Capítulo 7

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Al siguiente día teníamos clase de tutoría con la señorita Weister, me desperté nerviosa porque quería descrubrir que le había parecido nuestro trabajo, así que me metí en la ducha temprano, metí los libros de las clases de esa mañana en mi mochila y me dirigí al aula después de despedirme de Mía.

Las primeras dos horas de clase se me hicieron eternas hasta que tocó tutoría. Cuando llegó la hora (por fin) me senté en el mismo sitio donde lo hice el viernes pasado y busqué a Asher con la mirada cuando empezó a entrar gente.

Todos los alumnos tomaron asiento, no había ni rastro de él, la profesora entro, comenzó a hablar y miré el reloj de la pared del aula que indicaba que la clase había comenzado hacia ya cinco minutos.

Mire el asiento vacio a mi lado, preocuoada, cuando una melena oscura abrió la puerta y todas las miradas, incluida la de la señorita Weister (la cual se calló porque acababa de interrumpirla) , se centraron en él. Un silencio incómodo se instauró en el sitio de repente.

--Llegas tarde. -le regañó.
--Perdón.
--¿Sabes? No debería dejarte entrar, las normas dicen que debes esperar a que termine la clase para no interrumpir... -suspiró- pero haré la vista gorda porque ha sido la primera vez que ocurre, que no se repita.

Asher asintió con la cabeza y entró, se sentó a mi lado y agradecí que la profesora continuara hablando para no tener que decirle nada.

--Como os iba diciendo, he recibido casi todos vuestros trabajos y por suerte he podido echarles un vistazo para comentarlos con vosotros durante la clase de hoy.

Dicho esto, habló sobre los trabajos de los estudiantes por orden de lista, no sé en qué puesto estaba yo, o Asher, pero la clase estaba, al igual que la primera vez, llena de gente, así que supuse que iba a tardar en llegar nuestro turno.

Me giré para encontrarme con sus ojos azules, tenía la mirada fija en la mesa en la que tenía los brazos apoyados. En ellos se marcaban algunas venas, se notaba que iba al gimnasio.

--Bueno, -intenté buscar algún tema del que hablar, se me hacía extraño quedarme en silencio -¿qué vas ha hacer este finde?

Me miró y se encogió de hombros.

--No tengo planes.
--Pues ya somos dos. -admití.
--¿Vas a quedarte estudiando otra vez? -sonó acusador, pero lo dijo con una leve sonrisa que parecía sincera.
--No, no creo, la verdad, supongo que veré películas con Mía o algo así.

Asintió y nuestras miradas se dirigieron hasta la de la profesora cuando dijo mi nombre.

--Harper Williams junto con...
--Asher Walker -la ayudé.
--Ah si, gracias. -entrelazó las manos en su mesa- Chicos, tengo que felicitaros, Harper, me han parecido muy interesantes tus pensamientos respecto a este año, y agradezco que me hayas hablado sobre tus sentimientos, lo que hay dentro de tu cabeza sin olvidar lo que hay en tu corazón. Has hecho un trabajo fantástico narrando el trabajo, el cual estoy segura de que no hubieras podido hacer sin la ayuda de Asher. Ya sabéis que no puntúo este primer trabajo, pero si lo hiciera sin duda os pondría un sobresaliente. Enhorabuena.

Mientras pronunciaba sus palabras fui poniendome más y más eufórica, hasta el punto en el que, cuando terminó, estaba realmente feliz, tan feliz, que actué sin pensar, ya que de repente me lancé hasta Asher para rodearlo con los brazos, no me di cuenta de lo que estaba haciendo hasta que ya estaba pegada a su cuerpo. Casi me muero de verguenza, quise salir corriendo, hasta que sentí que sus brazos acariciaban mi espalda de arriba abajo, y noté su sonrisa contra mi cuello.

--Felicidades. -susurró aún abrazado a mi.

Me separé de él ruborizada y sonreí.

--Lo mismo digo, esto es cosa de los dos. -le dije a Asher. -Gracias. -esta vez mis palabras iban para la profesora. Aunque a él también tenía mucho que agradecerle.

La perdición de Asher Walker (Blake Gray)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora