Catra y Adora fueron amigas desde que tienen memoria, pero de repente una familia decide adoptar a Catra, y Adora no la vuelve a ver..
Hasta... ¿Los departamentos?
Posee personajes OOC (Out of Character). Si es de tu desagrado, ruego que te dirijas...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Adora sólo me miraba fijamente. Mi rostro seguro le hacía competencia a un tomate.
—¿Te mencioné que me encanta el helado de chocolate, Catra?—susurró. Pasé saliva antes de responder. Mi mirada se turnaba entre sus ojos y sus labios.
—S-Sí... lo mencionaste antes—. Desvié la mirada. ¿Qué es esto? Me está intimidando. Esto es nuevo. Se siente como la mierda ser intimidado, pero esta manera se siente ¿distinta? Me siento avergonzada... pero en un buen sentido. ¿Tímida? ¿Adora hace que yo sea tímida? Vaya, nueva faceta mía.
—¿Catra? ¿Sigues ahí? Pareces perdida en las nubes...—. Me tomó la barbilla y me obligó a mirarla.
—No... no me perdí en las nubes...
Pero ahora me perdí en el cielo de tus ojos, Dios..
Adora sonrió, una vez más, para decir.
—Me encantan tus ojos, ¿sabes? Son color cielo... Como un amanecer.. como si el sol salude de un lado y el cielo celeste lo reciba del otro...—.Quedé atónita. Completamente. Recuerdo claramente el hecho de que ella de pequeña me haya dicho que amaba mis ojos porque eran únicos y que, los que se reían de ellos, sólo tenían envidia de lo hermosos que eran. En esos momentos, lo tomaba como un consuelo y una verdad de su parte, pero ahora es completamente distinto. Ella simplemente armó un poema para ellos.
Ahí está otra vez, la sensación de gustarle.
—E-Es la p-primera vez que hablas así... de mí...—. Me atreví a decir. Seguíamos en la misma posición, nunca pensó en alejarse, lo veía en sus ojos, pero no estoy segura de si tenía la determinación para acortar esa cercanía...
—Mentira, es la primera vez que hablo así de ti, frente a ti...—. ¿Habló de esa forma sobre mí con alguien más? Wow... Un impulso subió y recorrió todo mi cuerpo. Quería hacerle caso. Mi vocecita interna me decía que lo haga. Quería hacerlo, pero tenía miedo.
Tengo miedo, de estar equivocada, de no saber cómo ella reaccionaría, de que se aleje y piense que... ¿Qué piense qué? Ella admitió ser lesbiana, ¿no puede culparme, verdad? Y menos luego de coquetear así...
El impulso volvió a presentarse y esta vez no lo frené, juntando mis labios con los suyos.
Se sintió como si... no sabría explicarlo exactamente, pero fue como cuando un pajarito vuela por primera vez. Como cuando un bebé dice su primera palabra, un rayito de felicidad me recorrió de pies a cabeza, y fue aún mejor cuando tomó mi cadera para acercarse. La tomé de la nuca, quería que este momento durase para siempre.
La atrevida de Adora, peleó para abrir mis labios y meter su lengua. Una lucha para confirmar quién dominaba ese beso dio presencia, haciendo que yo pierda y terminemos tumbadas en el sillón. Uno, dos, tres... Sentía que me iba a derretir. El beso estaba pasando de lo más tierno y lleno de amor a algo más apasionado. En ese momento, el aire decidió ausentarse, rompiendo mi momento "sempiterno".
Adora estaba sonrojada, con la boca abierta, tomando bocanadas de aire. Supuse que yo estaba prácticamente igual. De repente, una sonrisa de satisfacción surgió en su rostro. En ese entonces, pude identificar que por las cortinas se colaban luces del atardecer, bellas luces anaranjadas y rosadas, que iluminaban el cabello de Adora, tiñendo de colores su rostro.
Que bellas vistas.
Más que feliz no podía estar. Había besado a mi mejor amiga, a la chica que me gusta...
—Pensé que nunca romperías la poca distancia que nos separaba...—dijo, aún a horcajadas sobre mí.
—Pues... pensé que solo jugabas...—dije riendo. Pero estaba siendo sincera, no sabía si en verdad le gustaba o si sólo jugaba para averiguar quién me interesaba. Ella rió en respuesta y volvió a acercarse a mí.
—Torpe, jamás jugaría con algo tan serio...—dijo, para volver a besarme.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estuvimos en ese sillón incluso hasta después que la película terminase. No podía estar más feliz. ¿Así se sentían Rogelio y Kyle cuando estaban juntos? Todo tiene sentido ahora. La adrenalina de tener una relación a escondidas se me cumplió. Espero no tener que sobrepasar muchas dificultades...
—Ojalá hubiera hecho esto antes...
—Se derritió el helado—dijo Adora con un puchero. Sonreí mientras seguía acariciando su cabello.
—Lo colocamos en el refrigerador y podremos comerlo luego, no te preocupes.
—Está bien —respondió, para acomodarse en mi pecho.
—¿Sabes?—decidí hablar sobre el tema—. No creo que podamos estar muy al público...—. Adora levantó su cabeza levemente, para mirar mis ojos.
—¿A qué te refieres?
—Me refiero a que no podremos andar de la mano en las calles, o salir a citas... deberás soportarme de cariñosa con Rogelio... ¿Estás segura de querer salir conmigo?—. Adora pareció pensarlo por unos minutos, hasta que finalmente habló.
—Podríamos no ser pareja, sino amigas...—. Repentinamente se sonrojó.
—¿Con derechos?—dije sin revuelos. No me parecía mala idea, pero estaba segura de que me volvería loca si alguna coqueteaba con ella sin que yo pueda reclamar. Aunque sería justo, considerando mi "relación" con Rogelio.
—S-Sí... mala idea ¿verdad?
—No, en absoluto Adora. Si así lo prefieres, está bien por mi.
—Es que no soportaría ser tu novia y no poder mimarte como quisiera...—dijo con un puchero, mirándome con ojitos de cachorro. ¿Cómo no enamorarse de esta belleza?
—Te comprendo. No te preocupes, estoy bien con ello. Cuando termine con toda esta farsa, podremos estar juntas sin que nada ni nadie nos importe...—. Adora me sonrió y me dió un beso en los labios, para luego levantarse e ir a la cocina. Me decepcionó un poco, pero debíamos ingerir comida, así que decidí ayudarla a cocinar. A la hora, estábamos comiendo fideos salteados con verduras asadas y salsa de soja, una delicia a decir verdad.
Hicimos bromas durante la cena de que tendríamos que ver esa película otra vez, pero esta vez prestar atención. La pusimos, una vez más, y comimos el helado juntas. Yo sentada entre sus piernas, compartiendo cucharadas de helado.