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Capítulo 16

¿Estaba soñando o, acaso, como temía, aquello era realidad?

Una vez más, y por culpa de Kim, abandonaba la casa de su abuelo, en fuga hacia ninguna parte.
Corrió. Corrió hasta que tuvo que detenerse porque su corazón se sacudía enloquecido. Trató de calmarse; pensó que no debía dejarse llevar por otro de sus arrebatos. Intentó normalizar la respiración, pero lo que no conseguía ordenar eran los hechos.

¿Qué había hecho Kim con él ? ¿Por qué le había engañado así? ¿Por qué le había dicho que lo amaba? ¿Por qué tenía a esa mujer omega por amante? ¿Acaso él no era suficiente? Ahora estaba siempre dispuesto a complacerlo; es más, estaba deseoso de acostarse con él. Y Namjoon parecía disfrutarlo tanto como él. ¿Por qué, entonces? Y Taehyung no necesitaba a ningún otro alfa; la idea de un amante jamás había aparecido en su mente, ni en los peores momentos de su relación. ¿Por qué Namjoon lo había hecho, entonces?

«Tal vez sea mentira», trató de convencerse; pero sintió que se estaba engañando.

¿Para qué haría eso la tal Kwon Mei si todo era una farsa? Además, los continuos viajes de Kim a Bellafire… Viajaba casi todas las semanas, y él nunca podía acompañarlo.

Ya era de noche. El cielo, encapotado, presagiaba una tormenta. La calle estaba sumida en la oscuridad. Las farolas de las esquinas estaban apagadas y no había un solo sereno encendiéndolas.

No obstante, avizoró un grupo de personas que marchaban rumbo al río. Había comenzado la época estival y era costumbre arraigada en los de esa zona tomar baños a la caída del sol, cuando la oscuridad les servía de aliada para no revelar su semidesnudez.

Instintivamente, Taehyung los siguió de lejos. No sabía qué hacer, dónde ir. Lo único que sabía era que no deseaba regresar a su casa. Más, no quería volver a ver a Kim en su vida. Había caído bajo su hechizo como una mosca cae en un frasco con miel. Lo había seducido como a un quinceañero enamoradizo. Lo había usado como a un trapo, sólo para conseguir posición social y respetabilidad, mientras se reía de lo que sentía por él. Seguramente, la tal Kwon y él se reirían juntos después de haberse acostado y follado como animales. Sacudió la cabeza tratando de borrar esa imagen de su mente.

Sintió una terrible vergüenza. Tan dispuesto con él en la cama, y todo no había sido más que un engaño… Hasta le había confesado que lo amaba. Namjoon también le había dicho que lo amaba, que nunca había sentido lo mismo... ¿Para qué le había mentido así? Todo habría sido más fácil si ninguno de los dos hubiese dicho nada en esos momentos de excitación. Pero lo habían hecho.

Cuando el grupo hizo un alto varios metros más allá, Taehyung se detuvo. Comenzaron a desplegar unas sábanas sobre la superficie barrosa de la orilla. Nunca había comprendido qué tenía de atractivo aquel río, de color oscuro y fondo fangoso. Pero ahí estaba, observando a unos bañistas que se alistaban para arrojarse al río. Arrojarse al río. No era mala idea. Tal vez así, terminaría con todo.

—¡No! —exclamó en voz alta, pero nadie lo escuchó.

Jamás haría algo así, no era lo que realmente deseaba. Se llevó la mano al vientre y lo acarició. Ahora estaba su bebé. Nunca lo dañaría.

—¿Qué haces aquí, solo?

Taehyung dio un respingo. Se dio vuelta y se encontró con un hombre omega, parecía joven, de ojos hermosos y mirada triste. Vestía un atuendo burdo, de confección barata, atiborrado de colores vistosos. Estaba descalzo, los pies embarrados. El cabello le caía en los ojos. En una mano llevaba un balde con agua turbia y, bajo el brazo, un atado de heno.

COMO LA MARIPOSA - [NamTae] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora