He aquí un nuevo capítulo el que cambiará el rumbo de la historia. Espero que os guste y que comenteis y votar :)
CAPÍTULO 5
Tras una noche de locura, en la que apenas había dormido, había dado muchísimas vueltas en la cama, me levanté sin despertar a mi prima, ya que se había quedado a dormir en mi casa, después de la estupenda cena que mi padre había ofrecido. Salí del cuarto y bajé al jardín, sentándome en el porche abrigada con una sudadera. El sol estaba saliendo y podía observar un amanecer precioso.
-Hija…-sentí que se sentaba a mi lado pero ni siquiera le miré. Le odiaba. Ya no era mi padre ni lo sería nunca más.-Hija mía…por favor…háblame. Mírame…
-No tengo nada de que hablar, Christian. Tú ya no eres mi padre. Me has vendido. Me has traicionado. Esperaba cualquier cosa pero esto…esto es demasiado. Se que nunca me tuviste aprecio. Pero ya basta. Nunca más, Christian. Nunca más.
-Cariño…yo si te…-levanté la mano parándole en seco.
-Nunca más.-salí del jardín. Me había estropeado la vida y me había estropeado el precioso amanecer. Volví a subir al cuarto, metiéndome en cama.
No me di cuenta cuándo me quedé dormida, pero se que llamaron a mi puerta, haciéndome despertar del dulce letargo. Mi prima abrió ya vestida, dejando pasar a Nana. La miré desde la cama, adormilada aún, esperando a que dijese lo que tuviese que decir. No tenía ganas de aguantar a nadie.
-Cielos míos. El señor Leichmann os requiere en la mesa, para desayunar todos juntos con la familia Schröder.-resoplé cansada negando.-Alice, no puedes faltar. Además, la madre de Luc y Liam acaba de llegar y te quiere conocer.
-¿Y de que quieren hablar?-pregunté sentándome en la cama, bajo la atenta mirada de mi prima y de Nana.
-Creo que de la boda, mi niña.-sonrió triste.-y sobre tu futuro con Luc Schröder.
-Decidles que ya bajo. Me pongo algo decente y voy.-las dos asintieron para después salir del cuarto, dejándome sola, con mi cara de sueño, lleno de marcas de las sábanas. Así que me levanté, me lavé la cara, me puse una coleta alta y con la misma sudadera con la que había bajado a ver amanecer, bajé al comedor.
Cuando abrí la puerta del comedor, se hizo el silencio. Todos alzaron las miradas para mirarme, así que hice un gesto con la cabeza a modo de saludo y me senté a la mesa, en el último sitio que había libre. Al lado de mi flamante prometido, Luc Schröder.
-¿Qué maneras de bajar a desayunar son esas, Alice?-miré hacia mi padre con odio.
-Es mi manera de bajar. Si te gusta bien y si no te aguantas, Christian. Ahora hablemos de esto y acabemos de una vez. Estoy cansada.-contesté echándome café. Una gran taza de café hasta arriba.
-¡Oh Christian! Deja a mi nuera tranquila. Aún con pijama y recién levantada está preciosa.-dirigí mi mirada hacia alguien en el que no me había fijado. Esa debía ser la madre de Luc y Liam. Y era guapísima. Una rubia, muy bien vestida, con ojos azules bien maquillados, sonriente, mirándome con cariño y tranquilidad. Le sonreí agradecida ante ese cometario.-Soy Sabine, la madre de los gemelos y la mujer de Michael Schröder. Encantada de conocerte, querida.
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Un matrimonio a la fuerza
RomanceCuando Alice y Luc se ven obligados a casarse, montan en cólera y se niegan a hacerlo. Pero poco a poco tendrán que acostumbrarse a ser un matrimonio y aprender a vivir juntos y quizás también a...amarse.