Caos y placer

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Capítulo 18


La pareja se quedó mirando el atardecer acaramelados hasta que oscureció por completo; y el cielo que antes estaba cubierto por nubes rojas ahora habían desaparecido para dar lugar a que las estrellas que iluminan al mismo con sus bellas lumbreras aparecieran en conjunto de una hermosa luna llena.

Los besos y caricias no se hicieron esperar entre ambos y rápidamente el fuego de la pasión empezó a surgir entre ellos. Como si fueran unos adolecente.

La castaña se pegó más a él buscando su cercanía el introdujo su legua para explorar su boca mientras el, la acariciaba por encima de la tela.

—Hazme tuya—, susurro entre sus labios.

—¿Estás segura? —, pregunta para no cometer otro error como la primera vez que estuvieron a punto de estar juntos.

—Si—, responde en un hilo de voz.

Estaba demasiado excitada para pensar con coherencia en este momento.

Ambos continuaron en su labor después Alex se alejó de ella para introducirla dentro del auto y buscar un hotel para estar a gusto.

Rápidamente este rodea su auto para entrar, busca las llaves para encender su vehículo. Sin embargo, esta se las arrebato de las manos. Introduce las llaves dentro de su chaqueta para a continuación ponerse a horcajadas encima del.

—Mi vida que haces? —, pregunto sorprendido.

—Quiero que hagamos el amor aquí.

El abre los ojos como platos ante tal revelación. Nunca se imaginó que ella pudiera ser tan liberal. Y sorprendentemente le gusto.

—Suena excitante, pero puede ser muy peligroso, tomando en cuenta que va en contra la ley.

—Entonces seamos fugitivos y ocasionemos un desorden público.

No necesito más palabras de parte de ella y se abalanzó sobre sus labios para devorarlos.

La castaña entre abrió su boca para recibir su deliciosa lengua dentro de su boca.

Ambo devoraron los labios del otro.

La adrenalina de saber que lo que hacían era prohibido los tenía totalmente excitados.

Mile comenzó a desabotonar los primeros botones de su camisa blanca inmaculada hasta llegar al último botón y quitarle la camisa por completo. Dejando a la vista sus expectórales, quedando así totalmente expuestos ante ella.

Esta se maravilló al verlo y el deseo creció considerablemente en su interior.

—Te gusta lo que ves? —, cuestiona al verla devorarlo con los ojos.

—Y mucho—, confiesa sedienta por tocarlo.

—Si quieres puedes tocarme todo lo que desees.

Esta no se hizo de rogar y lo toca. Con las yemas de sus dedos, comenzó a hacer pequeños círculos en su trabajado torso para luego dejar besos regados hasta llegar a su boca y perderse en sus labios.

Alex por su parte dejó al descubierto sus hermosos senos, pero se debatía entre tomarlos entre su boca o no. No deseaba incomodarla otra vez.

—Te gusta lo que ves—, ahora fue ella la que pregunto con evidente descaro al ver como observaba sus senos.

—Demasiado diría yo.

—Tomadlo entonces.

Alex sonrió pícaro ante su aprobación y no tardó en devorarlos.

Soy tú tormento, AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora