Capítulo 16

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Aquí os dejo un nuevo capítulo. Antes de que leais, RorroG y yo hemos publicado una nueva historia. Se llama Dulcemente tú. os dejo aquí el resumen y espero que os paséis, leais y comentéis :)

Ella es Amber. Tras llevar unos meses algo malos, tiene la oportunidad de entrar a trabajar en una cafetería de mucho éxito de camarera. Tan solo unos días después de empezar a trabajar le llama la atención un cliente que no le quita el ojo de encima. Él es Nick. Es un estudiante de Arquitectura y Diseño de interiores que frecuenta la cafetería, donde Amber trabaja. ¿Existe el amor a primera vista? ¿o solo es un mito? En esta historia lo descubriremos entre cupcakes y dulces.

La dirección aquí: http://www.wattpad.com/story/26949259-dulcemente-t%C3%BA

Y ahora os dejo el capítulo nuevo

Tras terminar de vestirme con un traje de falda y chaqueta sobrio y calzarme mis tacones, me sentí poderosa e invencible. Hoy era el día en el que callaríamos a Michael Schröder. Hoy le íbamos a plantar cara yo y, sobre todo, su hijo Luc. Estaba segura que mi familia y la de mi marido nos apoyarían. No me cabía la menor duda.

 Cogí mi bolso decidida a aplastar a mi suegro. Era lo que más deseaba para poder estar en paz y vivir mi vida tranquila. Bajé las escaleras bajo la atenta mirada de Nana como también de mi prima. Las saludé con una leve sonrisa, cogiendo las llaves de uno de los coches.

-Nos vemos después. No desayuno en casa hoy.-les di un beso a cada una, para después salir hacia la empresa. Conduje tranquila, con los papeles que Luc me había dado el día anterior en el asiento del copiloto.

Cuando aparqué, agarré la carpeta con los papeles del divorcio y mi bolso. Subí a mi despacho, con ganas de llegar. Zafrine ya me esperaba con un café listo para mí. Le sonreí a modo de agradecimiento, invitándola a pasar a mi despacho para que ella tomase también uno.

-La sala de reuniones está ya lista. Su tío me ha preguntado que para qué la quería y no le dije nada, porque no se si debía saberlo.-asentí.-también su marido ya está aquí desde hace un rato. Está en su despacho.

-Vale, gracias. Iré a verlo ahora mismo. Tengo que hablar una cosa con él y quizás luego te reclame. Cuando venga mi suegro, hazlo pasar a la sala de reuniones. ¡Ah! Mi abogado y el de mi marido vendrán en un rato, hazles pasar también. A la reunión es necesario que vayan.-dije levantándome con el café en las manos.

-Muy bien, señorita Leichmann. Si no necesita nada más, la dejo que vaya con su marido.

Salí de allí con calma, caminando hacia el despacho de mi marido. Al llegar, llamé a la puerta antes de entrar. Cuando le escuché un “adelante”, entré sonriendo, cosa que le hizo sonreírme. Se levantó de su asiento, dejando los papeles encima de la mesa, acercándose a mi. Me agarró de la cintura pegándole a él. Me besó despacio, disfrutando del contacto, de la cercanía, del cariño que me daba…

-Hola…que buen recibimiento…-dije contra sus labios en susurros. Luc sonrió mirándole, acariciando mi mejilla.-¿Listo para el día de hoy? Creo que será ajetreado y movidito.-rocé nuestras narices.

-Lo sé…pero quiero hacerlo. Tengo ganas. Acabar esto de una vez.-dio un dulce beso en la punta de mi nariz.-Necesito hacerlo ya. Liquidarlo y volver a nuestra vida, de la que tenemos que hablar.

-Dime. Desembucha por esa boquita. ¿De qué tenemos que hablar exactamente?-pregunté interesada, apoyándome en la mesa del despacho de mi marido.

Un matrimonio a la fuerzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora