~08~

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Entré y mire hacia el escritorio, no había nadie, mire hacia el resto del entorno y el jefe Jungkook estaba sentado en un sillón con la tablet en la mano.

-Buenos días señor–Salude con una leve sonrisa.

-Buenos días, siéntate–Me dijó serio.

Respire profundo y me senté enfrente suyo.

-¿Tienes mejor ropa que la que estás utilizando?–Preguntó sin mirarme.

-¿Que tiene mi ropa?–Pregunté con el ceño fruncido. -Me veo bien.

El me miró con una ceja levantada, luego volvió la vista a la tablet.

-Si tú lo dices, pero lo que digo es enserio, mi madre se enteró de ti y quiere conocerte, no puedes ir vestido así, estas...

Me volvió a mirar y río suavemente.

Me deje llevar por su hermosa sonrisa y olvide que estaba por insultarme, los hombres lindos son mi debilidad.

-¿No me despedirá?–Pregunte con una sonrisa.

-No, al menos no por ahora–Dejó la tablet a un lado y respiro profundo para verme. -Fingiras ser mi novio por unos días o talvez unas semanas, ¿ok?.

Vaya, colo dijo papá, mi jefe está loco.

-¿Por que?–Pregunte curioso. -¿Y si no quiero?–Claro que quiero pero no seré tan regalado.

-Por que quiero que sea así para quitarme de encima a mis padres y si no quieres te despedire y no te daré un solo won, no sabes hacer nada en esta empresa, será fácil hacer lo que quiero–Me sonrió sin ganas y otra vez esa mirada penetrante estaba en él.

La verdad sí un hombre guapo me dice que besé el suelo que pisa lo haré, no importa el empleó, al fin, papá ya dijo que podía vivir de su pensión y estar con él.

-Ujum, lo haré–Le sonreí grande y me levanté. -Y no tengo más ropa, pero le puedo decir al vecino que me preste algo–Empecé a caminar y me detuve en la puerta. -Ya traigo su café.

Salí de la oficina con una enorme sonrisa y mire a Nam.

-¿Por que sonríes?–Me preguntó él.

-No estoy despedido, aún tengo trabajo–Le sonreí más grande y corrí a la sala ha hacer el café para el jefe y té para todos los demás.

Repartí té por todas las oficinas y después le lleve el café al jefe más guapo, sexi, mando, intimidante y caliente de toda mi vida.

-Señor su café–Le dejé el café en la mesa.

-Busca a alguien que te cubra debemos salir–Tomó unos sorbos de su café y se levantó.

-¿A donde vamos?–Pregunté parado frente a él.

-A una sastrería, odiaria que mi madre te viera así–Me miró de arriba a bajo y negó levemente.

-Espere–Sali de su oficina y me acerqué a donde Nam. -¿Me puedes hacer un enorme favor?–Le pregunte agachandome a su lado.

-¿Que tan enorme?–Preguntó revisando una carpeta.

-Bastante, debo salir a hacer algo con el jefe y si me cubres te traeré donas por todo el tiempo que me queda acá–Le sonreí grande y me volteo a mirar.

-¿Saldrás con el jefe?–Preguntó sorprendido.

-Si pero el caso es si me cubres?–Suspire y mire hacia la oficina. -No se cuanto me demoré.

Nam me sonrió y asintió.

-Al parecer si serás su novio–Dijó cuando me levanté.

-Despues te cuento–Le sonreí y entré de nuevo a la oficina. -Listo, ya me...

-Vámonos–Dijo serío.

Jungkook tomó su saco, sus lentes oscuros y me saco de la oficina.

-Kim cancela todas mis reuniones de la tarde y si llama mi hermano dile que no estoy y que no venga–Dijo Jungkook serio y caminó hasta el ascensor de servicio.

Me despedí de Nam agitando la mano y corrí detrás de mí sexi jefe.

-¿Por que bajamos por el ascensor de servicio?–Pregunte una vez se cerraron las puertas de metal.

-No quiero que nos vean juntos–Dijo mirando su celular y suspiró.

Alcé mis hombros restándole importancia y respire profundo su perfume tan varonil. Suspiré por que olía tan bien que hasta casi me derrito.

Se abrió el ascensor en el parqueadero subterráneo y él salió y lo seguí como un perro faldero hasta su auto, se subió y me subí de copiloto.

-Lindo auto–Le dije con una sonrisa cuando cerré la puerta.

Jungkook hizo un sonido de afirmación y encendió el auto para salir del parqueadero. Subió los vidrio y eran muy oscuros, creo que no se podía ver de afuera hacia adentro.

-¿Donde almorzaremos?–Pregunte mirando por la ventana.

-En un restaurante, no hables con mi madre, déjame hablar a mi, eres terrible mintiendo–Dijó serío.

-No soy malo mintiendo–Lo miré y fruncí el ceño. -Soy malo mintiendo bajo presión y ustedes los Jeon me tenían muy presionado–Le sonreí recordando ayer.

Se detuvo en el semáforo y me miró con esos ojos oscuros que me hacían jadear. Le quite la vista antes de que me sacará un orgasmo sólo con verme. ¿Se imaginan si me toca?.

Mire por la ventana imaginándome como sería caminar tomando se mano o enganchado a su brazo, sería perfecto y fantástico.

-Bájate–Dijó serio apenas detuvo el auto.

Me bajé y camine detras de él hacía lo que para mi era una casa pero cuando entré no lo era.

-Señor Jeon un placer verlo–La mujer hizo una reverencia y sonrió grande.

-Gracias, llévame con la señora Tini–Pidio amablemente.

La mujer me miró con el ceño fruncido y empezó a caminar, era muy bonita, ese vestido ajustado al cuerpo que le hacía ver curvas me hacían sentir envidia... yo solo tengo gordidos que están pasando a llantas de tractor.

-¡Jungkook querido tiempo sin verte!–Una mujer de unos más de 40 años abrazó a Jungkook y le dio un beso en la mejilla.

Jungkook le sonrió incómodo y se limpió el labial de la mejilla con un pañuelo.

-Tini él es Jimin–El me miró y suspiró. -Tengo un almuerzo familiar, necesito que lo vistas para la ocasión.

Soy Un Desastre (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora