden suceder.

— No me importa que te hayan traído de vuelta —grité— si te resucitan mil veces, mil veces volveré a matarte.
— Si no sientes miedo de un hombre que regresó de la muerte, no sé a qué le tendrás miedo, eres la mujer más valiente que he conocido. En cuanto a Shawn, puedes estar segura de que le daré una muerte lenta y dolorosa, recuperaré lo que es mío, y de paso, me quedaré con su reino y el de tus padres. Me da mucha lástima matarte, pero tendré que hacerlo, ya me asesinaste una vez, no permitiré que lo hagas dos veces, querida.

John me miró con admiración, Shawn apareció tras de él, con la espada lista para atacar. Se acercaba despacio, al parecer John no se daba cuenta de que Shawn había llegado, permaneció mirándome muy fijamente, a escasos pasos de mí. Miré a Connor y le hice una seña para que sacara a Aaliyah de allí, él me entendió y la tomó de la mano llevándola fuera.

John estaba muy cerca de mí y Shawn avanzaba hacia él. Hizo ademán de mirar hacia atrás, para impedir que viera a Shawn, tomé su rostro en mis manos y lo besé. No podía creer que estuviera haciendo eso, pero así, le di tiempo a Shawn para acercarse y hundir la espada en su espalda. Lo solté y cayó de rodillas en el suelo, la sangre brotaba a raudales de la herida, esta vez me aseguraría de que nadie pudiera traerlo de vuelta.

Shawn me miró con expresión indescifrable. Se asomó y miró abajo, me acerqué a él y observé varios cuerpos tendidos sobre la hierba que cubría el suelo de aquel bosque.

— ¿Estás bien? —preguntó Shawn acariciando con sus dedos mi mejilla.
— Sí, pero no es nada normal ver al hombre al que mataste con tu propia espada, vivo y amenazándote —respondí
— Lo sé, esta vez tendremos que quemar el cuerpo, no pienso permitir que lo resuciten de nuevo.

Bajamos las escaleras y nos encontramos a los nobles, al parecer ninguno de ellos había muerto, los cuerpos tendidos en el suelo eran los de los hombres que estaban con John. Se dispusieron a apilarlos, trajeron el cuerpo de John y les prendieron fuego.

Me acerqué a Aaliyah que estaba junto a Connor.

— Hola, Aaliyah, ¿cómo estás? —dije.
— Muy bien —respondió ella— gracias por guiarlos hasta aquí para que me rescataran.
— Tú fuiste quien nos trajo, me alegra saber que estás bien.
— Así es. Quería decirte que estoy feliz de que Shawn esté con alguien como tú.

Le sonreí, me alegraba profundamente que ella estuviera bien. Cuando los cadáveres estuvieron incinerados, emprendimos el viaje de regreso.

Cabalgamos sin descanso hasta el amanecer del día siguiente. Poco después del alba nos encontrábamos en la playa, regresamos al Palacio Real pasado el mediodía. Cuando subimos a la habitación, Shawn me atrajo a sus brazos para decirme:

— Necesito encontrar a los miembros de esa secta, está más que claro que son peligrosos, si pudieron traer a John de la muerte, pueden hacer cualquier cosa.
— ¿Alguien sabrá dónde encontrarlos?
— Vamos a averiguarlo, por el momento, mandé buscar a los mejores hechiceros, alguien tiene que decirme cómo debo enfrentarme a ellos.

Príncipe misterioso || Shawn Mendes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora