Ya queda poco para que acabe el año y también la historia. Espero que os guste mucho!! Feliz año a todas desde mi fortaleza de soledad Austria!! jajajaja
Por cierto, en pb he creado una página en la que estoy colgando una historia, que espero que se convierta en saga, de Vikingos. Si os queréis pasar...pasáos por mi Fb y os paso el enlace!!
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Me acerqué cautelosamente hacia la cama en la que Luc reposaba, sedado, con un respirador artificial y miles de tubos enganchados a su cuerpo. Las lágrimas vinieron a mis ojos y, si poder evitarlo, cayeron por mis mejillas. Negué acariciando su rostro, desconsolada por no poder hacer nada por que se pusiera mejor.
-Luc…cielo…-susurré.-Tienes que ponerte bien…tienes que decirme te quiero, y lo sabes ¿verdad? Como yo te lo dije a ti. No me puedes dejar sola ahora que todo iba bien, que íbamos a empezar aquí de cero…No puedes morir. Tienes que vivir para que podamos ser felices…-cogí su mano y la besé.-Mi vida, mi amor…por favor…vuelve a mi. Solo te pido eso…
Acaricié su mano con devoción el tiempo que me dejaron estar con él. Le susurré palabras dulces y bonitas, Quizá así se recuperaba antes. Aunque eso no lo sabríamos hasta que le quitaran la sedación y sus heridas empezasen a curar.
-Alice…-me giré sin soltar la mano de mi marido.-es hora de que te vayas, pequeña. La hora de visitas ha acabado. Mañana puedes venir a la mañana, ¿vale?-dijo mi médico, mirando las constantes y los aparatos que Luc tenía enchufados a él.-Todo parece estar bien y aquí estará bien cuidado. No te preocupes por nada. Si pasa algo, te avisaremos sin dudarlo.-asentí besando su mejilla, a modo de hasta luego, para después salir de allí.
Volví a mi cuarto en silla de ruedas, tal y como había ido. Liam y Sabine seguían allí. Me sonrieron calurosamente, ayudándome a sentar en la cama. Hablaron un momento con mi doctor, y cuando se fue, Liam se sentó a los pies de la cama, mirándome con cariño.
-¿Estás bien?-asentí triste.-Tu mirada no dice lo mismo…-me encogí de hombros.-Eh…mi hermano es fuerte y se pondrá bien, ¿vale? Se recuperará y estará con nosotros en poco tiempo. Ya lo verás…-me abrazó, dándome fuerzas para seguir adelante.
-Aquí traigo algo de comer.-abrí los ojos, enfocando mi mirada hacia la puerta viendo como mi suegro entraba con unas bolsas de comida.-¡Oh! ¡Ya has vuelto! ¿Cómo has visto a mi hijo, Alice?
-Todo lo bien que puede estar enchufado a miles de tubos y sedado, señor Schröder.-alzó una ceja mirándome.
-Tranquila, pequeña fierecilla. No te enfades conmigo. Encontraremos a quien haya hecho esto, no te quepa la menor duda. Este atentado contra mi hijo no quedará sin castigar.-lo miré sin cambiar mi expresión.-¿Y tú como estás, querida? Aunque nos llevemos mal, eres de la familia.
-No creo que le importe mi situación ni ahora ni nunca.-dije con algo de hambre. Liam pegó un bocado a su bocadillo, el cual olía maravillosamente bien.-Liam…¿Me das un cachito chiquitín?-le pedí con cara de buena, y así zanjando el tema de conversación con mi suegro.
-¡Claro!-me partió un cacho con la mano y me lo tendió.-Iré a por uno para ti, ¿quieres? Aunque no creo que tarden en traerte la cena.
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Un matrimonio a la fuerza
RomanceCuando Alice y Luc se ven obligados a casarse, montan en cólera y se niegan a hacerlo. Pero poco a poco tendrán que acostumbrarse a ser un matrimonio y aprender a vivir juntos y quizás también a...amarse.