Capítulo 10: "¿Quisieras...?"

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Casi mediodía y ahí se encontraban, ambos durmiendo en la misma cama y abrazos de una forma tan tierna. El Uzumaki se empezó a mover entre las sábanas mientras abrías sus ojos, para luego encontrarse así a un Hatake dormido, tan pacíficamente. Cuando quiso levantarse para ir al baño, movió cuidadosamente el brazo que tenía en su cintura recibiendo así un gruñido del dueño del brazo.
-Buenos días también-le dijo en un susurro y besando su naríz.
El de pronunciadas ojeras le dedicó una de sus más sinceras sonrisas para luego acompañarla con un "buenos días" casi inaudible, atrayendo así al menor de vuelta a la cama y abrazándolo con más fuerza. Enterró su naríz entre el hueco del cuello del rubio, logrando así oler ese exquisito aroma natural que el mismo desprendía.
-Hoy tenemos el día libre-le comentó un rubio sumergido en una paz inexplicable.
-Así es-el mayor frotaba su naríz delicadamente contra el cuello de su compañero-Naru...-llamó logrando así su cometido, captar la atención del rubio.
-¿Pasó algo?-se acomodaron mejor para poder verse a los ojos, ambos quedaron perdidos en la mirada del otro. Tal como unos locos enamorados.
-Quería saber...si tú, bueno, ya sabes...-mientras Kakashi se ponía nervioso y no encontraba las palabras para decirlo, Naruto aprovechaba la escena para anotarse mentalmente otra cosa por la cual volver a enamorarse siempre de la persona que tenía en frente-¿quisieras salir a cenar conmigo?-finalizó el astro lunar, sorprendiendo con lo último dicho al menor.
-¿Cómo una cita?-dijo el astro sol.
-Si eso, una cita-el peliplomo no daba más de ternura con sus actitudes de criatura, las cuales hacían desear al rubio por un beso.
Y lo terminó haciendo.
Empezó con uno lento, cariñoso y amoroso para luego pasar a uno más salvaje, subido de tono, donde sus lenguas se encontraban batallando para saber cuál iba a ser la ganadora. Ambos se aferraban al otro cada vez más fuerte, queriendo así prolongar el beso pero sus pulmones les recordaron que tenían que recibir oxígeno, terminando ambos separándose.
No saben cuándo pasó pero el rubio se encontraba debajo del peliplomo, ambos con la respiración agitada y con un brillo inmenso en sus ojos.
-Entonces, ¿es un sí?-la voz del Hatake salió gruesa y coqueta, volviendo así provocar en el rubio el deseo de besarlo, repitiendo de nuevo la escena anterior pero cada vez subiendo más de tono.
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Después de que haya pasado un buen rato de besos y que el mayor descansara cómodamente sobre el pecho del menor, mientras que éste le hacía caricias con una mano en su espalda y con la otra en su cabellera, tocaron la puerta.
*¿Quién podrá ser?* mientras se preguntaba eso, Kakashi rompía el momento hermoso que estaba teniendo con su rubio para bajar y abrir la puerta...
-¡Hola!-dijo un hombre de tes morena alegremente-perdón por llegar sin avisar, el Hokage me envió...¿estás ocupado?-Kakashi le hizo un ademán al moreno para que pasara.
-La verdad un poco pero no pasa nada, ¿te ofrezco algo de tomar?-preguntó amablemente para luego así dirigirse a la cocina.
-Si no es molestias, un poco de agua nada más-y así lo hizo, se dirigió a la heladera para sacar un botellón de agua fría y servirla en un vaso.
-Si no te molesta, me iré un rato al baño pero ya vuelvo-el moreno sólo asintió con la cabeza para luego tomar un poco de agua.
El Hatake entró a la habitación visualizando así que su rubio estaba en un estado de "me estoy durmiendo pero a la vez no quiero" y eso le dió tanta ternura.
-Voy a pasar un rato al baño-avisó-¿puedes quedarte un rato con la visita?-a lo que el rubio asintió como afirmativa.
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Luego de que el mayor haya entrado al baño, el menor se levantó de la cama y se fué a la cocina para quedarse un rato con la visita, la verdad es que no estaba nada feliz con la misma porque interrumpió uno de los momentos más lindos que estaba teniendo con su peliplata.
-¿Iruka sensei?-inquirió el rubio viendo de quién se trataba-¿qué hace aquí?-tomó asiento al lado del hombre.
-¡Naruto! Me había olvidado que estarías aquí-dijo el moreno sonriendo-tranquilo, nada importante, el Hokage me envió para que buscara el informe de la misión la cual Kakashi tuvo que entregar esta mañana-un leve sonrojo apareció en el rubio recordando así el motivo por el cual el informe ni terminado estaba.
