Capítulo 6.
Jueves 8 de Marzo.
- Chicos, ya se los dije, si mi padre se entera de esto, me matara –dijo dejando su guitarra de lado.
- Michael, vamos amigo –demandó Thomas –tu padre nunca se enterará, todos tenemos cuidado con eso.
- Tiene razón –reafirmó Percy.
Una banda pasajera, eso habían dicho hace dos años cuando ensayaron por primera vez. Los mejores amigos de Michael sabían cómo era Shane, quería que Michael siguiera sus pasos en la empresa.
Pero ellos solo eran amigos pasando el tiempo jugando a ser buenos músicos, eso era todo. Si Shane se enteraba no le iba a gustar en lo absoluto y podría hacerles algo a los chicos.
- ¿Estás escuchándome? –dijo Percy.
- Sí, nos vemos mañana idiota –dijo Michael chocando puños con él.
- ¿Quieres ir a mi casa a jugar videojuegos? –propuso Thomas.
- No, debo ir a casa, tengo que ayudar a mi madre con algunas cosas.
- Perfecto, nos vemos mañana.
Michael había mentido, llevaba rato haciéndolo, sus mejores amigos conocían todo de él, pero no quería decirles la verdad. Tenía una reunión con su padre y no quería que los chicos supieran que estaba yendo por un mal camino, quería hacerles creer que todo estaba bien, que se iba a ir a la universidad con ellos el año entrante, y no con su padre haciendo negocios.
Al salir del cobertizo en donde ensayaban, caminó a paso lento hacia la primera parada del autobús. Siempre que volvía a casa, le gustaba buscar la alternativa más difícil para volver, no le molestaba el viaje, siempre y cuando se preparara mentalmente para llegar a destino.
Al llegar a su casa, Shane no estaba, por lo que Michael tuvo un tiempo a solas para tomar un café con su madre y hablar de los planes que tenía con los chicos para ir a la universidad. Su madre apoyaba todo lo que su hijo quería hacer, pero ambos sabían que Shane no se las iba a hacer nada fácil.
Amanda planeaba convencer a su marido que no le arruine la vida a Michael. El problema era que Shane nunca había tenido un hijo varón, por lo que quería hacer que el hijo de su esposa siguiera sus pasos. ya que él siempre decía que lo había criado desde pequeño y que le debía la vida entera.
Cuando Shane llego a casa esa tarde se lo veía bastante molesto, tenía una venda en el brazo, estaba sangrando. Amanda lo socorrió de inmediato. Cuando las aguas se calmaron un poco, el muchacho subió a ver que le había ocurrido.
- ¿Qué te ocurrió? –dijo Michael al entrar a la habitación.
- ¿Tu madre dónde está?
- Salió hacer las compras, ¿Por qué?
- Tengo que hablarte de algo muchacho, siéntate.
A medida que Shane le contaba a Michael el porqué de su accidente, el muchacho quedaba más impactado, pero no por la herida de su padre.
Shane le contó que había estado reclutando un grupo de colegas, para un trabajo. Con el primero no le había ido nada bien, eran viejos amigos, así que su padre no quedó muy contento. Había estado siguiendo a los hijos de Malcom, así era el nombre del colega. La única que estaba en la ciudad era Olivia, por lo cual, ella era el objetivo.
Smith no era tonto, sabía que Malcom le había negado la petición porque tramaba algo, así que Michael tenía que acercarse a Olivia para sacarle información y, si eso no funcionaba, la secuestrarían.
Michael estaba aterrado, nunca había hecho nada así, no es algo cotidiano. Prefería recurrir al plan A, que según Shane, la muchacha iría a un bar con amigos a festejar su cumpleaños el viernes.
- ¿Te quedó claro? –atacó Shane.
- Si, solo tengo que acercarme a ella y sacarle información.
- No lo arruines muchacho, esto es un tema serio
- Lo sé.
- Te daré más información de la chica en la mañana.
Al llegar a su habitación, todavía estaba procesando la información.
Llamar la atención, acercarse y sacar información, no podía ser tan difícil... ¿O sí?
