Cap 26, escapar

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Milagros estaba recogiendo unas cuantas mudas de ropa antes de irse ese día para la casa de campo en donde pasaría unos días con sus amigas y su pequeño hijo, Salomón.

Necesitaba pensar.

Después de aquel encuentro que sostuvo con Alex no estaba segura de nada.

En sus ojos pudo percibir aquel hombre déspota que fue con ella. Ese hombre capaz de todo para defender lo que el creer correcto y la verdad que no lo esperaba.

Sin darse cuenta se había acostumbrado a ver aquel hombre dulce y tierno que era en el pasado aquel chico que conoció en la universidad, ese de quien se enamoró perdidamente y que hasta el día de hoy no ha podido apartar de sus pensamientos por más que quiera repetirse así misma que él no se lo merece.

Suspira otra vez frustrada- que tiene aquel hombre que por más que intento sacarlo de mis pensamientos me es imposible.

Extraño aquellos tiempos en los que no tenía memoria y podía vivir feliz con mi hijo, mis abuelos y mi padre. Ahora vivo en una constante agonía con el corazón roto en mil pedazos.

Sacudió la cabeza enfadada consigo misma por estar pensando estupideces. Tenía que dejar de comportarse de aquella manera infantil y volver a la realidad "por sus hijos"

No podía más con el peso que sentía en mi corazón después de haberse comportado como Alex hizo con ella –se reprende una y otra vez por no poder dejar de pensar en el como una quinceañera perdidamente enamorada de su verdugo. Y mucho menos en sus caricias y en la forma que sólo podía hacerle el amor.

Sacudo la cabeza asqueada por ser tan idiota.

Es lógico idiota no has conocido a otro hombre que no sea el –mi mente juega conmigo y creo que tiene razón.

Debería seguir odiándome por todo lo que me hizo. Sentirme realizada. Feliz por no estar más bajo su dominio.

Pero para qué voy a seguir engañándome. Mi terco corazón aún sigue inclinado hacia él por más que me esfuerce en apartado de mi vida. Por más que me diga a mí misma que lo quiero lejos de mí.

Aunque debo reconocer yo también salí lastimada con todo lo que paso entre nosotros; la sed de venganza al final solo te destruye a ti mismo. Por más que creas que esa persona se lo merezca.

Me siento estúpida pérdida en mi misma. Ya no sé qué pensar de mí.

Todo lo que hago es tan contradictorio a lo que siento realmente.

"Me debo de estar volviendo loca o soy bipolar"

Sí, eso tiene que ser.

Soy bipolar.

Porque no hay otra forma de explicar mis contradicciones "un día lo deseo como una idiota y otro día lo odio con todas mis fuerzas"

Terminó de arreglar mis cosas en la pestaña maleta y las pongo junto a las cosas de Salomón.

Visualizo a mi hijo caminar hacia mí con su juguete preferido " los teletubis" específicamente el verde.

—Mamá. -lo escucho llamarme.

—Dime mi vida- beso su frente.

—Tubi- dice enseñándome al muñeco. Lo tomó y lo guardo en la pequeña maleta y lo tomo entre mis brazos para salir de la recámara mientras él me rodea con sus pequeños brazos por el cuello.

—¿Ya te vas? — dice mi padre en un susurro.

Él no está de acuerdo como siempre con mis decisiones; dice que escapar, sea por uno, dos días o toda la vida no era la solución si no enfrentar mi realidad con valentía.

Soy tú tormento, AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora