Catra y Adora fueron amigas desde que tienen memoria, pero de repente una familia decide adoptar a Catra, y Adora no la vuelve a ver..
Hasta... ¿Los departamentos?
Posee personajes OOC (Out of Character). Si es de tu desagrado, ruego que te dirijas...
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Llegando al departamento, fui directo a la cocina para empezar a hacer la comida. Hice algo rápido así Melsy se acostaba a dormir.
Revisando mi celular, había encontrado un lugar donde podía trabajar en horas nocturnas. Sonreí, pensando en que podría ser mi día de suerte.
Avisando a Glimmer, salí de la casa directo al lugar que indicaba la página. Llegando, estacioné el auto fuera. Se veía algo desierto, puesto a que era una noche de lunes, pero allí estaba yo.
Entrando al lugar, me encontré con varias personas... Personas del tipo que tu madre infartaría si llevas a tu casa. Pasé saliva, caminando hacia el mostrador, sintiendo las miradas curiosas y peligrosas en mi espalda.
-Hola, ¿qué vas a pedir?-. Miré a la mujer de cerca, frunciendo mi ceño en determinación.
-Vine por el anuncio de trabajo, quería hablar con el dueño del lugar o con el jefe, si es posible-. La mujer se asomó al mostrador, revisando mi vestimenta. Agradecí haber cambiado mis hábitos cuando me dejó pasar sin hacer más preguntas. Caminamos por un pasillo y me encontré con un hombre fumando un cigarrillo en una oficina. La mujer se retiró y cerró la puerta, logrando poner mis pelos de punta.
-¿Usted es la señorita Adora Razz?-. Dejó el cigarrillo terminado en el cenicero, girando su silla y mirándome a los ojos. Era un hombre de unos 30 o más años, vestía una camisa media abierta y pantalones de vestir. Su cabello era castaño, un poco canoso y sus ojos eran color miel.
-Sí, señor. Mi nombre es Adora, tengo 22 años y vengo a aplicar para el puesto de trabajo-. Me revisó de arriba a abajo, tal como la mujer del mostrador había hecho.
-Hm... ¿Sabes defenderte?-. Levanté una ceja ante la extraña pregunta.
-Sí, señor... Soy lo suficientemente fuerte como para salir de algunas situaciones por mi cuenta-. Insatisfecho con la respuesta, se reclinó sobre el escritorio. No pude evitar pensar en su parecido con Elvis Presley...
-Escucha, jovencita. No estoy contratando hombres porque ya he tenido problemas de falta de botellas y de señoritas quejándose por indecencias de sus partes, por ello busco mujeres-. Su mirada parecía de aquellas que leían tu alma con sólo mirarte unos segundos-. A estas horas, en este tipo de lugares, las personas que vienen no son gente con buenas intenciones. Necesito saber que llamarás a las autoridades en cuanto la situación se torne a mayores, es decir, que se salga de tus manos. Necesito saber que puedes defender a alguien si es atacado en pleno bar, si puedes defenderte de ser atacada por algún ebrio en pleno lugar...-. Pasé saliva, pensando en Bee a todo momento-. ¿Necesito decir más? Siendo mayor de edad, deberías saber perfectamente que el mundo no es color de rosas...
-Lo sé perfectamente, señor. También puedo asegurarle que puedo cumplir con las condiciones que necesita.
-Bien-. Abrió los papeles de mi currículum luego de esas aclaraciones y los leyó en silencio-. ¿Qué sucedió en el último trabajo que tuvo? ¿El del café cerca de aquí, Pandarise & Smothies?