-Y ahora que lo recuerdo, no está terminado-dijo un somnoliento peliplomo entrando a la habitación de lo que a comedor pertenecía-hubo un imprevisto por la noche-le dirigió una discreta mirada coqueta al único menor de la habitación, provocando así un sonrojo más violento.
-Entiendo, el Hokage me dijo que tal vez te dormiste por el cansancio acumulado y por eso me envió-el moreno le dedicó una de sus sonrisas más grandes, captando igual la mirada discreta de su amigo y el sonrojo de su ex-alumno.
-Si me das un ratito lo termino, no es mucho lo que me faltaba-y sin más se fué a su habitación a buscar la hoja y pluma para seguir escribiendo, después de un rato ya se encontraba en el comedor nuevamente.
-Y si me disculpan, iré a seguir durmiendo-la voz del rubio era tan baja dejando así notar el cansancio que traía encima.
Pasó un buen rato de silencio, mientras Kakashi terminaba de escribir algunas cosas, Iruka le salió con una pregunta para nada esperada.
-Es él, ¿no?-el peliplata no se detuvo en su labor de escribir, cuando finalizó el informe firmó en un extremo para luego entregarle la hoja al moreno con un...
-¿A qué te refieres?-aunque lo haya dicho con un tono desinteresado, Iruka no se lo creyó.
-A que si Naruto es tú persona-tragó grueso-vamos Kakashi, "hubo un imprevisto anoche"-el moreno hizo el intento de una voz gruesa y autoritaria-¿cuánto te apuesto a que ese imprevisto involucró a Naruto?-Iruka subía y bajaba sus cejas en forma divertida, generado así unas ganas en el Hatake de abofetearle tan fuerte como pueda.
-Puede ser...sí-después de respirar hondo optó por contarle todo lo sucedido en la misión y antes de la misma, después de todo era su mejor amigo-y ahora más tarde tendremos una cita-el moreno no podía más de ternura por lo recién contado.
Estuvieron hablando de todo un poco por un buen rato, hasta que Iruka se despidió. El Hokage lo había mandando hace una hora por el informe y nunca más volvió.
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Luego de despedirlo, Kakashi se dirigió a la habitación que compartía con su rubio. Cuando entró en ella, se encontró con la escena más tierna que sus ojos hayan presenciado...el rubio estaba sobre su almohada y se notaba cómo respiraba lo más hondo posible a cada rato.
-¿Qué te parece si me hueles a mí en vez de una almohada?-el mayor se coló en las sábanas, podía sentir cómo su rubio se apegaba a él y enterraba su cabeza entre el hueco de su cuello, aspirando así el olor que desprendía. Lo mismo hacía el Hatake pero sobre las hebras doradas del menor.
Ambos cayeron en los brazos de Morfeo, una paz inmensa inundaba sus cuerpos, se sentían tan bien y completos...se sentían amados y correspondidos.
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Una sensación inefable sentía Kakashi al despertarse junto a su rubio querido. Tantas noches desvelado imaginándose ese escenario y ahora se encontraba viviendo el momento, en carne y hueso.
Una sensación idílica* sentía en lo profundo, un bienestar que antes era soñado y ahora es realidad, no lo podía creer...tan simple como eso.
Volvió a la realidad cuando el pequeño bulto se revolvió entre sus brazos y se le quedó mirando fijo.
Se aseguró a sí mismo que daría lo que fuera por tener esa mirada todos los días, sólo para él.
Si su mirada lograba dejarlo atónito, no se podría explicar con palabras lo que causaba su sonrisa, como la de ahora.
El rubio dejó a la vista un leve sonrojo, después de todo no es normal despertarse y que se te quedan viendo como un bobo enamorado. Aunque su bobo enamorado era la cosa más linda que puede existir.
-¿Acaso no te dije que no hagas eso?-usó las mismas palabras de cuando fue su primer beso.
Estando ambos acostados, el peliplomo lo alzó y lo puso encima suyo, dejando así paso al salvaje beso que vino después.
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-¿No crees que es hora de empezar a vestirnos? Después de todo tenemos una cita-dijo el rubio después de un rato.
Se encontraba acostado sobre el pecho del peliplata, después del beso quedaron abrazados mientras que cada uno se dedicaba a mimar a su compañero.
Eran pasadas las ocho y media, así que ambos optaron por empezar a alistarse para su cita.
-¿Algún lugar especial que tengas en mente?-le había preguntado el rubio al mayor.
-Mientras que vos estés en él, siempre será especial-con eso último le plantó un tierno beso-¿ya estás listo?-el rubio asintió en forma de afirmación para luego así salir del apartamento a la par del Hatake.
-¿Te parece si vamos a Ichiraku?-el peliplata sólo asintió con una leve risa-¿qué es lo gracioso?-el rubio hizo un puchero.
-¿Primera cita en Ichiraku?-siguió riéndose levemente-tranquilo, no tengo problema alguno. Vamos para Ichiraku.
