IV. No, no eran poderes.

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Capítulo dedicado a: ValeriaKnobloch

-a ver, espera un rato... ¿poderes? ¿pero qué dice parce? ¿ha vuelto a las drogas Alex?
-preguntó Julián viéndome como si me hubiese vuelto loco

-¡tío te lo digo enserio! ¡mira!
-le enseñé la extraña figura estimulada en la palma de mi mano

-bueno Alex pero eso no explica nada, una mancha puede salirle a cualquiera... ¿pero poderes?
-dijo sin creerme.

La verdad es que ni yo mismo me creía, el hecho de que una anomalía tan rara pasó en la palma de mi mano, no quiere decir que tenga poderes, es decir, pudo haber sido una mera coincidencia que yo al tiempo que halla empuñado mi mano, las luces hallan explotado.

La verdad no lo sé, pero no quisiese creer otra cosa.

-vale, como sea Alex, lo dejaré con sus problemas de la cabeza
-me dijo Julián irónicamente

-la cosa es, mi tía quiere llevarme a una conferencia de su trabajo, la verdad me da muchísima flojera ir, y si va un amigo conmigo no me aburriré tanto -me sonrió

-¿vendría conmigo? -me preguntó con mirada de chachorrito, rasqué mi nuca

-la verdad no lo sé Julián, hoy no trabajaré, pero la verdad no tenía en mi lista de pendientes ir a aburrirme en una conferencia -le dije haciendo una cara de pereza

-¡oh por favor parce! no tendremos que entrar a la conferencia si va conmigo, podríamos quedarnos afuera charlando -me dijo, suspiré

-vale, iré contigo, pero sólo por el simple hecho de que no quiero pasar una tarde entera en mi casa soportando a Elizabeth
-acepté después de todo, Julián expresó pena

-¿su madre sigue en las drogas?
-me preguntó viéndome triste, suspiré

-si... entiendo que papá halla querido dejarnos, claro, nadie soportaría ser esposa de... eso
-dije con mi mirada perdida

-Oiga, no la trate así, después de todo ¿es su mamá no? Sin ella usted no podría estar aquí, ella le dio la vida -trató de encontrar mi mirada que vagabundeaba tristemente en el recuerdo

-pues tal vez me hubiese hecho un favor... yo no pedí nacer ¿si?
creo que si yo no hubiese nacido, la vida de muchas personas sería más fácil de lo que es ahora, por ejemplo, mis hermanos tampoco hubiesen nacido y no estarían sufriendo esta infancia tan cruel junto la escasez del dinero, papá jamás hubiese tenido que casarse con Elizabeth y ella jamás hubiese sido tan desgraciada como lo es ahora, sería feliz viviendo su vida -dije tratando de que mi voz no fallara

-No diga eso Alex, también si usted no hubiese nacido, yo jamás lo hubiese conocido, jamás hubiera experimentado lo que es la amistad verdadera, porque ambos sabemos que los dos somos un desastre para socializar... aparte, Adrian tampoco lo hubiese conocido
-mencionar el nombre de mi mejor amigo, tal vez no fue buena idea considerando la situación sentimental en la que me encuentro

-¿Adrian? ¿que importa Adrian? me hubiese conocido o no, él siempre hubiese tenido el mismo destino... -agaché mi cabeza

-nunca me dijo que me dejaría sólo -dije en voz baja, sentí unos brazos rodearme, abrí los ojos como platos pero luego relajé mis hombros y traté de recibir el cálido abrazo que me brindaba mi amigo

-vale, ya lo pasado, pisado, no hay por qué recordar cosas que nos ponen mal, mejor vaya pensando en qué ponerse para ir a la conferencia conmigo -sonrió

~*******~

-Alex, ella es mi tía Denice, tía, él es mi amigo Alex -me presentó, sonreí y estreché la mano de la castaña

Alex ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora