3. Lo olvidé🔸

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Fargan

Venía de regreso con las galletas que me había dado Alex, entré al salón con las mejillas un poco rojas, pues me daba mucha vergüenza recibir ese tipo de regalos, no quería herir de ningún modo a Alex, pero tampoco darle esperanzas que no tenía, estuve pensando en eso mientras transcurría la clase. Estaba sentado casi lado de la puerta, pues apenas habia entrado, cuando terminó la clase me pare y fui a sentarme al lado de Willy quien miró las galletas.

-De donde sacaste eso?- Willy se veía muy curioso y trataba de ver la bolsa.

-¡Ah! Me los regalaron ¿A que son monas, no? - Le pasé la bolsa a Willy, solo quedaba una galleta y media -Que casi me las he acabado de lo buenas que estaban ¿Quieres?- Willy las miro un momento y me lanzó la bolsa al pupitre de forma despreocupada.

-No, gracias, no quiero imaginarme que Dulce le haya puesto algo raro- Me reí, Willy se veía algo molesto.

-¿Qué sería para ti algo raro?- Willy volteo a verme.

-Un hechizo con cabellos o algo- Ahí me reventé a reír y Willy solí sonreía un poco.

-Que Dulce no me ha dado las galletas, pero no había pensado en la posibilidad de que tuvieran un amarre de parte de Alex- Willy me miró sorprendido y dejó de reír. -Ahora tengo que buscar en todo en instituto donde enterró mi foto- Me reí y Willy parecía no entender del todo.

-¿Alexby? ¿Hablamos del mismo chico bajito gruñón?- La descripción de Willy no me parecía muy justa.

-Si si, estas son las muestras gratis- Rompí un pequeño pedazo de galleta -Mira, no creo que Alex sea brujo, prueba un poco- intenté lo mismo que con Alex, solo que esta vez estaba completamente seguro de lo que hacía y con que intenciones, sentía el corazón salirme y cuando la galleta estuvo frente a los labios de Willy el abrió a duras penas la boca, trataba de no mirarme y la mordió, le sonreí -Qué tal?-

-Nada mal- Willy tenía las mejillas todavía sonrojadas, estábamos muy cerca.

-Oye ¿Porque tienes las mejillas tan rojas?- Puse mi mano en la mejilla de Willy- ¿Te pongo nervioso?- Willy me miro por un segundo a la cara y después me apartó con sus manos en mis hombros.

-¡No! Y no hagas eso otra vez- Se levantó y salió del salón.

Así pasaron mis días, cada pequeño esfuerzo que hacia para que Willy se fijara un poco en mi tenía un retroceso por su carácter tan difícil de sobrellevar, pero algo dentro de mi o tal vez la forma en que Willy me miraba me hacía creer que iba por buen camino. Había llenado los formatos y todo lo necesario para el viaje, ya solo quedaba un día y tenía que dar todo mi esfuerzo para enamorar a Willy, tal vez el viaje me daría la oportunidad de volver a decirle lo que siento y esta vez la respuesta sería diferente.

Esta mañana sería el ultimo día de clases antes del viaje y quería confirmar si tenía alguna oportunidad de gustarle a Willy, intentaría varias cosas, tenía una lista y todo, si alguno de los puntos se cumplía es que había esa oportunidad, primero pasaría por el, si él se alegraba contaba como una oportunidad. Estaba frente a su casa esperándolo, cuando salió me miró y pasó de largo, yo le llevaba un chocolate caliente pues últimamente hacía mucho frío, primero rayé el primer punto de mi lista, el segundo punto era darle el chocolate, si Willy me agradecía con una sonrisa contaba como un éxito y por tanto una oportunidad.

-¡Willy! ¡Espera!- Lo alcancé

-¿Qué necesitas Fargan?- Me miraba con un poco de cansancio, tenía una ojeras un poco grandes.

-Te traje esto, no es mucho, pero con este coñazo de frío sirve de algo- Le extendí el vaso, lo tomó podía ver sus mejillas un poco rosas.

-Gracias- No me sonrió, solo siguió caminando, rayé el punto dos de la línea. -¿Qué hacés?- Willy notó que sacaba mi pequeño bloc de notas.

-Nada- Lo metí rápido a la bolsa de mi sueter de la escuela, Willy parecía fastidiado, siguió caminando por unos segundos.

-¿Fargan tienes frío? Recuerdo que eres mucho de salir muy abrigado y hoy solo tienes una sudadera bajo la ropa- En eso tenía razón Willy, pero levanté tan temprano para pasar por el y el chocolate que no tuve tiempo de buscar toda mi ropa, el chocolate había calentado mis manos todo el camino y no había notado tanto el frío hasta después de entregarlo.

-Si, un poco, solo que olvide salir más abrigado- Los punto tres, cuatro y cinco eran cosas muy significativas, tomar la mano, un abrazo o un beso. Cuando vi que la mano de Willy se extendía hacia mi lado sentí una felicidad muy grande, tal vez sería esa mi señal, acerqué la mano mientras veía la de Willy cuando estuve cerca Willy se aprovechó y con su mano sacó mi bloc de notas de mi bolsillo, sin dudarlo más de un segundo comenzó a leer los diez puntos, traté de quitárselo, pero lo logré muy tarde, cuando ya no tenía remedio.

-¿Fargan, quieres que te sea directo de nuevo?- Sentí un miedo recorrerme la espalda y sentía más frío que nunca, era como un déjà vu.

-Willy, todavía no quiero gastar mi oportunidad, sé que aún puedo...- Willy se detuvo y me miró.

-No, las cosas no son así, se sienten o no se sienten, tal cual- Otra vez era rechazado por la misma persona, yo no era masoquista ni nada, solo que amaba a Willy y escuchar su rechazo era horrible.

-Y tú no sientes nada por mi...- Metí mis manos a mis bolsas, Willy asintió la cabeza y entendí todo, mi ultima esperanza se había quedado ahí y solo comencé a caminar en otra dirección que no fuera el instituto. Me quedé cerca de la heladería, no quería saber de nadie hasta que llegara Dulce a su trabajo, necesitaba hablar con alguien, pero no podía ser una carga para ella, solo me quedaba esperar. Me sentía como todo un perdedor llorando recargado en un árbol, sentí la mirada de algunas personas, aunque me sentía más raro y más gente me vio subí al árbol, después de una rato la gente me ignoró, me quedé ahí sentado pensando en qué había hecho mal.

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