Y así transcurrió una caminata tranquila, acompañada de risas y bromas, y de vez en cuando algunas que otras charlas que surgían en el momento.
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No tardaron mucho para llegar al local y tomaron lugar en el mismo. Para su suerte no había nadie.
Cada uno pidió su plato y la cena transcurrió como antes, acompañada de charlas, bromas y leves risas.
Nada importante.
Naruto como siempre, pidió al rededor de seis platos de ramen pero Kakashi nunca dijo nada en contra de ello. Sin embargo, el antes mencionado consumió sólo uno, después de todo no tenía mucho apetito que digamos.
Eran al rededor de las diez de la noche y ambos salían del local.
-¿Se te apetece pasear un rato?-dijo el mayor rozando apenas las manos de ambos pero entrelazando sus meñiques.
-¿Podemos ir al lugar de la otra vez?-y así como el rubio lo pidió, sucedió.
Ambos se encontraban camino a las cabezas de los Hokages, las calles estaban básicamente desiertas así que no se tenían que preocupar a lo que "testigos" se refería.
El camino transcurrió más tranquilo de lo esperado.
Ambos habían entrelazado sus manos mientras hablaban y de vez en cuando se dedicaban miradas cargadas de amor y alguno que otro beso fugaz.
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Eligieron la misma cabeza: la del cuarto.
Se sentaron sobre la tierra para luego así ambos acostarse. La noche era estrellada, muy estrellada y la luna, ella estaba tan divina como siempre, mostrando lo hermosa que es en su máxima expresión.
El peliplomo se giró a su rubio y se le quedó mirando por un rato.
-¿Sabías que eres como la luna?-el rubio le dedicó toda su atención.
-¿Por qué lo dices?-ahora el menor era quien volvía a ver la luna con una sonrisa diminuta, sólo visible para el mayor, y volviendo a mirar a quien tenía al lado.
-Porque brillas aunque no te sientas completo y esa, esa es solo una entre las mil razones más que tengo para enamorarme de vos todos los días-Kakashi lo acariciaba con todo el amor que se es posible tener, luego se acercó lentamente y pasó lo que tuvo que pasar...un beso entre ellos dos se formó, uno de amor.
El rubio no tuvo palabra alguna para decir, por lo que optó acurrucarse contra el mayor.
Ataraxia* era lo que cubría el ambiente en esos momentos. Ambos acurrucados mientras el cielo nocturno observaban.
-Bajo este cielo estrellado te quiero preguntar, Naru-el menor como siempre le prestaba cada mínimo de atención posible-¿te gustaría ser mí pareja?.
El rubio soltó una leve risa, nunca pensó que su sensei, medio tutor y ahora su pareja (o casi) fuera tan cursi...un brillo en sus ojos se hizo notorio.
-Pensé que ya lo éramos...pero la respuesta siempre va a ser sí-ambos perdieron la cuenta de todos los besos que se dieron ese día pero ambos también se preguntaban cómo es que fue que pudieron estar siempre sin ellos.
La luna como siempre, siendo testigo de esa declaración y besos de amor incondicional, les hacía compañía...una hermosa compañía.
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Se les pasó la hora estando en la cabeza del cuarto, y es que ambos sólo disfrutaban del momento.
Habían intuido que sería algo tarde por la posición de la luna, por lo que tomaron rumbo hacia el departamento.
Kakashi cargaba a Naruto en forma de caballito, mientras que este tenía su cara enterrada en el cuello del mayor, embriagándose con el aroma tan varonil que este desprendía.
Llegaron al departamento, dejando sus zapatos en la entrada ambos se dirigieron a la habitación para poder cambiarse y acostarse.
El rubio fue el primero, luego Kakashi se coló entre las sábanas y enredó sus fornidos brazos entre la cadera del menor, logrando así atraerlo más hacía él.
-Buenas noches cariño-el peliplomo le plantó un beso con lengua al menor, quién como pudo lo siguió.
-Buenas noches, mí Kashi-dijo este último.
Ambos se dejaron caer en los brazos de morfeo y el mayor lo agradecía. Nunca durmió tan bien como lo está haciendo desde que está el rubio.
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¡Hola! ¿Cómo están? Acá les dejo otro cap, se siente raro actualizar dos veces de seguido después de tanto jajajajaaj.
Espero lo estén disfrutando y mil gracias por sus mensajitos llenos de amor <3.
GLOSARIO:
Idílica: que es perfecto, utópico y produce bienestar físico o anímico.
Ataraxia: es igual a la serenidad.
Si me llegó a faltar alguna me avisan, al igual que con los errores.
¡Mil gracias por leer y comentar!
Lxs quiero un montón y cuídense 💕...
                          °Sasoriisperfect°
                 

Sentimientos encontrados by CS. (Fanfic: KakaNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora