Capítulo 12.
- Johnny, puedo explicarlo...
- Es tarde para eso –dijo volviendo a apuntarle.
- Joder, ¡Mira lo que haz hecho, hay un disparo en la pared! ¡Estás loco!
- ¿Loco? ¡Mamá está muerta y lo último que quería era verte! ¿Y tú que estabas haciendo?
- Mira, siento mucho lo de tu madre... Tuve asuntos importantes de los cuales encargarme, baja eso por el amor de dios. Eres algo mayorcito para anda con un arma y actuar como un niño pequeño, ¿Quieres matar a tu padre? ¡Entonces hazlo! ¡Apunta, pequeño pedazo de mierda!
- Ya déjalo Johnny, no es necesario, no vale la pena –dijo Noah.
- ¡Mamá murió por su culpa!
- ¿Por mi culpa? ¡Yo amaba a tu madre muchacho! Ustedes nunca lo entendieron.
- No por tener tu sangre tenemos que entenderte idiota –atacó Johnny- Tu nunca nos quisiste, tampoco a mamá, ella murió con nosotros, ¿Dónde estabas tu? Haciendo tus estúpidos negocios.
- ¿Podemos hablar bien las cosas? Baja esa estúpida arma.
Johnny no podía bajar el arma, la ira por la muerte de su madre lo tenía molesto y triste, esas emociones juntas no iban bien con él, hacían que se volviera loco, hasta incluso paranoico.
Malcom había tenido una aventura con Madison, cuando se había separado de Lori, en tan solo una semana Madison quedó embarazada de Noah. Malcom llegó a un acuerdo con ella, diciéndole que la amaba la convenció de que nunca se dijera la verdad a Lori ni a su familia.
De esa relación nacieron Noah y Johnny, ellos siempre supieron que su padre tenía otra familia, toda la vida vivieron con el sentimiento de que su padre no los quería, ya que él siempre había preferido estar con su otra familia y nunca con ellos, solo los visitaba cuando "tenia reuniones de negocios"
Exacto, la mentira más conocida por todo el mundo, reuniones de trabajo: Otra familia o una amante.
Malcom mentía, nunca había querido a Madison, siempre iba a verlos cuando quería escapar de los problemas con Lori o, simplemente, cuando quería tener sexo. Hasta que llegaron sus hijos, a ellos si los amaba, después de todo, eran su sangre. Pero, por más de que había dos hijos de por medio, él nunca pudo amar a su amante, no sentía esas cosas, ni por Lori, ni por Madison, solo por sus hijos.
Cuando Malcom supo del cáncer terminal que padecía Madison, la policía empezó a interrogarlo y a ofrecerle algunos tratos, y no se le permitía tener contacto que nadie que no sea de la familia, por precaución de que no divulgué el trato que le ofrecían.
- Miren, ya se los he dicho, lamento lo de su madre...
- No digas que la amas otra vez –dijo Noah.
- Ok, ya basta, ¿Qué es lo que quieren? ¿A que vinieron a mi casa con un arma?
- Lo del arma fue idea de Johnny, el quería matarte o asustarte, no lo sé.
- ¿Señor? -dijo Carmen abriendo la puerta- La policía está aquí, los vecinos oyeron el disparo y llamaron.
- Eso es lo que hacen tus estúpidos impulsos –dijo mirando mal a su hijo menor.
Malcom salió a hablar con los oficiales, les dejó claro que todo era un mal entendido y ellos se fueron. Noah había logrado calmar a su hermano y juntos salieron de la habitación de su padre.
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Sunflower
RomanceTodas las historias suelen tener un final feliz, averigüemos si este es el mio.