"En el hueco de un sauce llorón, te evitaré los dolores... y nuestros cuerpos florecerán entre lágrimas"
XXVII
Uenoyama había escuchado las palabras de Mafuyu a través de la puerta, su intención no fue ser entrometido, más bien quería asegurarse de que Mafuyu se encontrara bien.
Se arrepintió de haber escuchado aquello ya después, pero en el instante, una sensación de júbilo se expandió por su pecho al oír que Mafuyu lo consideraba el padre de Mitsuki.
Sin embargo, una parte de él le gritaba que era incorrecto, no sabía con exactitud cómo o por qué, pero que Mafuyu le haya negado a Yuki la paternidad, se le hacía algo erróneo, y le habría gustado no haber escuchado la conversación, así por lo menos no sería consiente del dolor que Mafuyu había sentido. Porque, aunque el mismo Mafuyu lo negara después, había sentido mucho dolor. Uenoyama lo sabía, después de todo la conexión entre ambos no podía mentirle; se trataba de una sensación lejana, pero presente.
De cualquier manera, todo eso se esfumó en el instante en el que Mafuyu llegó a su lado y tras observar por algunos minutos a Mitsuki, él le dijo algo que lo dejó perplejo.
-Quiero que me marques como tu Omega, Uenoyama-kun– fueron las palabras de Mafuyu.
-Pero... ¿no es muy pronto?– preguntó Uenoyama, en su mente estaba la ilusión de cómo tantas veces se había imaginado que Mafuyu le pidiera aquello, pero en ninguna su respuesta era así de decepcionante.
-¿No... estás listo?- la mirada de Mafuyu reflejó un poco de duda y ¿arrepentimiento?
Así que Uenoyama al ver aquello se alarmó, no quería que Mafuyu decidiera apartarlo también.
-No, sí lo estoy... quiero decir, estamos empezando de cero, y yo... no lo imaginé de esta manera.
Confesó apostando sus sentimientos ante la posible reacción de Mafuyu. Por fortuna, el omega, sin soltar la mano de Uenoyama y mirándolo a los ojos, sonrió y asintió un par de veces.
-Bien.
Fue lo único que dijo antes de volver su completa atención hacia Mitsuki.
Luego, Uenoyama recordó el porqué de estar ahí, y se avergonzó un poco por el recuerdo.
Después de saber que Akihiko había cancelado el ensayo, su cuerpo había caminado en dirección a casa de Mafuyu por simple inercia, como si eso le pidiera a cada momento, lo cual, era verdad; cada vez tenía esa necesidad de tenerlo cerca, como si temiera que en algún momento pudiera desaparecer.
En algunas ocasiones, lo sentía incluso estando Mafuyu a su lado. Pero el simple hecho de tocarlo y sentir su esencia, le borraba esas horribles sospechas.
Así que, por el mismo motivo, abrazó de pronto a Mafuyu y le susurró lo que había querido decirle en cuanto lo vio minutos atrás en la puerta.
-Tengamos una cita... y no importa si es aquí mismo, o cuidando a Mitsuki, yo quiero...
Fue callado por los labios de Mafuyu: cálidos y ligeramente húmedos. Un beso que era la respuesta a su petición y que, de alguna manera, fue la demostración de lo mucho que Mafuyu había esperado por eso.
XXVIII
La mente de Yuki fue lo suficientemente débil como para dejarse manipular por pensamientos absurdos. Tal vez sucedía porque ya no lo soportaba, porque en el pasado había sido el ancla de Mafuyu. Pero en ese momento ya no era nada; ni hombre, ni amigo, ni amante, ni alfa para proteger a su Omega.
Solo un cuerpo conformado por huesos y músculos, sangre y órganos, un cuerpo que iba sin rumbo. Se sentía triste y traicionado por Mafuyu quien fue el único hombre al que amó y que, temía, sería al que amaría hasta el final de sus días.
Sabía desde las profundidades de su mente que beber como lo hacía en ese momento estaba mal, pero de alguna manera, aquella razón la daba por perdida, porque quería sentirse mejor.
Tenía tantas llamadas perdidas de Shizusumi y Hiiragi que prefirió apagar su teléfono y dejarlo lejos, ni siquiera había atendido las veces que su madre le envío mensajes.
Porque, ¿acaso algo importaba ya?, si su vida carecía de sentido, si Mafuyu encontró a alguien más, si él mismo había fracasado en lo único que lo motivaba. ¿Y sí ya no regresaba más? Se preguntó al recordar las últimas palabras de Mafuyu.
Y realmente estuvo a punto de tomar una fuerte decisión antes de escuchar los golpes de la puerta uno tras otro sin parar. En su desesperación, creyó que sería Mafuyu quien se encontraba del otro lado, sin embargo, no lo descubrió en ese momento al quedarse dormido aun sosteniendo la botella.
Nota: Lo sé, es un capítulo muy corto, pero es necesario para los siguientes.
Espero que no se hayan olvidado de la historia, les aseguro que yo no lo he hecho, es solo que he modificado algunos aspectos.Bueno, sin más que decirles solo me queda agradecerles por seguir leyendo <3
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Winter
FanfictionMafuyu fue abandonado por Yuki antes de si quiera saber que esperaba un hijo, así que sobrevive solo mientras un pequeño crece dentro de su cuerpo. Él conoce a un par de personas que logran animarlo en los últimos meses de su embarazo, y gracias a...