Michael pasó la tarde en su habitación, no dejó que su madre entrara a dejarle comida porque Shane lo había dejado sin apetito. La noche se hizo presente y no logró pegar un ojo con normalidad. No sabía por que estaba tan angustiado por la situación, pero si pensaba que Olivia podía no tener información sobre su padre e indagaría en su vida sin resultados.
Al día siguiente, se levantó temprano y se dirigió a la casa de su mejor amigo. Tenía que explicarle la situación e idear un plan antes de ir al bar por la noche.
Thomas lo recibió muy malhumorado porque, para él, las nueve de la mañana era de madrugada aun.
- Este tipo está loco –menciono con la boca llena.
- No sé qué es lo que debo hacer.
- Mira amigo, lo primero que debes hacer es calmarte, porque no lograras nada bueno así, lo segundo –espero a que su amigo diga algo –Obviamente tenemos que buscar quien es Olivia.
- Buen punto...
- ¿Shane te dijo como es el apellido de su colega?
- Holt, dijo que se apellida Holt.
- Pásame la laptop –dijo señalando al escritorio.
Thomas insistía en buscarla en Facebook, pero Michael creía que era una aplicación que nadie usaría en la actualidad. Luego de buscar en otras redes y no encontrar a ninguna Olivia Holt, Michael desistió y le dijo a su amigo que la buscara en Facebook. Allí estaba todo lo que debían saber, o, al menos, lo mínimo que deberían saber de alguien.
Olivia Florence Holt.
20 Años.
Próximamente en Londres...
- Haz click en sus familiares –señaló a la pantalla.
Familiares:
Lori Sanders (Madre)
Malcom Holt (Padre)
Melton Holt (Hermano)
- Te lo dije, todos tienen una cuenta en Facebook... Oye, es bonita –se burló Thomas.
- Oh vamos –dijo golpeándolo en la cabeza –No seas tonto.
- Lo siento.
Percy llegó a la casa de Thomas cerca del mediodía, al contarle todo y mostrarle el perfil de Olivia, hizo el mismo comentario que Thomas. Entre los tres decidieron que iban a ir al bar por la noche, ayudarían a su mejor amigo, era lo único que podían hacer, y que Michael les permitía.
Por la tarde, Shane le entregó a su hijo la dirección del bar en donde Olivia iba a estar, la hora se acercaba y él cada vez se ponía un poco más nervioso, el celular sonó en el baño y no sabía en qué momento lo había dejado ahí.
- ¿Qué pasa Thom?
- Michael lo siento, Max enfermó, mama está llorando, tengo que llevarlo al veterinario para ver qué es lo que tiene, escríbeme como va todo...
- Mierda, mierda...
- ¿Estás bien? De verdad lo lamento...
- Solo estoy nervioso y la situación no ayuda.
- Oye, todo saldrá bien, solo tienes que acercarte y ganar su confianza, tranquilo, tengo que irme ya, lo lamento.
La noche estaba siendo un completo desastre, Percy dejó solo a Michael para ir a bailar con una chica que estaba con Olivia, él solo la grabó a escondidas, sin que nadie lo vea, para mandárselo a su padre, pero no lo había hecho. Cuando se decidió a ir con Olivia, su mejor amigo lo echó a perder porque le había salido mal ser el cupido de la situación.
Volvió a sentarse, totalmente frustrado, miró su teléfono y pensó en mil maneras de hacerlo bien esta vez, se levantó y caminó lento con su trago en mano. Olivia bailaba con un chico, pensó que podía ser el novio, pero en lo que iba de la noche, no se habían besado en ningún momento.
Él se quedó quieto, cerca de Percy y Olivia, esperaría a que termine de bailar y estuviera sola, pero Percy tuvo otra idea, empujó a su amigo en dirección a ella y chocaron, provocando que le derramara un poco del trago que traía.
- Oh lo siento –dijo Michael.
- Está bien, no te preocupes –mencionó Olivia limpiándose un poco de cerveza que tenía en la ropa.
- ¡Cállate Percy! –Señaló a su amigo, que se estaba riendo de la situación –De verdad lo lamento, estuvo toda la noche tratando de que venga hablar contigo.
- Si, lo sé.
- Todo está perfecto hombre, gracias –hablo el chico con el que bailaba.
- Yo solo...
