La perdición de Asher Walker (Blake Gray)

Capítulo 19

Al siguiente día, me desperté sola en mi habitación, Mía debía de haber salido, así que me puse a recoger un poco mi cama y desayuné algo que encontré en la nevera.

Las horas pasaron y empezaba a preocuparme, ya que Mía no volvía a casa, así que le mandé un mensaje preguntándole dónde estaba, al rato, escuché que alguien llamaba a la puerta y me relajé, me levanté para abrir y me sorprendí al ver a Asher al otro lado.

Llevaba gorra, una camiseta gris y vaqueros, estaba ten guapo como siempre.

El día anterior habíamos tenido una pequeña discusión y no sabía muy bien qué decirle, aunque por suerte no tuve que hablar yo primero, porque él me dijo algo nada más verme.

—Estoy enamorado de ti. -soltó de repente.

Yo sonreí, feliz.

Abrí la boca para invitarle a entrar dentro ya que hacía un poco de frío en el pasillo pero me interrumpió.

—Espera, déjame terminar, por favor. Te preguntarás por qué me presento así sin avisar pero llevo desde ayer queriendo decírtelo y quería hacerlo en persona, quiero ser honesto contigo, y sé que soy un desastre y que te he metido en muchos líos, pero, voy a intentar que eso no vuelva suceder, también quería pedirte perdón por ser un gilipollas ayer, sé que sólo quieres ayudarme, en cuanto a eso, he decidido que voy a dejar de lado el tema de mi padre, no voy a seguir pensando en sacarlo de la cárcel porque no puedo hacerlo y sobretodo porque no quiero que afecte a nuestra relación, y debes saber que nunca quise hacerte daño, jamás, quiero verte feliz y que sonrías de esa forma tan adorable, adoro cuando sonríes y adoro como suena tu risa, bueno, con todo esto decirte te amo como nunca había amado antes y que quiero estar contigo, siempre.

Al terminar, cogió aire, ya que debió quedarse seco de tanto hablar, y sonrió.

—Bueno, ¿cómo lo ves? -me preguntó.
—Lo veo todo muy claro, quiero estar contigo el resto de mi vida. Lo que acabas de decirme es lo más bonito que me han dicho nunca. Amo tu sonrisa, tu mirada, amo incluso tus imperfecciones, y... a propósito, al principio iba a proponerte que entraras dentro para no congelarte ahí fuera.

Se puso rojo y se rió.

—Ah. -susurró.

Yo me reí también.

Me acerqué a él y le di un abrazo en un beso en los labios. Me sentía tan afortunada de tenerle en mi vida...

Al igual que sabía que no era un chico fácil, y que habíamos tenido algunos problemas, me sentía más querida que nunca.

—¿Quieres que demos una vuelta? -sugirió.
—Sí, pero... es casi la hora de comer.
—Venga, quiero estar con mi novia. -dijo con un puchero, refiriéndose a mi.

No hará falta decir, que acepté. Digamos que Asher era capaz de convencerme de cualquier cosa cuando hacía pucheros.

Me arreglé un poco y salimos a caminar de la mano, charlando de todo y nada a la vez, riéndonos de cada tontería que decíamos y en definitiva, siendo felices el uno con el otro.

Cuando llevábamos un rato con el paseo, reconocí los lugares por los que estábamos pasando, había hecho ese recorrido muchas veces y sabía perfectamente adonde me estaba llevando.

—¿Vamos a comer al Louie Bar a comer? -dije con una sonrisa.
—Aaah. -se encogió de hombros.

Yo enarqué una ceja, ¿por qué no quería decírmelo?

Llegamos al bar y al entrar me sorprendí al ver a Chris, Emma y Mía sentados en nuestra mesa de siempre.

—¡Hola! -dijeron los tres.
—Hola chicos, Mía, estaba preocupada, no sabía dónde estabas, te he mandado mensajes. -le comuniqué.
—Lo sé, siento no haberte respondido pero queríamos hacerte esta sorpresita.