Dos enormes embarcaciones habían llegado al embarcadero de Dunvegan… cuyo significado era sombrío para todos los McLeod, en especial a uno… pues esos barcos habían llegado a dejar sin su corazón al clan, ya que al día siguiente arrancarían de entre ellos a su señora… llegaban por Ailsa!!
Los dos meses habían pasado volando… y el plazo de su matrimonio se había cumplido, a la mañana siguiente, Ailsa debía partir a tomar posesión del trono que su padre le cedería en un tiempo.
Después de la muerte de Roderick, tanto Duncan como Ailsa, fueron citados por el consejo de las demás islas, quienes se mostraron agradecidos por haberlos librado de alguien como Roderick McRuairi, pero su clan había quedado sin Laird, y exigían uno… querían a Duncan como su Laird.
- Como ves Laird McLeod… la gente de los McRuairi te quiere para que les gobiernes, así como todos nosotros te hemos querido como rey, tu liderazgo, justicia, honor y valor han cruzado las fronteras, y ahora que el pueblo ha quedado sin su Laird por tu mano, quieres a cambio que seas tú su Laird.
Duncan y Ailsa escuchaban las palabras del consejo, quienes al mirar a la mujer del Laird, quedaron embobados por su belleza.
- Para mí es un honor muy grande que piensen en mí para gobernarlos, pero debo declinar su oferta, como les dije, Duncan McLeod estará para cualquiera de ustedes, si llegaran a tener algún problema… pero Dunvegan es mi pueblo, y me debo a ellos.
Fue Ailsa quien levantó la voz para hablar…
- Hay una salida…
Pero uno de los concejales la calló con unas duras palabras.
- Calla mujer… en este consejo, solo tienen la palabra los Laird de cada una de las islas… las mujeres no deberían estar aquí, así que tus palabras…
- Te aconsejo, si amas tu cabeza, no vuelvas a hablarle a mi mujer de esa forma… porque si no te mato yo, créeme que ella es lo suficientemente capaz de hacerlo sin siquiera mover un dedo!!
Y volviéndose a Ailsa… Duncan la conmino a seguir hablando.
- Dinos Ailsa… que sugieres!!
Como no amar a ese hombre!! Lo que sucedió fue lo mismo que paso su madre ante el consejo de los Tuatha Dé, resolviéndolo sola… porque no tenía quien diera la cara por ella, pero esta vez era distinto, su Duncan la defendía con fiereza ante todos, haciéndola respetar y escuchar.
- Sugiero que alguien del mismo clan de los McRuairi sea escogido para gobernarlos, debe ser reconocido no solo por su pericia como guerrero, sino por otras cualidades, las mismas que mi marido posee, las cuales debe demostrar ante ustedes como consejo, una vez elegido, que éste pase un tiempo en tierra McLeod para ser entrenado por la mano de Duncan… una vez tome su lugar, será observado por ustedes durante un tiempo antes de dejarlo como señor absoluto de ese pueblo.
- La idea es, que la gente del clan McRuairi, tenga como jefe a alguien que no se preocupe tanto por crear una enorme tropa, piratear o hacerse de riquezas, sino que tengan a alguien que se preocupe por ellos, les proteja y les ame como un pueblo se merece… esa es mi sugerencia.
Duncan sonreía complacido de su banshee… Escuchar a Ailsa hablar y exponer sus ideas, que dicho sea de paso, eran muy buenas, lo llenaba de un enorme sentimiento de orgullo, sin duda, sería una reina maravillosa, tanto como lo era para su clan.
Una semana después de la reunión con el consejo, llegó a tierras McLeod un joven, quien sería el futuro Laird de los McRuairi, quien fue entregado a las manos de Duncan para su preparación y así fue, tanto Duncan como Ailsa, tomaron en serio la enseñanza del joven de nombre Liam, quien no los defraudo, aparte de inteligente, Liam era un chico con sentimientos cálidos y comprometidos… sin duda sería un excelente Laird.
Fue por ello que el tiempo paso volando, entre las obligaciones del clan y las enseñanzas a Liam, no se dieron cuenta hasta que una noche… cayeron en cuenta que sería la última que estuvieran juntos.
No durmieron… no podían… la noche se pasó entre apasionados interludios amorosos, así como entre lágrimas y palabras de amor de ambos… Duncan se sentía desesperado porque el amor de su vida se iba de su lado.
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Amor entre Fuego y Orgullo McLeod
Roman d'amourDuncan McLeod se ha casado por "salvar a su clan", al menos eso es lo que él piensa y quiere hacer creer, pero la atracción que siente por su ahora esposa, es muy fuerte, algo que el se lo atribuye a la pasión y la lujuria, asi como a su arrebatador...