Capítulo 2

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Después de cenar Mía y yo nos dirigimos a recoger a una amiga suya e ir a la fiesta. Yo estaba nerviosa, porque no sabía muy bien que esperarme de mi primera fiesta universitaria, no sabía si serían tan increíbles y alocadas como en las películas o si serían más tranquilas, al igual que las pocas a las que había acudido en el instituto.

Miré a mis pies desde el asiento trasero del coche de Mía, me había puesto unas sandalias de color dorado y un vestido negro básico pero bonito, mi compañera de habitación, en cambio, llevaba un vestido rosa realmente despampanante, con un maquillaje más llamativo que el mío, pero le quedaba francamente bien.

Paramos delante de una casa grande con jardín.

—Es aquí, voy a avisarle de que ya estamos. -dijo.

Envío un mensaje con su móvil y al instante una chica pelirroja salió de la casa en dirección al coche.

—¡Hola tía! Emma, ella es Harper, Harper, esta es Emma. -nos presentó Mía.
—¡Encantada! Me alegro de que haya una chica nueva en el grupo, así somos más que los chicos. -dijo entre risas.
—Igualmente, ¿a qué grupo te refieres? -dije con curiosidad.
—Ya sabes, de amigos, ahora te los presentaremos. -me contestó ella.

Asentí sonriente y continuamos hacia la fiesta, Mía no me había dicho donde era exactamente, en cualquier caso me alegraba de que fuera a conocer a personas nuevas.

Ellas estuvieron hablando y contándose los cotilleos ocurridos durante el verano en el camino hasta que aparcamos frente a una de las casas más impresionantes que había visto en mi vida, podía ver un jardín y una piscina tras una verja que protegía la entrada, y una fachada grande y blanca de dos pisos tras ella.

—Wow. -susurré.

Las tres bajamos del coche y caminamos hasta la verja, la cual se abrió cuando Mía dijo algo en el telefonillo que había al lado de esta. Acto seguido caminamos atravesando el jardín y la piscina hasta la entrada, Mía y Emma se miraron y sonrieron al ver mi cara asombrada por la fantástica casa en la estábamos, después tocamos al timbre y un chico moreno con ojos verdes, nos abrió la puerta.

—¡Hola chicas! -nos saludó.

Parecía tener unos años menos que nosotras, aunque era bastante mono.

—Hola Evan, esta es Harper, la nueva.
—Es un placer conocerte, bienvenida al hogar de los Walker, que disfrutéis. -se hizo a un lado para dejarnos pasar.

Yo le dediqué una sonrisa amable y le di las gracias antes de entrar en la casa. La música animaba el ambiente, la casa no me defraudó una vez dentro, el salón era enorme y había bastante gente, aunque mucha menos de la que esperaba por la forma en la que me describió Mía.

Las chicas cogieron vasos de plástico rojo y me dieron uno para mi. Me dijeron que me sirviera lo que quisiera, yo me quedé pensativa, la mesa estaba llena de bebidas y yo solo había probado una de ellas, el vodka, no solía beber así que lo mezclé con coca-cola para que no estuviera tan fuerte.

Justo cuando le di el primer sorbo, un chico con el pelo negro se acercó a nosotras, era guapo, muy guapo, lo primero en lo que me fijé de él fue en sus ojos, eran de color azul claro, fácilmente los ojos más bonitos que había visto en mi vida, a pesar de que estaban un poco entrecerrados debido a que tenía el ceño fruncido.

—Hey. -dijo mirando a Mía y a Emma, después posó su mirada en sobre mi- ¿quién es esta? -les preguntó.

Le contesté yo aunque no me hubiera preguntado a mi.

—Soy Harper, la nueva compañera de habitación de Mía.

Él se giró para mirarme, posando su mirada gélida sobre mi, se puso las manos en las caderas y se inclinó hacia mi.

La perdición de Asher Walker (Blake Gray)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora