♤~Capítulo XLVIII~♤

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Lo más raro de estar unos tres días con esta niña no ha sido su estadía, no ha sido su comportamiento en la noche y las pesadillas, porque podía saber la razón de aquellas fácilmente

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Lo más raro de estar unos tres días con esta niña no ha sido su estadía, no ha sido su comportamiento en la noche y las pesadillas, porque podía saber la razón de aquellas fácilmente. Lo raro de todo esto era el padre de ella.

El padre de Melsy no había dado ningún aviso de desaparición, no había buscado a su hija. ¿Y si la secuestraban? 

Aunque, pensándolo mejor, no habría mucha diferencia de lo que le sucedía a la niña en la casa de ese hombre que lo que le podría suceder si es secuestrada...

Acaricié sus cabellos mientras dormía. Estaba abrazada al peluche que solía llevar yo desde que tenía memoria, mientras se acurrucaba en mi pecho. Swiftie estaba durmiendo en su cama, en un rincón de la habitación, roncando a lo alto.

Cerré mis ojos, queriendo ahogarme en esa tranquilidad. Mala jugada me hizo mi cabeza. A medida que más caía en la inconsciencia, más se nublaba la realidad. La cabellera de Bee se hizo mucho más densa y oscura, mientras que sus pequeños brazos amoratados y blanquecinos se tornaban en morenos. 

Abrí mis ojos, dejando las lágrimas correr. La moví de mi pecho con suavidad, bajando las escaleras para ir a la cocina y tomar algo de agua, para calmar mis sentimientos desbordados. Me senté en la mesa, dejando mi cabeza apoyada sobre mis antebrazos, dejando que el nudo de mi garganta se desenvuelva, que la lluvia caiga donde y cuando deba caer.

Estuve así por un largo tiempo, sin pensar con claridad lo que hacía.

Me escapé de la vida que había construido en Nueva York. Vine a reclamar mi parte declarada por el testamento de Razz. Dejé mi trabajo, mis estudios, mis amistades... y lo que sea que llevaba con Catra. Dejé todo, colapsando en el proceso. Tuve una enorme bajada de peso, incluso cuando no tenía demasiada grasa corporal. Mi cordura parecía a punto de caerse por una borda, y el contrato ofrecido por Weaber fue el centímetro agregado para que la pierda. Era mucho dinero, debía de admitir, pero no era ninguna persona que se deje comprar. Me alejé por mi propia salud, por mi propia necesidad de centrarme en mis problemas, pero no sabía si Catra comprendía aquello. 

Jamás firmé aquel contrato, jamás lo haría. ¿Dinero por alejarme de la persona que amo? ¿Quién se creían que era? Aunque, debo admitir, que me negué luego de pensarlo por mucho. Sabía que el dinero que Catra necesitaba para dejar su apellido adoptivo era demasiado, pero 60.000 dólares podrían ser un gran apoyo... Más cuando provenían de su propia madre. Había pensado en que, tal vez, si lo firmaba y recibía el monto, Catra recibiría más dinero del necesitado y podría deshacerse de una vez por todas de Weaber... 

Pero el matrimonio... No tenía idea del poder de los padres de Rogelio. No hasta que estuve por enfrentarlos. Tomé mi cabeza entre mis manos, revolviendo mis cabellos, recordando los cumplidos de Catra sobre el mismo, provocando que lo revuelva aun más.

Un grito me hizo despertar del trance. Corrí escaleras arriba, entrando a la habitación donde había una Melsy en posición fetal contra la cabecera de la cama, llorando y mirando a la nada.

—¡No me toques! ¡No te acerques! ¡Le diré a mamá! Por favor...—. Corrí hacia la cama.

—¿Bee? Soy yo, pequeña. No pasa nada, vuelve a dormir. Estaré aquí, no me iré.

—¿Mamá...?

—Shh, tranquila pequeña. Estás a salvo conmigo...—. Esta vez, sus bracitos se envolvieron en mi cintura en lugar de en el osito de peluche, sin poder hacerlo completamente por lo pequeños que eran.

Sonreí, algo nostálgica, pensando en lo orgullosa que estaría Razz de ver cómo salvé a esta niña sin dudar dos veces. Acaricié su cabello rubio, otra vez, pero cayendo dormida con su particular olor a chicle en el cabello.

 Acaricié su cabello rubio, otra vez, pero cayendo dormida con su particular olor a chicle en el cabello

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N/A

Corto, lo sé, pero son pequeñas partes que dicen mucho. Decidí aclarar los sentimientos de Adora (aunque sea un poco) frente a la situación que dejó al aire en Nueva York, así que pensé en hacer esto, además también conocemos un poco de la nueva personaje, la pequeña Sweet Bee a la cual decidí nombrar Melsy porque es una variable de Melys en Galés y significa dulce <3

(Love &) Hate [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora