Capitulo 1.
Una lluvia inesperada cayó en la ciudad un nueve de marzo. El viento hacía que los preciados paraguas, que la gente usaba para protegerse un poco, se rompieran. Los truenos cada vez se hacían mucho más sonoros y generaban cierto miedo en algunas personas, de esas que creen que un rayo puede caerles en cualquier momento sin un previo aviso.
Olivia iba caminando tranquilamente por la calle principal, completamente mojada, pero con su paraguas abierto, tuvo muchísimos flashes desde que salió de su casa en los cuales se deshacía de él, ya sea botándolo en un tacho o dejándolo en alguna esquina.
Dobló en la primera curva, luego de seguir derecho unas diez calles. Llegó a la esquina en donde se encontraba el complejo de departamentos más horrible de la cuidad, donde vivía su madre con su actual pareja, Trevor.
Un ser arrogantemente estúpido y sin conciencia para ser una persona normal. Olivia tenía claro que solo quería a su madre por el dinero, por lo que trataba de mantenerse lo más cerca de su madre posible ante cualquier suceso, ya que, aparte de ser estúpido, el hombre se desquiciaba con Lori cada vez que llegaba ebrio del club, después de perder sus apuestas.
Llegó hasta el departamento de su madre, se sacudió cual perro mojado y toco el timbre de la puerta nueve.
• Hola cariño –dijo su madre abriendo la puerta y mirándola- Ay por dios, estás toda mojada, entra.
Olivia entro con su abrigo en mano, mientras que su madre dejaba el paraguas en una maceta.
- El almuerzo está casi listo cariño –hablaba mientras se dirigía hacia la cocina.
- Perfecto mamá, ¿Dónde está Trevor? –mencionó haciendo arcadas.
- Olivia por favor, no seas así –regañó su madre.
- Lo siento, no puedo evitarlo.
- Trata de hacerlo, no todo se trata de tener una mansión como la de tu padre, soy feliz así.
- Podrías decírmelo con un poco más de emoción, así puedo creérmelo.
- Ya basta, no voy a tolerar que me hables así, que no se te olvide que soy tu madre.
- Ahora la que está mal soy yo, genial. Creo que tú deberías recordar quién eres y como eras antes de vivir en este lugar de porquería con un hombre que solo quiere tu dinero y que no se preocupa por tu salud.
La puerta principal se abrió, Trevor había llegado.
- Vaya, Olivia, pero que agradable sorpresa. No estarás hablando mal de mí en mi propia casa, ¿no?
- Ella ya se iba, cariño –intervino Lori.
Olivia sabía que su madre ya tenía miedo. La miró por unos segundos, tratando de descifrar si la estaba corriendo de la casa en verdad.
Esperó unos segundos a que su madre diga algo más, pero no pasó.
- Si, por supuesto ya me iba –dijo agarrando sus cosas- Por cierto, gracias por decirme al menos feliz cumpleaños, madre.
Su madre palideció, pero no tuvo oportunidad de hablar, ya que Olivia ya había salido por la puerta.
- Bienvenida a Stocks, ¿Que va a llevar? –dijo con su amplia sonrisa.
- Lo de siempre Fletcher, gracias.
- Su orden señorita, gracias por elegirnos.
- ¿Tienes que seguir diciendo eso?
- Que tu tía sea dueña de la cafetería, no implica que por ti voy a mantener el empleo, tengo que trabajar duro y poner mi mejor sonrisa con cualquier cliente.
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Sunflower
RomanceTodas las historias suelen tener un final feliz, averigüemos si este es el mio.