~02~

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En el elevador tuve que aguantarme las miradas extrañas de los demás... la verdad nunca he pasado del sótano del departamento de edición.

¿Ya les dije que trabajó en una de las revistas más vendidas de toda la ciudad?... aquí hay de todo, chismes de todos los tipos y es divertido por que aveces dicen que las reporteras les pasas cosas locas por un buen chisme. Lo único bueno de esta revista, bueno lo único que a mi me gusta es una sección que sacan cada tres meses.. "los 10 solteros más codiciados".. aunque también hay secciones donde sacan hombres super guapos mostrando sus musculosos brazos, ads perfectos, bellas sonrisas y súper guapísimos... perdón eso ya lo dije, pero eso solo son en fechas especiales.

Bueno llegue al departamento de producción y busqué el jefe de departamento, ví su oficina y toque dos veces, el hombre dijo que tocará y entre.

-¿Jimin verdad?–Preguntó apenas entre.

-Si señor, soy...

-Tu departamento está tres pisos más arriba–Me dijo sin mirarme.

La verdad este hombre me sorprende, ni me miro y sabe quien soy.

-Pero aqui dice piso de producción–Le mostré la hoja.

Básicamente lo que hizo fue.. quitarme la hoja, ponerla en el triturador y dejarla que se destruya. Me dio otra hoja y por primera vez en estos pocos segundos me miró.

-Tres pisos más arriba, aquí no tengo espacio ni tiempo para tí... odio los inútiles en mi departamento así que vete a servir cafés a los altos ejecutivos–Me sonrió y señaló la puerta.

Hice una reverencia y salí de esa oficina.

Ok.. hoy no era mi día.. hoy fue peor que los anteriores, ¿sera que me levanté con el pie izquierdo?.

Creo que estoy maldito.

Está vez no me subí al estúpido elevador, preferí caminar y subir un poco de escaleras pero me pasé y llegue a la azotea, sonreí para mi mismo y salí pero algo que me advirtieron un día era que está maldita puerta sólo se abría desde adentro pero por algún estúpido motivo se me olvidó y adivinen que?... solte la puerta y se cerró, voltee y la revise pero no abrió.

Me voltee tiré mi mochila al suelo con fuerza y grite hacia arriba con tantas fuerzas que sentí un pequeño desgarre en mi garganta.

-¿Dios por que me odias?–Pregunte con frustración.

Cerré los ojos y negué levemente, tome mi mochila y camine hasta la orilla de la azotea y me senté recostado a los tubos que había como baranda. Saqué la cajetilla azul de mi bolsillo izquierda y del derecho saque el encendedor, encendí un cigarrillo y empecé a fumar esperando que alguien por suerte abriera la puerta verde de metal dejándome entrar para volver al mundo donde todos me detestan por que soy un desastre.

Soy tan excelente trabajador que nadie me quiere en su departamento por que mis capacidades se pueden limitar.... noten el sarcasmo por favor.

Pasaban los cigarrillos y nadie subía, mire la hora en mi reloj de muñeca y todavía faltaba media hora más para la hora de almuerzo. No se si alguien suba a fumar o hablar por celular, o que parejas suban a tener sexo talvez.. sólo me queda a esperar cual de todas las opciones será.

Seguí fumando tranquilamente sentado en el suelo con mis piernas cruzadas y mi vista al cielo hasta que ¡Taran! abrieron la maldita puerta.

Me levanté rápidamente con el cigarrillo en el boca, tome mi mochila y ante mi había un hombre alto, cabello rubio, labios gruesos pero no tanto, su nariz de tamaño promedio, era un hombre guapo.. con su traje gris, camisa negra de botones sin corbata era jodidamente sexi pero inalcanzable para mí.

Hice una reverencia y me colgué la mochila en el hombro derecho, me dirigí hacia la puerta y anterior antes de entrar pisotee la colilla del cigarrillo y entré, bajé rápidamente las escaleras y respire profundo.

Abrí la puerta y empecé a buscar alguien que me ayude con mi nuevo puesto, ví a una chica pequeña que salía y me acerqué para preguntar.

-¿Señorita me puede decir con quién me presento por mi traslado?–Pregunte amablemente.

-En recepción–Me señaló un lugar de trabajo al otro lado de la sala.

Agradecí con una reverencia y me fui directo hacia ese lugar, saludé y le di la hoja a la mujer mayor.

-Solo serviras el café a los altos ejecutivos, debes hablar con las secretarias de ellos–Me sonrió sin gracia. -Pero será después de almuerzo, ahora vete que quiero comer.

Rodé los ojos y metí las manos en mis pantalones, me fuí al baño del piso y me encerre en un cubículo a fumar mientras pasaba el tiempo del almuerzo. Escuchaba como uno que otro hombre entraba y en poco minutos se hiba.

Salí del cubículo aburrido, me lavé las manos y me arreglé el cabello, refresque mi cara y salí del baño hacia los puestos de trabajo y no había muchos empleados.

-Buenas tardes–Saludé a un pequeño grupo de personas que estaban reunidos cerca de un escritorio.

-¿Sii?–Preguntó una voz gruesa y masculina, me hizo estremecer y más cuando volteo.

Era el mismo hombre de la azotea.

-¿Quienes son las secretarias ejecutivas?–Pregunté un poco nervioso por la mirada de ese hombre en mi.

-¿Quien quiere saber?–Preguntó él con una ceja levantada.

¡¡¡Dios juro que con su mirada podría tener un orgasmo!!!

Soy Un Desastre (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora