Prólogo

440 30 0
                                    

Michelle se había despertado con el corazón acelerado debido a las pesadillas, su cuerpo estaba bañado en sudor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Michelle se había despertado con el corazón acelerado debido a las pesadillas, su cuerpo estaba bañado en sudor. Sin embargo, la luz del atardecer le hizo ver al hombre que se encontraba de pie junto a la puerta de su dormitorio.

De inmediato la chica se levantó y se acercó a él, por unos segundos escaneó su rostro en busca de alguna señal que le advirtiera su estado de ánimo. Solo notó su cansancio, y sintió la tensión que crecía mientras se miraban a los ojos.

−¿Vas a alejarme de aquí? -La voz de Michelle se quebró con la pregunta. −¿Por qué?

−Porque, como me has dicho a menudo, no tengo ningún derecho para retenerte aquí.

−Tiago, te lo suplico, no hagas esto...

Ella no quería llorar, no porque quisiera ocultar sus sentimientos, sino porque después de todo él tenía razón.

Había pasado cada día ideando un plan para huir de ese lugar y, cuando por fin tuvo la oportunidad, solo generó un enfrentamiento entre ilegales y soldados del Amazonas. Muchos estuvieron en peligro de muerte.

Fue por esa misma razón que debió escudriñarlo un poco más. Si tan solo hubiera pensado un poco más en él, y en el lugar de donde había llegado minutos antes, entonces ella se habría dado cuenta de la sangre que manchaba la camisa de Tiago.

Cuando Tiago se dejó caer sin fuerzas al suelo y sus ojos comenzaron a cerrarse, Micheller entró en pánico, ni siquiera notó sus propios gritos mientras dejaba caer el collar que él le había regalado.

El precio de mi libertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora