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Lo más pronto que fue posible iniciamos la marcha, los caballos nos esperaban en la playa y yo seguía pensando en el extraño sueño que tuve, me pregunté cómo Aaliyah podía aparecer en mis sueños y decirme cosas.

Cabalgamos hasta el espeso bosque, las ramas de los árboles impedían ver el cielo y la luz del sol a penas conseguía filtrarse en algunos puntos. Shawn estaba junto a mí como sumergido en sus pensamientos, me pregunté en qué estaría pensando.

Comenzaba a oscurecer, por lo que nos detuvimos para descansar. Me senté junto a Shawn y tomé su mano.

— ¿Estás bien? —pregunté.
— Sí, pero me preocupa demasiado que le hagan daño a Aaliyah —me respondió.
— Ella estará bien.

Me permití perderme en sus hermosos ojos, e imaginar que nada malo estaba sucediendo, después de que nos casamos había pasado toda clase de cosas, me sentía feliz por estar junto a él, pero a la vez me preocupaba el peligro que corríamos permanentemente.

Vi a Connor acercarse a nosotros.

— ¿Puedo hablar con Alessia un momento? —dijo.
— Claro que sí —dijo Shawn.

Me levanté y seguí a Connor unos metros más allá. Se recostó en un árbol y me miró seriamente.

— Hay algo que quiero comentar contigo —dijo.
— Cuéntame entonces.
— Como ya has visto, estos últimos días he pasado mucho tiempo con Aaliyah, cuando eramos niños fuimos buenos amigos, ella tiene un don, puede entrar en los sueños de las personas y decirles lo que ella quiera, es por eso que te está indicando a dónde la llevan, espero que no sea tarde cuando lleguemos hasta ella. En fin, lo hemos hablado, nos queremos y estábamos pensando en hablar con Shawn porque queremos casarnos.
— ¿En serio?

No puedo disimular la sonrisa, sabía que algo estaba pasando entre ellos, me alegra profundamente, aunque no sé qué dirá Shawn de eso.

— Así es, pero es difícil hablar de eso con Shawn, somos amigos, lo sé, pero Aaliyah es la hermana del rey, una dama de alta cuna y sangre noble, y yo soy un simple caballero.
— Tú no te preocupes por eso, por ahora, vamos a traerla de vuelta, cuando ella esté de nuevo con nosotros, te prometo que hablaré con Shawn, aunque algo me dice que no tendrá problema.
— Gracias Alessia, sabía que podía contar contigo.

Se acercó y me dio un fuerte abrazo. Regresé al lado de Shawn y tomé de nuevo su mano.

— ¿Le sucede algo a Connor? —preguntó Shawn.
— No, solo quería hablarme de algo, pero no es nada —respondí.

Más tarde, mientras dormía, apareció en mis sueños la imagen de un castillo en ruinas, estaba destruido casi por completo, solo quedaba en pie una torre que parecía a punto de derrumbarse y algunos de los salones. Los árboles crecían alrededor de lo que quedaba de la construcción y la maleza comenzaba a invadir las ruinas. Parecía que ningún ser humano había puesto un pie en aquel lugar desde hacía varios siglos. Escuché como desde lejos la voz de Aaliyah.

— Aquí estoy —decía— medio día de jornada bastará para que me encuentren. Estas son las ruinas de Verpoint, los nobles saben donde queda.

La voz se fue desvaneciendo y yo desperté sobresaltada. El amanecer se aproximaba, se escuchaban ya los cantos de los pájaros y el despertar de la naturaleza.

— ¿Soñaste? —preguntó Shawn.
— Está en las ruinas de Verpoint, a medio día de camino de aquí.

Los nobles ya habían despertado. Llevábamos algunas provisiones, comí poco porque las náuseas ya habituales no me permitían comer más. Luego montamos e iniciamos la marcha a galope.

Me sentía totalmente desorientada, no sabía cómo ellos podían estar seguros de dónde estaban si todo el bosque se veía casi igual. Rogaba porque llegáramos antes de que Damián le hiciera algún daño a Aaliyah. Pensé entonces en que no debía estar solo, podría incluso tener una especie de ejército de su lado, temía que estuviera acompañado de muchos hombres, había una gran posibilidad de que todo fuera una trampa, él sabía que iríamos a buscar a Aaliyah, podría haber trazado un plan para llevarnos hasta allí y matarnos a todos. Por otro lado, podría estar pensando en Aaliyah como una moneda de cambio, le diría a Shawn que le devolvería a su hermana si entregaba el trono. Cualquiera de las dos opciones era muy probable.

Pasado el mediodía vimos desde lejos las ruinas, nos detuvimos y bajamos de los caballos para decidir qué hacer.

— Se ve como si estuviera vacío —dijo Connor.
— Damián sabe que vendríamos, debe estar esperando a que nos acerquemos para atacarnos —dije.
— La reina tiene razón —dijo uno de los nobles— debe tener hombres ocultos para atacarnos cuando menos lo pensemos.
— ¿Qué haremos entonces? —preguntó otro de los nobles.
— Vamos a rodear la fortaleza —dijo Shawn— somos suficientes como para hacer un círculo alrededor de esta, tan pronto nos vean, quienes estén allí comenzarán a salir a atacarnos.
— Bien, vamos a tomar posiciones entonces —dije.

Hicimos una especie de circulo alrededor de las ruinas, afortunadamente no quedaba mucho en pie, seguía sin verse nadie en ella, comencé a dudar de que estuviéramos en el lugar correcto.

Con las espadas listas para atacar, nos acercamos lentamente, entonces, cerca de diez hombres jóvenes salieron de las ruinas, uno de ellos sobresalía entre los demás, sin duda alguna era Damián. Puso sus ojos en mí, me observó con detenimiento, era en verdad muy parecido a John, me causó un estremecimiento verlo, solo diferían en pocos detalles. Tuve la extraña sensación de que John había regresado de la muerte, pero no, eso era imposible, yo misma lo había atravesado con la espada que sostenía en mis manos. Me sonrió y dijo con la misma voz de John.

— Alessia, estaba ansioso por volver a verte.

Príncipe misterioso || Shawn Mendes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora