La perdición de Asher Walker (Blake Gray)

Capítulo 13

Narra Mía:

Miré la hora en mi móvil antes de abrir la puerta de la habitación con cuidado, eran las seis de la madrugada, no tenía planeado quedarme en la fiesta hasta tan tarde, pero lo cierto es que me lo había pasado muy bien. Me lo pasé tan bien que no me di cuenta de que Asher se había marchado hasta que Chris me lo dijo mientras bailábamos sobre la arena de la playa.

Cerré la puerta a mis espaldas lo más despacio que pude y con los ojos cerrados, después me giré y mis ojos se abrieron como platos al descubrir a mi querida amiga Harper, esa que no quería ni ver a Asher, estaba dormida entre sus brazos en su cama.

-¿Qué cojones? -susurré.

Ella no me escuchó y continuó durmiendo, pero Asher abrió los ojos despacio y se pegó un susto al verme de pie delante de él.

-¿Qué haces aquí? -pregunté.

Se separó de Harper con cuidado y se levantó de la cama.

-Eh... tenía que hablar con ella y se puso enferma y vomitó anoche, pensé que debería quedarme por si me necesitaba. -dijo bajito.

Parecía mentira que fuera Asher el que me estaba hablando, él, preocupado por alguien que no era él mismo, era una novedad. Pero lo que más me sorprendió es que me pareció que estaba siendo sincero.

-Ya... ya puedo cuidarla yo. -dije y pilló la indirecta.
-Sí. -miró la hora en su reloj- debería marcharme, mi madre pensará que aún estoy en la fiesta, ¿puedes decirle qué...?

Dejó de hablar y le noté nervioso. Supe que le ponía tímido decirme eso que quería que le transmitiera a Harper.

-¿El qué? -insistí.
-Que me hubiera encantando quedarme con ella hasta que se despertara, pero tenía que marcharme, dile... dile que me quedé y durmamos juntos todo el tiempo que pude.

Asentí con la cabeza y le prometí que se lo diría a mi amiga en cuanto se despertara.

Sonrió a modo de agradecimiento. No me esperaba escuchar palabras así de su boca, parecía tan... vulnerable, feliz, tan distinto.

Comprobó que no se olvidaba de nada y se dirigió a la salida, abrí la puerta y salió, yo me quedé aguantándola y le miré a los ojos antes de que se marchara.

-Asher. -llamé su atención.
-¿Si?

Miré a Harper, aún dormida, y después volví a fijarme en sus ojos.

-No le hagas daño, por favor. -le pedí.

Asintió con la cabeza y después sus labios se curvaron hacia arriba.

-No lo haré. -me prometió.

Se alejó por el pasillo de la residencia de estudiantes y yo me quedé parada mirando como se alejaba. Estaba tranquila, porque, para bien o para mal, por alguna razón... le creí.

Me acosté en la cama y un montón de recuerdos azotaron mi mente cuando cerré los ojos. Volví a ese día de invierno de hacía ya un año, en la entrada de la universidad.

-¿Qué narices te pasó ayer? Te estuve esperando todo el día en la cafetería y no apareciste. -le dije a Asher mientras venía hacia mi.
-Te dejo. -fue todo lo que dijo.