Capitulo No.39 - Déjame Ir.

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El momento había llegado!! Y aunque su rostro no decía nada, lo que más se le antojaba era encerrarse en el coche y que nadie la molestara hasta que Duncan apareciera… pero al parecer a su esposo le había sido imposible hacer algo… y no lo culpaba, la condición humana era tan débil ante ellos.
El coche se abrió de repente, uno de los guerreros se asomó y le dirigió una sonrisa amable.
-Su Alteza… es el momento!!
Ailsa comenzó a hiperventilar… sentía un ahogo y comenzó a temblar de pies a cabeza… alarmando al guardia que la esperaba.
-Por favor deme un momento para recomponerme… los nervios me están jugando una mala jugada.
-Por supuesto Su Alteza… estaré aquí afuera hasta que se sienta mejor… no dejaré que nadie la incomode.
Ailsa verdaderamente agradeció aquel gesto de compasión de aquel hombre… que creyó que realmente eran los nervios los que la tenían en ese estado, pero no… como le decía que se estaba muriendo de miedo, angustia, de tristeza e impotencia!!

Cerro sus ojos y abrazó a su hijo… en estos momentos, su bebé era como un asidero, un puerto seguro en las turbulentas aguas de su vida… sin poder contenerse, comenzó a llorar… no quería… Por todo lo que era sagrado!! Ella no quería el destino que...

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Cerro sus ojos y abrazó a su hijo… en estos momentos, su bebé era como un asidero, un puerto seguro en las turbulentas aguas de su vida… sin poder contenerse, comenzó a llorar… no quería… Por todo lo que era sagrado!! Ella no quería el destino que forzosamente la estaban obligando a tomar!!
Así estuvo por mucho rato… con sus ojos cerrados, hasta que la portezuela del coche se volvió a abrir, de nuevo por el mismo hombre que lucía algo apenado.
-Por favor perdone mi intromisión Su Alteza… pero su tardanza los tiene inquietos y amenazan con venir a ver qué sucede!! Les he dicho que está algo indispuesta.
Un suspiro cansado salió de ella… no podía aplazar lo inevitable… así que haciendo acopio del poco valor que le quedaba, tomo la mano de aquel hombre que la ayudaba a salir del coche… quedando congelada ante la vista de toda aquella gente que se había reunido para presenciar la sucesión… una leve presión en sus dedos, hizo volver la mirada al guerrero.
-No tema Su Alteza… usted será una gran reina!!
Una triste sonrisa salió de sus labios para aquel ser, que, sin proponérselo le mostraba su apoyo en el momento que más lo necesitaba… debía hacer el recorrido hasta llegar al frente de su padre.
Música de varios instrumentos comenzó cuando ella se atrevió a dar el primer paso… cada una de sus pisadas las hacía por pura fuerza de voluntad… lo que quería era salir corriendo de ahí y no regresar nunca!!
El trayecto se le hizo eterno… o es que ella avanzaba lo más lento posible… cuando vislumbró a su padre sentado en su trono, tan imponente y majestuoso, también notó que su madre se sentaba a su lado… pero se le hizo raro ver su rostro confundido al verla llegar.
Al llegar frente a su padre, hizo la reverencia correspondiente, e igual la hizo ante su madre, que levantándose de su asiento, la abrazó, susurrándole al oído…

Al llegar frente a su padre, hizo la reverencia correspondiente, e igual la hizo ante su madre, que levantándose de su asiento, la abrazó, susurrándole al oído…

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Amor entre Fuego y Orgullo McLeodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora