Soy Un Desastre (KOOKMIN)

~06~

Ya hiban a ser las cuatro de la tarde y debia llevarle la merienda al jefe.

En la bandeja puse su café con crema y el plato con galletas, respire profundo para no embarrarla enfrente de él.

Salí de la sala y me encamine hasta su  oficina, toque dos veces y entré... no estaba sólo, había un señor mayor sentado enfrente suyo y los dos me miraron, el hombre mayor con una amable sonrisa y el jefe como siempre serío.

-El es padre–Dijó mi jefe señalandome con una sonrisa finjida.

-¿Enserio?–Preguntó el hombre mayor. -Pues no es como me lo imaginé.

No le tomé importancia a sus comentarios y me acerqué a su escritorio.

-Su café, pero esta vez lo hice con crema y unas galletas–Le sonreí leve y mire al hombre mayor. -¿Le puedo traer algo?–Le pregunté y al ver que era amable le sonreí grande.

-Ahora no, siéntate pequeño–Me dijo amablemente y señaló la silla del frente.

Asentí y me senté con la bandeja en las piernas. Estaba nervioso por que ninguno de los dos me quitaba la mirada.

-¿Como te llamas?–Me preguntó.

-Park Jimin señor–Me levanté he hice una reverencia y me volví a sentar.

-Creo que ya sabes quien soy pero aún así te lo diré, soy Jeon Daehyun el padre de tu novio osea tu suegro, ¿hace cuanto estan saliendo?–Sonrió más grande.

¡¿QUE?! gritó la voz de mi cabeza, mire al jefe Jungkook y me miro con una sonrisa inocente, yo sentia que mi corazón se me hiba a salir del pecho. ¿Yo novio de este sexi y orgasmico hombre? tenía que ser una broma.

-Señor yo...

-Tres meses padre–Contestó el Jungkook.

-Oh, eso es poco tiempo.

-Si, pero vamos avanzando bien, no te preocupes, ¿verdad cariño?–Me miró y hizo que asintiera.

-Sip–Sonreí incómodo y asentí.

-Bien, eso me alegra, a tu madre también le alegrará mucho la noticia de que por fin tienes un novio... vengan a cenar mañana–Propuso el hombre y se levantó.

El jefe Jungkook se levantó y me miró negando.

-Lo siento pero no podemos–Dije rápidamente.

El señor Daehyun me miró y frunció el ceño.

-¿Por que no pueden?–Preguntó. -¿Que tienen que hacer?.

Jungkook y yo nos miramos pensando en que decir.

-Es que.. pues nosotros dos.. debemos..–Mire a Jungkook presionandolo con la mirada para que hablará. -Debemos hacer algo–Terminé por decir.

-¿Hacer que?–Siguió insistiendo.

-Pues...

-Ya tenemos reservada una mesa en un restaurante y en verdad que me costó mucho padre–Me interrumpió Jungkook mirándo a su padre con una sonrisa forzada. -Es algo especial para nosotros, ¿te parece si lo dejamos para después?.

El hombre sonrió y asintió.

-Bien, pero llama a tu madre y dile que tienes un novio muy lindo–El señor Daehyun se dio media vuelta y se fue.

Solte el aire y cerré los ojos secndo el sudor de mi cuello.

-¿Que demonios fue eso?–Susurré para mí cansado.

Mire a Jungkook y estaba en su silla con el ceño fruncido mirando hacia la pared.

-Vete y gracias por el café–Me dijó después de unos segundos.

Me levanté y lo miré incrédulo, ¿enserio este idiota hará esto?

-¿Por que el señor Jeon dijo que yo era novio suyo?–Pregunté.

El suspiró pesado y me miró sin ánimos.

-Te puedes retirar, gracias–Me dijó otra vez serio.

-Tengo el derecho de saber de esto señor, usted me metió en esto y quiero saber...

-No quiero ser grosero, vete–Dijó serío.

Suspiré y salí de su oficina de mal genio, no mire a nadie y sólo fui a la sala, cerré la puerta y me senté frustrado.

Yo tengo derecho de saber por qué mi jefe dijo que yo era su novio, aunque yo quisiera que fuera verdad pero eso sería algo ilógico.

Tocaron la puerta y abrieron.

-¿Que hiciste?–Me preguntó Nam.

-¿De que?–Preguntó y me levanté asustado.

-Con el jefe–Solto el aire pesado y se sentó al frente mio. -Pidio tú archivo y cuando hace eso es para despedir a las personas.

Solté el aire frustrado y me tiré a la mesa lloriqueando.

-Estoy maldito Nam–Le dije y lo miré con un puchero. -Me voy a tirar de la azotea.

-Eres tan de malas que pasa un camión de colchones–Me sonrió y me dio café.

Lo recibí pero no lo tome.

-¿Crees que me despedirá?–Le pregunté y crucé mis brazos sobre la mesa y puse mi mentón sobre ellos.

-Dime que hiciste y te diré–Me sonrió y suspiré.

-Le dijo a su padre que éramos novios y no maneje la situación muy bien, la verdad decir mentiras no es lo mío y menos si estoy bajo presión y ellos dos me tenían bajo mucha presión–Volvi a suspirar pesado.

Nam sólo me quedó mirando serio.

-¿Ustedes dos son novios?–Preguntó con el ceño fruncido.

-¡No, por supuesto que no!–Dije rápidamente y me senté derecho.

-¿Entonces el por qué dijo eso?.

-No se..

-¿Le preguntaste?–Se levantó y sirvió té para él.

-Si pero solo me sacó de la oficina, se enojó conmigo, fuí patético–Me acosté otra vez sobre la mesa y cerré mis ojos.

En unos segundos senti unas suaves caricias en mi cabello.

-Creo que si te despedirá, debe deshacerte de tí... así si su padre viene otra vez no tendrá que verte y hablarte–Dijó suavemente.

Con su dulce voz no me importó perder el trabajo, sólo su dulce y melodiosa voz me hizo olvidar todo.

-Ven, vamos a fumar, eso te relajara–Se levantó y me levantó de mis brazos.

-¿No tienes cosas que hacer?–Pregunte a aburrido.

-Las hago después, horas extras, las pagan bien, ahora vamos–Me sonrió y me saco de la sala.

Nos sentamos en las escaleras que dan a la azotea y fumamos un rato entre cosas tontas que él me decía para subirme el ánimo.