La perdición de Asher Walker (Blake Gray)

Capítulo 3

Me costó bastante despertarme la mañana siguiente para ir a clase, ya que apenas habíamos dormido. En el momento en el que abrí ojos decidí que no volvería a ir a ninguna fiesta si no era en fin de semana.

Mía me acompañó hasta el aula 3c a primera hora de la mañana tras desearme mucha suerte, durante la primera clase estuve realmente nerviosa, pero mis nervios disminuyeron cuando comencé ha hablar con una chica que se sentó a mi lado, Scarlett, me contó que su primo ya había estudiado periodismo al igual que nosotras en esta universidad y me aseguró que no era tan difícil como todo el mundo decía. Me senté con ella durante todas las clases del primer día, y el tiempo se me pasó volando.

Hasta entonces mis primeras impresiones fueron bastante buenas, los profesores habían sido muy amables conmigo, aunque por mi experiencia en el instituto, al principio todos parecían majos, pero conforme los conocías algunos podían defraudarte y no ser como esperabas, así que no me hice ilusiones de que todos fueran a ser tan agradables siempre. Lo único que sabía es que iba a estudiar y a esforzarme para sacar buenas notas y que tuvieran una buena impresión de mi.

Después de terminar las clases me encontré con Mía y Emma y nos dirigimos al comedor.

—¿Qué tal el primer día de verdad? -se interesó Mía.
—Bastante bien, la verdad. -respondí.
—Pues va a mejorar en un momento, cuando descubras que la comida aquí está deliciosa, en este comedor no es horrible como la pintan en todos lados. -dijo Emma.

Me alegré al escuchar eso, porque lo cierto es que estaba muerta de hambre. Cogimos una bandeja cada una y nos acercamos al mostrador con comida, era parecido a un buffet, yo elegí unos macarrones a la carbonara, ensalada y una manzana de postre. Escuché una voz masculina que nos llamó.

Me di la vuelta y casi algo corriendo cuando veo a Chris y a Asher esperándonos sentados en una mesa.

—¡Os estábamos esperando! -dijo Chris.

Comenzamos a caminar hacia ellos y nos sentamos en la mesa.

—¿Que tal las clases? -preguntó el rubio.

Las tres le respondimos que bien, mientras ellas le daban más detalles sobre su día, yo no pude dejar de fijarme en Asher, me preguntaba cómo podía estar tan entero después de la borrachera que se cogió ayer. Mía pareció oír mis pensamientos porque enseguida cambió el tema de la conversación y se preocupó por él.

—¿Y a ti, ya se te ha pasado el pedo? -le preguntó.

Él alzó la vista distraído y se encogió de hombros.

—Sí. -fue lo único que dijo.

Todos nos quedamos callados.

—¿Sabes? Nosotros fuimos los que recogimos tu casa cuando te fuiste a sobar. -continuó Mía- estuvimos dos horas limpiando la porquería que montaste.

Por alguna razón Asher me miró a mi.

—¿Tu también? -me preguntó.

Asentí con la cabeza. Yo limpié igual que todos, no podría haber abandonado a los demás y pirarme, y me daba pena dejar la casa así, a pesar de que ese tío hubiera sido grosero conmigo... yo no era así.

—¿Porqué? -insistió.
—Para terminar antes. -respondí.

No le mentí. Cuando la fiesta acabo yo solo estaba deseando terminar de limpiar para poder irme a dormir.

Él bajó la mirada y por un momento pareció arrepentido.

—Gracias. -susurró.

Al menos lo agradeció, por alguna razón pensé que los demás no estaban acostumbrados a escuchar esas palabras de la boca de Asher.