Michael estaba dispuesto a tomarse la conversación con calma, hasta que vio como Olivia fue tomada de la cintura y besada, ella no lo quito en ningún momento, así que Michael simplemente se largó, estaba cansado, perdido, no sabía cómo acercarse a una chica que tuviera pareja, él no era así, no quería ser así.
Molesto, con los nervios de punta y sin una opción B, decidió escribirle a su padre.
De Michael, para: Shane.
Ella no vino esta noche, intentare mañana.
Miró por unos segundos a donde se encontraba su amigo, que estaba muy pegado a una chica de rizos dorados. Bajó su vista y volvió a escribir, esta vez a su mejor amigo.
De Michael, para: Thomas.
Acabo de decirle a mi padre que ella no está aquí, pero lo está. Thomas, estoy harto de esta mierda, no quiero hacerlo.
De Shane, para: Michael.
La quiero cuanto antes, no seas imbécil y haz lo que te digo. Mañana la quiero aquí.
De Thomas, para Michael.
Bro, lo entiendo todo es una absoluta mierda, sal de ahí, ve a descansar. Mañana ven a casa y vemos como manejaras todo este embrollo.
Michael se levantó y caminó hacia la barra, pidió otra cerveza y volvió a su lugar. Observaba la pista de baile cual detective, el chico que había besado a Olivia, su novio suponía, estaba hablando con el hermano de Cecilia, volvió a suponer, ya que eran parecidos. Luego Olivia volvió aparecer y no parecía haber problema con alguno, ellos seguían bebiendo y bailando.
- Te traje esto –sonrió dándole un vaso pequeño.
- ¿Qué es esto?
- ¡Tequila! –rio.
- Interesante –dijo después de beberlo.
- En lo personal, me encanta... Veo que no lograste tener éxito con el objetivo –se burló.
- Tú lo arruinaste, quiero que lo sepas.
- En realidad, estaba ayudándote –dijo mirándolo.
- ¿De qué hablas?
- Michael, tú no puedes hacer esto, quería que lo arruines a propósito, con un poco de mi ayuda, claro, para que tu padre se encargue de esto, no tú, no tienes que hacer esto si no quieres, y sé que no quieres. Tu padre necesita saber que no eres capaz de hacer esto y te dejara en paz, o eso esperamos...
- ¿Esperamos?
- Si, Thomas y yo hablamos y decidimos que lo mejor era que invente una historia para no venir y meter la pata, sabes que si lo miras de frente no puede mentir.
- Me resultaba extraño que Max enferme, ni siquiera sabe buscar mentiras que puedas creer –se rió con Percy.
Michael pensó que su amigo tenía toda la razón, él no podía hacer el trabajo, era simple, lo sabia, solo tenía que hablar con Olivia, pero, aun así, sentía que no lo iba a poder hacer. Luego de unas cuantas cervezas más, decidieron irse a casa, Percy dejó en casa a Michael, pero no estaba listo para entrar, así que, cuando su amigo se fue, entró hacia la cochera y tomó su auto del garaje.
Condujo hacia las afueras de la ciudad, donde tenía una pequeña cabaña de la cual nadie, excepto sus mejores amigos, sabía de su existencia. Al entrar, pudo ver como todo estaba completamente tapado por una capa de polvo. Abrió la llave de agua y tomo un vaso, fondo blanco, para que al día la cerveza no juegue una mala pasada. Caminó hacia la habitación, dejando su ropa en el camino, al acostarse sintió como sus músculos, que llevaban tensos desde el día anterior, podían descansar.
Michael sentía que había logrado frenar la guerra, pero estaba lejos de frenarla.
Al despertarse el día siguiente, no tocó el teléfono, tampoco había sonado, así que esperaba que se haya quedado sin carga, tomó un baño de agua fría que lo despertó por completo. Desayunó unos cereales que ya habían caducado, pero que aún sabían bien. Pasó la primera parte del día limpiando el polvo de la casa, no pensaba recibir visitas, pero odiaba el polvo.
Luego se sentó a descansar, miró la pared llena de libros antiguos, eran de su verdadero padre, la cabaña también. y era lo único que le había podido dejar.
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Sunflower
RomanceTodas las historias suelen tener un final feliz, averigüemos si este es el mio.