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En la tarde puse en venta el departamento, al departamento llegó un cheque con mi liquidación por el trabajo y eso fue un cierre muy feo.

Le conté a mi vecino que me hiba con mi padre.. él se puso triste pero que si era lo mejor me apoyaría.

No pude dormir en la noche, ni pensar que hace dos días yo estaba entre los brazos de él y ahora sólo tengo sus recuerdos.

Poco a poco... con todo el tiempo posible y con el de mi lado empaque mis cosas en cajas, sólo lo primordial por que lo demás lo bote. Siempre he sido bueno desaciendome de las cosas que me atan a un lugar o a un sentimiento.

Tardé dos semanas en mudarme a la casa con papá.. estaba tan concentrado en lo mío que no me di cuenta que mi madre se casaría otra vez. Recoji su invitación del buzón que bien lleno que si estaba.

-Listo, está es la última–Dijeron dejando la caja en la cochera de la casa.

-Gracias por la ayuda Nam y Kim, no debieron pero no me quejo–Les di el refresco y los recibieron con una sonrisa.

-De nada, soy tu amigo, es lo de menos–Nam me sonrió grande. -¿Has hablado con el jefe?.

-No, no lo he llamado y como me dijeron por ahí–Mire a Kim. -"Espera, no lo hagas que si le importas él te llamará".

Nam se río abrazando a su novio y le dio un beso.

-Jinnie es muy sabio–Dijó Nam con orgullo.

-Ujum, de eso no tengo duda–Suspire y miré hacia a fuera. -Ya me dieron el dinero del departamento.

-Woow eso fue rápido–Dijo Kim. -Pero mejor para tí.

-Si, con eso cuidaré de papá... ha estado un poco enfermo últimamente.

Salimos y cerramos la cochera con candado.

-Nos vamos, tenemos una tarde llena de planes–Kim estaba feliz.

-Suerte y gracias, pásenla bién.

Ví como los dos se subían al auto de Nam, se fueron y suspiré pesado. Era raro sentirse unido a alguien, el vínculo de amistad que tengo con ellos es diferente a lo que he tenido en toda mi vida.

Entré a la casa y ví a mi papá sentado en la sala tomando una pastilla.

-¿Que tomas papá?–Pregunté curioso.

-Nada, ¿ya se fueron tus amigos?.

-Si, y es raro cuando los llamas amigos–Reí y abrace a mi papá. -Salgamos a un lado.

-¿A donde quieres?–Acaricio mi cabello.

-Al parque, hace mucho que no hacemos eso–Me levanté y estire mi mano.

Papá tomó mi mano y se levantó, salimos de casa casi igual como cuando yo tenía 8 años. El parque no estaba lejos de casa, así que caminamos unos minutos y llegamos al parque.

Nos sentamos y miramos hacia el frente, había niños del vecindario corriendo y saltando por todos lados.

-Traías a tu hermana aquí después de sus terapias–Dijo papá con melancólia.

-¿Quieres un helado?–Pregunté cambiando el tema.

-Ya pasó mucho tiempo... aún no puedes hablar del tema–Papá tomó mi mano y la apretó. -Debo decirte algo.

Lo miré y estaba preocupado, serío.. hasta asustado podría decir.

-¿Que pasa papá?–Le pregunté preocupado.

-Tengo cáncer de hígado–Dijó serio.

Sentí que el tiempo se detuvo... los gritos y las risas de los niños ya no podía oirlas... el mismo miedo y pánico que sentí hace muchos años volvió a mí.

-Eso es mentira–Dije después de unos minutos.

Papá tocó mis mejillas y sonrió con tristeza.

-No, ya me hice los exámenes hace unas semanas...

-¿Y por que no me lo dijiste antes?–Me levanté y respiré profundo, sentía que el aire no me llegaba a los pulmones.

-No podías hacer nada–Su tono era apagado. -Solo un transplante puede salvarme.

-Yo te doy el mío–Lo miré y negó levemente.

-No puedes, has tenido muchos problemas con el alcohol y con drogas.. se lo pregunté a los médicos.

Si en algún momento me sentí inútil no se compara a este día. Me acerqué a él y me arrodille enfrente de él.

-Perdon, hasta para ti soy inservible–Me acosté en sus piernas y cerré mis ojos.

Siempre en los momentos malo cierras tus ojos esperando que todo sea mentira, que al abrirlos tu mundo sea color rosa y no haya nada malo sucediendo a tu alrededor.

En ese momento sentí las caricias más dulces que una vez mi padre me dio. A mis oídos llegó una cansion que salía de sus labios.. me recordaron mi niñez.

Cuando tenía 5 y me sentaba en las escaleras esperando su llegada... cuando menos me lo esperaba una cansion que tanto conocía llegaba a mis oídos y sabía que papá había llegado.

-Llegó papá.. llegó papá–Susurré y me levanté mirándolo.

-Aqui éstoy gatito.. gatito, gatito de mi vida–Me sonrió y ví como sus lágrimas bajaban.

-No te puedes morir papá, debemos hacer todos los exámenes otra vez.. y si sí, conseguiré un hígado para ti, no te dejaré morir a ti también–Seque sus lágrimas y saque mi celular del bolsillo.

Papá me quitó el celular y me miró suplicando.

-Vayamos a la boda de tu madre... que sea nuestra última fiesta juntos–Pidió con la voz entrecortada.

-Solo si prometes bailar conmigo–Me senté a su lado otra vez.

-Toda la noche si es necesario gatito–Nos abrazamos otra vez.

Me sentía como el ser más inútil de la tierra viendo que no podía salvarle la vida al hombre que más amaba en la vida.. ese sentimiento no se lo deseo a nadie.

Soy Un Desastre (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora