3. Una consulta rara

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Cuando Luzu entro a la casa se fijaba en cada detalle con ojo de mamá, esa clase de ojo que juzga cada cosa como su fuera un rayo láser.

Vegetta tenia algo de miedo, pero trataba de no demostrarlo.

-Las escaleras de alli-Señalo unas que daban a la muraya que rodeaba la mancion-Son muy impinadas, deberás cambiarlas-.

Vegetta solo se limito a asentir, el también había pensado en eso tiempo atrás, pero por algún motivo se le habrá olvidado.

-La entrada a la parte inferior de la isla es muy poco segura, ella nisiquiera deberá saber dónde está esa entrada, siempre aparecen bichos en esa clase de lugares-Vegetta solo volvió a asentir.

Y así estubieron por un rato, hasta que Luzu entro a la casa, encontrándose con una pequeña mirona.

-Asi que eres Liquet ¿No?-Dijo Luzu con una amable sonrisa-Es un placer conocerte-Dijo extendiendole la mano, siendo está recibida por ella.

-El placer es mío-Sonrio para el la infante-Usted es Luzu, mi papá me a contado mucho de ustedes-Luzu solo volteo a mirar a Vegetta, rogando que el no hubiera comentado sobre cuando fue "evil Luzu".

-Sabes lo que vengo a hacer ¿No?-Pregunto viendo de arriba abajo a la niña, se veía sana, fuerte y algo regordeta, sus ropas no se veían gastadas pero tampoco nuevas y a primera vista, no tenía golpes o rasguños.

-Viene a llevarme a qué me revisen diferentes personas para ver si me puedo o no quedar con mi papá-Dijo con una expresión sería, la chiquilla era bastante pila.

-Si, te quedarás unos días con migo para hacerte unos cuantos estudios, debes hacer tu maleta en lo que yo hablo con tu papá ¿Te parece?-Dijo sonrriente el trabajador social.

-Claro, está bien para mí, papá, comportate-Y así se fue, dejando a Samuel solo con Luzu.

-¿Y bien? ¿Que te pareció?-Hablo con una pequeña sonrrisa el triple siete.

-A primera vista puedo decir que no eres un mal padre, se ve educada y saludable, aún así, todo esto es protocolo y debo alejarla de ti en lo que hacen estos estudios, leyes de Karmaland-Suspiro agotado-Se ve que te quiere mucho-.

-Y a Rubén también, si los vieras, son uña y mugre, nada los separa, y Rubius se comporta más cuando está con ella-Recordo con una sonrrisa tonta, pensando en cada vez que Rubius llegaba a su casa sin previo aviso para prácticamente secuestrar a su hija y hablar de cuánta tontería se les cruce por la cabeza-Ese tonto, a veces quiere que me dé un infarto, almenos agradesco que no maldiga frente a ella, y cuando lo hace, almenos le dice a ella que no lo haga, a veces lo veo como una clase de padre tontito y otras como un hermano, aún más tontito-Solto una leve carcajada mientras miraba a Luzu.

Notando que este, lo miraba con una sonrisa pequeña y dulce.

-Ya estoy lista-Bajo ella con una maleta roja carmesí con algunas prendas y zapatos, y en sus manos el teléfono que su padre le regaló.

-Lo siento pequeña, pero no puedes mantener contacto con tu padre durante estos días, es cuestión de reglas ¿Puedes entender?-Hablo, ganando el acentamiento de cabeza de la infante.

-Entonces, mándame cartas con Rubius, y noticias, si algo pasa, tienes que avisarme papá, yo me cuidare, lo juro, tu debes cuidarte también-Dijo algo asustada entregando su celular.

-No te preocupes, si algo pasa llamaré a Rubén y hare que el te de mis noticias, ve tranquila, me cuidare-La niña solo asintio para irse junto a Luzu.

Durante todo el camino, hasta que los perdió de vista, no despegó su mirada de su dulce niña.

Liquet por otro lado, estaba muy nerviosa, caminaba detrás del mayor sujetando su mochila, cuando salieron de la muralla inferior y vieron el bosque, simplemente se quedó quieta, era como si cada músculo de ella se negara a avanzar.

∆\•°Un Lobo, Un Oso Y Un Ovni°•/∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora