Luz // Trueno // #2da parte de "Impredecible"

°44°

Estaba cocinando mientras escuchábamos música, Mateo estaba sentado en la mesada, mirando lo que hacía.

—ahí llegó y por tu culpa me va a putear seguro—dice Mateo al escuchar la puerta, solo me reí.

—hola—se escucha que grita Pedro desde el living

—estamos en la cocina pa—grita Mateo.

A los segundos entra, estaba nerviosa sinceramente osea yo lo faneaba a Mateo y claramente Pedro era y es un grande para mí, siempre me encantó su forma de ser o por lo menos lo que se veía a través de la pantalla, su buena onda y carisma, como es con Mateo y lo bien que se llevan es algo que me hace acordar a como nos llevábamos con mi papá.

—hola—habla y me doy vuelta.

—hola viejo, ella es Liz, él Pedro ya sabes quién es—se ríe Mateo haciendo que me ponga más nerviosa.

—hola un gusto—digo acercándome a saludarlo.

—hola nena, al fin viniste, como estás?—me agarra del brazo cariñosamente mirándome de arriba a bajo.

—bien, estoy bien, ahora mucho mejor, usted?—hablo nerviosa mientras Mateo se ríe disfrutando de mis nervios.

—no me trates de usted por favor—se ríe al igual que yo—me alegra mucho verte así, bien—sonreí sintiéndome en total comodidad a pesar de mis nervios Pedro te trasmite alegría y confianza.

—gracias, después de tanto puedo decir que estoy muy bien—asiento varias veces.

—viejo yo no tengo la culpa eh, ella quiso—dijo Mateo levantando las manos cuando vio que Pedro llevo la mirada hacia la comida.

—dale boludo es la invitada y está cocinando?—le dice y me río

—yo quise e insistí por qué Mateo no quería—conteste rápido.

—igual no te hubieses molestado nena—contesta—la estás ayudando por lo menos?—me rió peor.

—vos querés que nos intoxiquemos?—pregunta Mateo.

—no, está bien no hace falta—hablo dándome vuelta para seguir cocinando.

—como te fue hijo?—le pregunta a Mateo mientras agarra agua de la heladera.

—bien, sabes que es la marca que venden en el local donde trabaja ella

—en serio? Que bueno y cómo es? Donde queda el local?—me pregunta a mí

—en el shopping de Palermo, igual no es la única marca que trabajamos, tenemos 2 más—contestó

—ah y está buena la ropa?—le pregunta a Mateo

—si está piola, me van a mandar después me dijeron—Pedro asintió y salió de la cocina atendiendo una llamada.

—estas nerviosa pecosa?—pregunta riéndose

—no se que te causa risa—lo miro mal

—lo colorada que te pusiste, por favor tus pecas mi amor—se bajo de la mesada acercándose a mí y me agarró la cara con las dos manos—te amo—me pido un pico—te amo—me dio otro y sonreí.

—por que sos tan lindo?—pregunto mirándolo embobada.

—por que nací así, él más lindo y fachero—contesta levantando una ceja.

—ay salí—lo corro para seguir con lo que estaba haciendo mientras él se ríe.

[...]

—Liz te querés casar conmigo?—pregunta Mateo tocándose la panza, recién terminábamos de comer.