Rubius.
Estaba solo en el pueblo, la única compañía que me quedaba fue Kira quien fue bien recibida en mi casa , ya que todos mis amigos se habían largado de aquí, y no solo mis amigos sino que también Samuel de Luque, trataba de no pensar en él todo los días, pero era casi imposible no recordar una y otra vez el día que se despidió de mi, literalmente cada que tenía un poco de tiempo libre recordaba ese momento una y otra vez, como si no pudiera sacarlo de mi cabeza, y ese recuerdo ya me estaba pasando factura en mi trabajo, fácilmente treinta panes habían terminado como carbón. Mi madre había desistido de dejarme solo la mayor parte del tiempo, ahora se quedaba conmigo hasta que la ultima pieza de pan estuviera en los anaqueles.
No odiaba estar en la panadería, me gustaba, y cada vez iba mejorando más, aunque varias veces sufría de accidentes, como confundir sal con azúcar o confundir cantidades, nada realmente grave. Mis padres ahora descansan más, sobre todo cuando me dejaban la tienda al momento de vender por las mañanas que era todo un desastre, solo corría de un lado al otro con bolsas o con charolas, cuando todo mi día terminaba, me quedaba un rato más haciendo una charola extra de practica y con toda mi concentración, pues fue una de las promesas que le hice a Samuel, claro, todo esto después de hacerlo comer un pan que estaba terriblemente horrible, le prometí que la próxima vez que llegara yo lo recibiría con el mejor pan que hubiera probado en su vida. Y aunque hubiera mejorado, mi madre era quien seguía dando los detalles para que la producción fuera igual de buena que siempre.
Mi teléfono recibía constantes mensajes de Vegetta, pero las conversaciones no eran muy largas, pues yo llegaba bastante cansado y Vegetta igual por sus clases, por las tardes y mañana realmente tenía unas ganas casi incontrolables de llamarle o de mandar un simple mensaje, pero no quería molestarlo en sus estudios, no cuando probablemente en medicina les enseñen cadáveres y fetos en frascos. Los fines de semana Vegetta seguía atareado y yo ayudaba con algunos pedidos especiales como pasteles o confitería. Sin más cada vez me sentía más lejos de Vegetta, obviamente con el miedo de que gustara de alguien más, los mensajes se hicieron cada vez menos frecuentes, hasta que me sentí toda una molestia y deje de contestar, Vegetta se merecía disfrutar su vida en la universidad, tal vez su vida sería como esas películas americanas, a veces pensaba en eso y solo esperaba que Vegetta fuera feliz.
Como de costumbre un domingo me levanté como siempre para atender un pedido de un pastel y varios cupcakes, cuando estaba todo listo me quedé solo en la panadería para entregar todo, pasaron unos minutos y una chica que recordaba del instituto entró por la puerta, era Nieves, una chica rubia un poco bajita y muy tímida, le sonreí y ella se sonrojó mucho.
-Buenos días, vengo por un pedido de un pastel y treinta cupcakes- Nieves me sonreía nerviosa.
-Ah claro, todo esta listo, crees que puedas con todo tu sola?- Nieves miró las tres cajas en el mostrador y negó con la cabeza.
-Puedo intentarlo...- Me comencé a reír y me levante del mostrador.
-Ese es el animo, vamos a ver...- Comencé a bajar las cajas del mostrador, Nieves tenía una cara un poco asustada, pero tenía sus manos extendidas para tomar las cajas, solo puse una en sus manos y yo cargué las otras dos. - Será mejor que te ayude, a dónde te acompaño?-
-Muchas gracias! Vamos al teatro de la ciudad- Nieves me abrió la puerta y comenzamos a caminar hacia el teatro.
-Y es cumpleaños de alguien o algo así, como para que te mandaran sola por esto- Nieves se reía.
-No no, Akira y yo estamos aprovechando las vacaciones entre un semestre y otro para dar clases de teatro para niños, hoy es la primera clase, ella quería venir conmigo, pero bastantes niños llegaron antes de lo planeado, creímos que todo iría más lento- Estaba pensando en por qué me sonaba tanto el nombre de Akira en mi cabeza.
ESTÁS LEYENDO
Adorable Encuentro ll
FanficEl instituto planea hacer una excursión de tres días a una ciudad, mientras Fargan trata de conquistar a Willy y todos los demás intentaran no meterse en problemas.