Broken.

37 9 1
                                    

Capítulo 10.


A las personas les encanta contar historias, es su forma de ver el mundo de una manera diferente. A quienes no le gusta su vida, fácilmente podían contar una distinta. No hay una persona que no mienta en el mundo, ni la persona mas santamente religiosa.

Todos se mienten, de una forma u otra.

Todos los que conocían a Olivia, por fuera, pensaban que era una muchacha simpática, con gran corazón y que no se preocupaba por lo que digan los demás. Pero eso no era cierto, ella estaba completamente rota por dentro.
A la edad de catorce años, su padre organizó una gran gala por la víspera de navidad. Todo iba bien, su único trabajo era sonreír y parecer una buena niña a los ojos de los demás. Cerca de las once, su madre le ordenó que se fuera a la cama, mientras los mayores se quedaban debatiendo sobre capitalismo y las decisiones que tomaban los empresarios más grandes del mundo para mantener sus negocios en forma. Un amigo de su padre entró en su habitación, en estado de ebriedad, diciendo que estaba buscando el baño. Olivia, como buena niña, lo acompañó. Cuando se encontraban en la puerta, él la tomo del hombro y la metió a la fuerza.

Olivia, asustada, lo miró fijamente, diciéndole que la dejara salir. El colega de su padre no le tomó importancia, se acercó a ella y la sujetó del cuello levemente, le levantó la cabeza y respiró profundamente el olor de su cabello, para después bajarle la cabeza y besarle el cuello, La niña suplicaba que se detenga, él solo le tapó la boca con algo que sacó rápidamente del bolsillo de su saco. Olivia perdió el conocimiento, sin antes escuchar algo que casi la hace vomitar.

- ¿Eres buena niña? Se que lo eres, ahora serás mi niña.

Al despertarse, se sintió mareada por unos segundos, hasta que logró conectar bien su cerebro. Notó que la superficie en donde se encontraba era muy fría, más temprano que tarde logró entender que estaba en el baño. Sintió un dolor en su interior, tenía nauseas. Al levantarse, volvió el dolor, miró la bañera y sus ojos se llenaron de lagrimas, había sangre, estaba seca. Recordó lo que había pasado, o al menos hasta donde podía recordarlo. 

Llorando, logró levantarse evitándose sentir dolor, abrió la regadera, el agua caliente comenzó a salir, quemando su espalda por completo. Se duchó como si nunca lo hubiese hecho en su vida, o como si su vida dependiera de eso. 

No quería implicar a sus padres, pero seguía sangrando y no entendía por que. No tuvo más remedio que comenzar a gritarle a su madre para que la ayudara. Lori llegó gritando, enfadada que eran las siete de la mañana y le dolía la cabeza. Al entrar al baño, vio a su hija parada en la regadera, no paraba de llorar, tenia las manos y las piernas con sangre.

Alarmada, se acercó a ella y le preguntó que había ocurrido. Olivia, entre el llanto, le dijo lo que recordaba, y Lori salió del baño corriendo a la habitación. Despertó a su esposo, contándole a gritos lo que había pasado. Malcom acumuló tanta ira de golpe que logró que le bajara la presión, habían lastimado a su hija, y lo iban a pagar muy caro. 

Los médicos dictaron una hemorragia interna, producto de una violación forzada con violencia.

Conforme pasaron los meses, y las pruebas fueron suficientes, le dieron tres años de prisión a Steven Harrintong, por violación agravada a Olivia Florence Holt. 

La gente que conocía a Fletcher por fuera, asumían que era un muchacho sumamente agradable y feliz. 

Ya saben, a todo el mundo le gusta mentir. 

Fletcher lidiaba todos los días con el trastorno de ansiedad generalizada. Fue descubierto por un doctor profesional, luego de varios episodios en situaciones cotidianas. El muchacho se preocupaba muchísimo más que los demás con las cosas más simples, y eso no era normal, no era algo que la gente hacía, preocuparse en extremo solo por como están puestos los cubiertos o por ver manchas en el piso, que están ahí hace años, no era normal. 

SunflowerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora