COMO LA MARIPOSA - [NamTae]

13

Capítulo 13

Taehyung entró en la cocina y encontró a Dahyun sentada cerca del trébede. Lloraba sin consuelo, con su mano sosteniendo un pañuelo empapado. Algunas de las sirvientas trataban de tranquilizarla. Taehyung estaba desconcertado: no tenía la menor idea de qué podía sucederle. Pensó que tal vez se había peleado con Sang-ho. Hacía tiempo que se había dado cuenta de que eran amantes.

—Dahyun, ¿qué te pasa? Vamos, deja de llorar. Blanca, por favor, tráeme un poco de agua fresca —ordenó el omega.

—Taehyung, Dios mío… ¿Cómo haré para decírtelo?

Blanca dejó el vaso de agua sobre la mesa, cerca de Dahyun, y se retiró de allí.

Taehyung sintió una aguda opresión en el pecho.

—¿Qué pasa, Dahyun? —preguntó con miedo.

—Taehyung… No se cómo decírtelo sin que…

—¿Le pasó algo a Kim?

—No, mi niño, él está bien. Se trata… Se trata de… Jimin. Los soldados de Choi lo atraparon, a él, y al curita. Los traen para Santos Lugares.

—¡No, por Dios!

Taehyung, abrumado, se dejó caer en una banqueta, con la cabeza entre las manos. La cárcel de Santos Lugares… Nadie salía con vida de allí.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó por fin.

—Sang-ho llevó hoy al patrón a Bellafire y trajo la noticia. Dice que Choi está furioso. La familia de Jimin también. Nadie se anima a hablar en su favor. Ni su madre, ni su padre.

—¡Malditos sean! ¡Malditos cobardes! —Taehyung dio un puñetazo sobre la mesa y se puso súbitamente de pie.

—Vamos, Taehyung, no te pongas así. Ya verás que todo va a solucionarse y…

—¿Con Choi de por medio? ¡Ni lo sueñes, Dahyun! Ése… ése… Jamás los perdonará. —Hizo una pausa y volvió a sentarse—. ¿Quién es él para perdonar o no a alguien que no ha causado ningún daño? ¡Santo cielo! ¡Se cree el dueño de nuestras vidas!

—Taehyung, por favor, cállate —rogó Dahyun, mientras se aseguraba de que no hubiese ninguna sirvienta cerca. Era más que sabido: ellas y los lacayos y criados eran los espías más eficaces del rey. Por eso, siempre estaba enterado de todo.

—¿Sabes algo más?

—No, mi niño.

—¿Dices que Kim está en Bellafire?

—Sí. ¿Él no te dijo que hoy se marcharía a la ciudad? —le preguntó incrédula.

—No. Jamás me dice lo que va a hacer.

Taehyung se levantó con presteza. Estaba decidido a hacer algo. Era obvio, se le notaba en los ojos.

—Vamos, Dahyun, iremos a Bellafire. Necesito hablar con el rey. Si nadie intercede por Jimin, yo lo haré.

—¡No, Taehyung! ¡Por lo que más quieras, no lo hagas! Lo pondrás furioso, y quién sabe con qué cosas te saldrá. —La criada lo sujetaba del brazo, con pánico en la mirada.

Taehyung la observó unos instantes, tiempo suficiente para comprender que debía reflexionar acerca de sus arrebatos. Muchas veces había tenido que arrepentirse de ellos; esta vez, el asunto era demasiado delicado. Si actuaba por impulso Choi sabría rebatirle hábilmente.

No, esperaría y pensaría.

—Está bien; vamos a ver qué sucede.

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