29 Miedo a perderte, Secretos revelados

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Todos los que se encontraban en aquel salón se quedaron con la boca abierta e impactados ante lo revelado. Más, sin embargo, Alex era el que más impresionado había quedado ante la revelación de unos segundos antes.

No lo podía creer. Ni en un millón de años podía creer lo que había escuchado de boca de su esposa a la que creía muerta.

En cuanto a Sofía, sintió un gran aliviada de volver a ver aquella mujer; y saber que a su antigua jefa a la que llegó a estimar muchísimo y la que no pudo salvar de las manos de la que siempre había considerado su amiga después que su esposo desapareció y nunca más volvió a verlo: se encontraba con vida.

Sofía en aquel entonces se sintió tan diseccionada al saber que el hombre que amaba había desaparecido sin darle explicaciones de nada. Ni siquiera sabía si la había cambio por otra mujer, cosa que nunca quiso aceptar por más que Sarah varias veces le mencionó que aquello era posible, más, no podía creer que el gran amor que ambos se tenían de la noche a la mañana ya no existiera.

No obstante, su amiga no era así, ella era gentil, compresiva hasta que se obsesionó con el señor Alex. Desde aquel día que lo había visto por primera vez se había propuesto que el sería de ella, luego que él no le hiciera caso a sus indirectas se casó con la señora Vanesa y ahí fue que su obsesión aumento porque ahora quería ser la señora de la casa y, sí, logró seducirlo después de un tiempo, más al poco tiempo se casó con la señora Mileidy.

Sarah no tragaba a la nueva señora. Peor aún, la odio desde el primer día, pero más cuando el señor Alex la humilló delante de ella quitándole todo poder de la casa. Aún recuerdo lo sucedido porque estaba a punto de entrar al comedor.

La señora Mileidy había entrado al comedor como alma que lleva el diablo después que la difunta Isha a la que Sarah le tenía estima: La señora Mileidy había pedido para la comida de aquel día un menú que te encantó y quería repetirlo, pero Isha le informo que Sarah era quién daba las órdenes de la comida y todo lo referente a lo que se haría en la casa.

La señora se enfureció al oírla e inmediatamente le dijo que a partir de ese momento Sarah no tenía permitido dar ninguna orden en lo referente a su casa. Que todas las órdenes la daría ella a partir de ese momento.

Más ese no fue el lío más grande. El lío se desató cuando la señora la encontró seduciendo a su marido descaradamente, y lo que pasó después fue un caos;

Recuerdo

—¡Buenos días! —, dice Alex indiferente al verla.

—¿Qué va a desayunar la señora? - la escuchó preguntar de mala gana a Sarah.

—En primer lugar, cuida tu tono conmigo y en segundo que sea la última vez que dispongas o de órdenes en mi casa. ¿Está claro?

—Alex me dio autorización de disponer de todo en la casa. Por lo tanto, no le veo nada de malo si el señor está de acuerdo— contestó audaz.

—Sarah tiene razón, yo le di la orden de disponer de todo en la casa—, Sarah puso cara de felicidad ante tal confesión. Como diciéndole "viste que él prefiere a mi" —Pero creo que también dije que mi esposa puede hacer lo que quiera, Sarah como también te dije que no permitiría que le faltastes el respeto— el semblante de ella cayó, ahora era un poema verla—. Tu trabajo es atender a mi hija nada más. Otra ofensa contra mi mujer y te poco de patitas en la calle sin contemplación. Esta es la última vez que te lo advierto.

—Pero Alex...

—Pero nada. Ya estas advertida—, el rostro de Mileidy era de satisfacción en aquel momento mientras que su amiga Sarah, se llenaba de odio, hacia Mileidy.

Soy tú tormento, AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora