♤~Capítulo XVIII~♤

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Catra está loca

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Catra está loca. ¿Cómo se atreve a acorralarme en un momento tan vergonzoso? Aunque no creo que me importe tanto si se trata de ella. Si hubiese sido otra persona, seguro que terminaba noqueada en el piso.

En fin, salimos a comprar comida para almorzar juntas. En el supermercado íbamos con los brazos entrelazados, mi sonrisa era inmensa. No podía expresar lo feliz que estaba de poder estar con Catra de esta forma. Solas, la una con la otra, tan cercanas...

—... no quiero volver a perderte...—. Inmediatamente tapé mi boca, el susurro inesperadamente viajó demasiado rápido desde mis pensamientos hasta mis labios. Miré a Catra esperando que ella no me haya escuchado.

—¿Dijiste algo, Adora?—. Me miró con los ojos abiertos y el clásico puchero que hace cuando está pensando.

—No, nada —dije, acompañándome del vaivén de mi cabeza en forma negativa. Seguimos caminando por el supermercado, comprando lo que necesitábamos para almorzar y cenar, cuando vuelvan Bow y Glimmer a casa.

Llegando a la fila de la caja para pagar por lo que nos llevábamos, nos cruzamos con Mermista y Nettosa, quienes estaban llevando dos packs de latas de cerveza. Estaban charlando muy animadas. Catra no las notó hasta que nos vieron y comenzaron a gritar. Algo pasó.. Catra se despegó de mi brazo más rápido que lo que sale agua de un grifo abierto. Me quedé atónita, un poco confusa.. ¿Se avergüenza de nosotras como pareja?.. ¿Se avergüenza de mí?

—¡Adora! ¡Catra! Hace tiempo que no nos veíamos, ¿verdad? El fin de semana largo pegó mucho —dijo Netossa riendo levemente, Mermista sólo sonreía, pero había una mirada confusa en su rostro, la cual se dirigía a Catra..

—Sí, aunque pareciera que se pasó muy rápido...—dije, sonriendo, sin intentar fingir, pero no salió naturalmente, así que caí en mi propia mentira, una vez más..

—Sí, me sentí un poco sola —siguió Netossa—. Spinnerella se pasó todo el fin de semana en la casa de sus padres y no pudimos vernos, y mis amigas sólo se la pasaban donde su pareja—. Miró a Mermista, acusándola de lo mencionado.

Catra y Mermista rieron levemente, sabrá Dios porqué. ¿Tal vez porque aumentó la tensión en el ambiente? Sí, es una opción.

—¿Y? ¿Qué vinieron a comprar?—. Netossa chismeó lo que llevábamos en el canasto de supermercado. Catra respondió.

—Compramos comida para almorzar. Hoy vienen Bow y Glimmer de un viaje juntos, así que los vamos a recibir con una gran cena—. ¿Las estaba evadiendo? Sí. ¿La detuve? No. Supongo que ellas nos invitarían a comer con ellas a algún lugar o a alguna de sus casas, debido a Netossa, porque así es ella. Pero tampoco es como si les hubiera mentido... Aún así algo de culpa me recorrió el cuerpo.

—Ohh, y yo que las quería invitar a almorzar—. Netossa hizo un puchero y Mermista lanzó un suspiro de cansancio.

Catra, que buen olfato y percepción tenes para este tipo de situaciones...

—Será para otro día, supongo...—dije. Ahí vamos otra vez..

—Sí, lo dejamos para otro día...—. Llegamos a la caja luego de hacer la fila, pagamos todo y nos despedimos del dueto de amigas para seguir nuestro camino hacia el departamento.

En el camino, Catra no volvió a ofrecerme su brazo ni su mano, pero por momentos se acercaba a mí con una sonrisa, lo cual en ese entonces, fue más que suficiente.

En el camino, Catra no volvió a ofrecerme su brazo ni su mano, pero por momentos se acercaba a mí con una sonrisa, lo cual en ese entonces, fue más que suficiente

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Una vez llegadas al departamento, Catra fue directo a mi habitación.

—¿Catra? ¿Todo bien?—. Me dirigí adonde ella, tal vez se descompuso o se sentía mal.

—Sí, Adora... —susurró. Ahí va su voz ronca. Esta mujer en serio es sexy, por amor de Dios. Me acerqué a la cama, se encontraba recostada boca abajo. Una idea vino a mi cabeza.

Te devolveré el favor de esta mañana, gatita traviesa..

Me subí a la cama a horcajadas de Catra, acorralándola con mis brazos. ¿Porqué no? Catra dio media vuelta, confundida al sentir el colchón hundirse y no ver nada sobre ella. Un sonrojo cubrió todo su rostro, el sol de mediodía la delató por completo.

—¿Adora? ¿Qué rayos te pasa?—. Parecía alterada. 

¿Qué pasó, gatita salvaje? ¿Tienes miedo de escapar? ¿O no quieres hacerlo..?

—Sólo te devuelvo el favor de esta mañana, gatita traviesa—. Mi sonrisa se ensanchó de manera pícara, mientras Catra no sabía dónde mirar para encontrar su valentía, otra vez.

Mi cuerpo comenzó a moverse por el impulso mismo. Una de mis piernas terminó entre las de Catra, mientras que, con una de mis manos, movía su barbilla para que me mire a los ojos.

En serio, esta mujer hipnotiza.. No puedes mirar a alguien así y esperar que no haga nada en tu contra..

—¿Sabes? Esa mirada que haces cuando estás acorralada...—. Catra pareció confundida por un momento, pero en seguida puso excusas al respecto. O tal vez explicó lo que yo no sabía, no podría decirlo con claridad.

—Sabes que yo jamás le mostraría esta faceta mía a alguien. Es sólo que... contigo siento que está bien...—. Volvió a desviar su mirada, pero esta vez no me alejó, sino que la colocó sobre mí una vez más, con determinación y... algo más que en su momento no supe describir por lo atónita que estaba, pero ahora lo describiría como... ¿Entrega? ¿Confianza? Algo por el estilo.

—Ya veo...—dije para acercar su rostro al mío y plantar en sus labios un beso idéntico o inclusive más ardiente que el primero que nos dimos. Catra hizo amagos de querer quitarme mi camisa, pero mi venganza estaba en camino—. Bien, hora de almorzar —dije para levantarme y salir de la habitación directo a la cocina.

Ese rostro que Catra puso cuando estuvo acorralada, esperaba que no lo colocase inconscientemente frente algún idiota como el del café que la acosó en la noche que la saqué de allí. Ese rostro no lo olvidaría en un largo tiempo, pero esperaba reemplazarlo por otro gesto. Algún gesto que saque más facetas de Catra... 

Ahora que lo pienso, después de lo sucedido recién, ¿no significa que Catra tiene demasiada tendencia a ser pasiva si es acorralada?

Con el rostro más rojo que el carmín y con el autocontrol más grande que podría haber tenido en mi vida, me despabilé a mí misma para comenzar a cocinar el almuerzo.

(Love &) Hate [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora