Sunflower

Judas.

Capítulo 7.

Jueves 8 de Marzo.

- Señor, le llegó un mensaje al número personal –dijo Stella, dejando un café en la mesa.

- Gracias, ¿Puedes transferirlo aquí?

- Enseguida.

Le dio un sorbo al café y se quedó inspeccionando la vista que tenía. Londres era perfecto para él y próximamente, en menos de un año, podría volver a ver a Olivia.

Volvió a mirar hacia la pantalla de su laptop, sus ojos se clavaron en el nombre de la persona que había enviado el mensaje, Malcom, su hermano.

Malcom Holt:

Para, Judas Holt

Asunto: Urgente.

Fecha: 7/03/2018

Sabes que no te escribiría de no ser necesario, tengo problemas, pero no puedo contarte todo por mensaje, necesito que vengas al hospital central, sabes donde es, tienes que venir el viernes, ya estaré mucho mejor para entonces y podre contarte todo. Espero poder confiar en ti, no me queda nadie más.

Judas dio un golpe en la mesa y arrojó la taza de café al suelo, eso alerto a Stella, que sin decir nada solo junto los restos de la taza.

- Siento mucho eso Stella, este hombre me pone los pelos de punta.

- Está bien señor, ¿Necesita algo? –dijo antes de irse.

- Dile a Bruce que necesito un vuelo para Nueva York hoy, llamaré a Florence.

- Enseguida señor.

Tomo su teléfono, mientras esperaba a que contestara pensaba como podían hablar sin discutir por lo que le estaba diciendo.

- Hola, esperaba a que me llamaras.

- Florence, tengo malas noticias... Yo...

- Déjame adivinar, ¿Tienes mejores planes que ver a tu hijo y pasar un fin de semana con él?

- No es eso...

- No he terminado, mira no tengo problemas con eso, es más... Mi madre quiere verlo y sabes cómo son las cosas con ella, así que tengo que aprovechar la ocasión y volar mañana a Tokio.

- Oh, vaya es algo bueno.

- Depende que como lo veas, pero si, puede salir bien, después de todo es el único nieto que tiene.

- Mira, de verdad lo lamento, dile que lo amo, por favor.

- Lo sé, él también, pero se lo diré. ¿Todo está bien?

- No lo sé, espero que sí, recibí un mensaje de Malcom...

- Entonces no puede ser bueno, se me hace tarde, debo ir a buscar a Louis al instituto, le daré tus saludos, cuídate por favor.

- Lo haré, adiós.

Judas dio un largo suspiro después de colgar la llamada.

Extrañaba mucho a Louis, también a Florence, pero las cosas no habían sido tan buenas como ambos lo habían planeado, la convivencia con un bebe no era nada feliz para los dos, pero ambos disfrutaban a su hijo en solitario.

Florence y Judas eran mejores amigos desde siempre, habían hecho un juramento tonto, si ambos llegaban solteros a los veinticinco vivirían juntos y envejecerían como buenos amigos, pero después de una noche con muchas copas de más, ambos dejaron de ser amigos por unas horas, para ser algo mas íntimos. De esa noche, nueve meses después, nació Louis. Al principio, la familia de Florence no quería conocer al niño solo por el hecho de que no estaban de acuerdo con quien era el padre, pero al final la familia sigue siendo eso, familia.