Famous. | Harry Styles

Cuarenta y tres: Come get your man.

     Desperté y estaba completamente sola, me estiré y después de unos minutos tomé mi celular, tenía muchos mensajes de Harry y de Ed, me tomé un minuto para pensar en lo que se había convertido mi vida, es una completa locura todo lo que he pasado... y todo es gracias a Orlando. 
     Busqué su número en mis contactos para ver si esta vez lograba una respuesta de su parte, llevaba meses tratando de contactarlo, pero simplemente no me contestaba; marqué su número una vez más con mucha esperanza.
     Pasaban segundos y segundos, parece que no contestará, supongo que debe estar enojado conmigo.

–¿Hola? –escucho su voz y me emociono de inmediato.

–¡Orlando! –digo con mucha emoción.– ¡Al fin me contestas!

–¡Amelia! ¡Justo estaba pensando en ti! –me dice muy contento.

–Yo también estaba pensando en ti. –le digo.– ...Quiero pedirte una disculpa por haberme alejado tanto, es totalmente mi culpa y justo estaba pensando en que todo, todo, TODO lo que tengo es gracias a ti, me he comportado como una desagradecida contigo.

     Escucho su característica risa.

–Si que tardaste mucho en volver a hablarme, pero te entiendo, fue todo un cambio para ti. –me dice.– Aunque, yo tuve un poco de culpa en no contestar tus llamadas. –dice un poco avergonzado.

–Tengo varias teorías sobre eso. –le digo mientras me acomodo en mi cama.– Creo que estás enojado conmigo por distanciarme, también llegué a pensar que cambiaste de número pero ahora veo que no, así que ahora veo que me ignorabas rotundamente.

–Estás en lo correcto. –se atreve a decir.– Yo conocí a una Amelia muy diferente a la que veía en televisión, no estaba dispuesto a conocer a la Amelia mala.

–Fue una etapa. –le digo.– Pero estoy madurando.

–Lo sé. –me dice y sé que se siente muy feliz de escuchar eso.– Por eso contesté tu llamada.

     Nos reímos y al terminar las risas suspiré profundamente.

–Te extraño mucho. -le digo.– Necesitaba un golpe de realidad en este momento.

–¿Qué sucede? –pregunta preocupado.

–No lo sé, sé que apenas voy comenzando como cantante, pero me siento estancada de alguna forma.

–¿Estancada como?

–Mm, con mi música y conmigo misma. –contesto.– Me gusta todo lo que he cantado, pero siento que tengo más que ofrecer, quisiera sacar un disco, irme de tour, cambiar mi imagen, todo.

–¿No has hablado con tu manager sobre eso?

    Me reí al escuchar la palabra "manager" pues Ed parece todo, menos mi manager, y creo que ese es el problema.

–No. –le digo.– Hablaré con él sobre eso.

–Sería lo mejor. –me dice.– Si necesitas ayuda... sabes que yo compongo muy bien.

–¡Si! –contesto muy emocionada.– Orlando, necesito que vengas en este momento a Los Ángeles y seas mi compositor. No necesitas currículum, estás contratado.

Se queda completamente en silencio y yo solamente tiemblo de los nervios por que diga que si.

–Amelia... literalmente no puedo rechazar esta oferta. –contesta.

Los dos comenzamos a gritar de felicidad y yo salté en la cama muy feliz, vi a Harry entrar por la puerta y rápidamente cambió su cara a sorpresa.