4. No me dejas ni respirar ⚫

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Rubius

Ya habíamos hecho el examen de literatura y gracias a Vegetta por fin entendía todas las preguntas, cuando hace unos días encontré mis exámenes anteriores pude ver porque había reprobado anteriormente, me gustaba que Vegetta me hiciera mejor persona, pero había algo que no me dejaba pensar claro y era que de verdad quería ir de viaje con todos, pero si era malo en literatura era terrible en matemáticas, quería pedirle ayuda a Vegetta, pero probablemente me mataría por decirle cuando faltaban tres días para el examen, si no aprobaba me quedaría sin ir con todos, estaba con la cabeza apoyada en el pupitre no hacía ruido solo estaba pensando en porque no podía entender números y letras sumados, para empezar quién había pensado en sumar letras.

-¿Chiqui, estas bien? - Vegetta se veía preocupado, alce mi cabeza y asentí.

-Si ¿Por qué?- Veía a Vegetta fijamente, de verdad quería pedirle ayuda, pero no quería recibir un regaño del tamaño del universo.

-Pues ya sabes, eres como un niño tonto con problemas de hiperactividad, y últimamente estas como un zombie, incluso cuando estamos con Kira- Quería contestar, pero llegó el profesor, así que volví a tirar mi cabeza al pupitre.

Cuando terminaron las clases me quedé a mi asesoría de literatura, tal vez ya solo quedarían pocas, pues después de los resultados ya no habría motivo para seguirlas, me senté frente a Vegetta y saqué mi libro, lo deje abierto frente a mi, cuando Vegetta me miró por unís segundo y lo cerró.

-Rubius a ti te pasa algo, por favor dímelo, que si esta en mis manos te puedo ayudar- Me miraba fijamente y no pude más le solté toda la verdad

-¿Recuerdas que recién nos dijeron del viaje y yo estaba con eso de que no pasaría mates...?- Vegetta me sonrió

-Si, sigue- creo que ya sabía perfecto que iba a decir.

-Y pues... - Iba sacando mis cosas de mates mientras Vegetta seguía sonriendo -¿Me puedes enseñar?- Vegetta suspiró.

-¿Qué parte del curso no entiendes?- Ahora tenía más miedo que nunca.

-Desde el primer año de bachillerato- La sonrisa de Vegetta se fue deformando hasta llegar a una cara de desesperación, abrió el libro y buscó una página de las primeras.

-¿O sea que no tienes ni la mínima idea de como se hace esto?- Lo mire detenidamente, era una fracción y en el numero de arriba había una raíz cuadrada, comencé a sudar frío pues era la primer lección y jamás había visto eso en mi vida.

-No...- Vegetta estaba haciendo unas cosas raras con sus manos como si quisiera romper o apretar algo, estaba muy fastidiado.

-¡¿Y me lo dices tres días antes del maldito examen!?- Ahí supe que iba a ser regañado.

-¡Pues no quería que te pusieras a gritarme como loco!-

-¡Pues normal que este como loco! ¡No sabes nada de matemáticas y debes saber hasta acá en tres días! Pensé que al menos tendrías una idea-Señaló una pagina que estaba en la parte media del libro, sin más trató de tranquilizarse. -Mira no resuelvo nada gritandote, voy a ponerte unos ejercicios básicos de otros años que vas a ocupar para empezar a resolver los de este año- Vegetta tomó mi cuaderno, ejercicio que ponía y del cual no tenía ni idea de como se resolvía. -Toma-

-Si, gracias- Miraba una y otra vez -Puedo usar calculadora?- Vegetta me miraba sorprendido.

-Usala, pero no sé de que te va a servir, si la mayor parte del proceso ocupa operaciones sencillas- Traté de concentrarme, hice mil operaciones y Vegetta veía fijamente, se notaba la confusión en su cara, estaba tan perdido que cuando perdí la esperanza escribí "YA01" con la calculadora. -Joder, no sabes ni dividir bien y tienes calculadora- Vegetta se veía sorprendido y yo me quería morir de la vergüenza.

-Estoy perdido...Dejalo así, Vegetta igual pensaba hacer examen final de mates, son de opción múltiple y hay esperanza- Vegetta tomó la libreta y comenzó a escribir operaciones mucho más sencillas, me regresó la libreta.

-Creeme que se oye como una misión imposible, pero me hace ilusión ir al viaje juntos- comencé a resolver lo de la libreta mientras Vegetta guardaba sus cosas. -Quieres que hagamos los deberes en mi casa? Te puedes quedar a dormir- asentí con la cabeza y guardé mis cosas. Pasamos rápido con Kira y después a su casa.

Ese día fue muy cansado pero de a poco avanzábamos, en ocasiones olvidaba algunas cosas y Vegetta me las recordaba mientras él estudiaba otras cosas, por la tarde Vegetta hacía chocolate caliente y lo llevaba al cuarto junto con algunas galletas, nos quedamos dormidos estudiando y cuando desperté tenía una manta y el desayuno en la mesa junto mis cuadernos ordenados.

-¡Vegetta!- No podía verlo por ningún lado así que gritaba un poco, me parecía curioso que nunca me hubiera topado con sus padres en las ocasiones en que iba a su casa, él me decía que estaban de viaje ocupados en varias cosas y realmente no quería parecer muy entrometido así que no preguntaba más.

-¡Estoy en la ducha! Tú puedes ocupar la del cuarto de invitados o alcanzarme aquí- Me sonrojé todo y comencé a buscar mi mochila, igual quería regresarsela a Vegetta, me acerqué al baño y grité.

-¡Me gusta el agua caliente eh!- giré la perilla para fingir que entraba cuando escuché como alguien detenía la puerta para no dejarme pasar.

-¡¿Qué haces Doblas?!- Vegetta se oía muy nervioso y yo me comencé a carcajear.

-Vale, vale, entonces no me hagas invitaciones falsas- Dejé la puerta y me tiré en la cama de Vegetta a dormir un rato más, no iba a correr el riesgo de perderme en la casa de Vegetta una vez más. Pasó un rato y Vegetta salió del baño con ropa, fue a donde yo estaba.

-Ruben, tenemos que ir a clases- se acercó más para moverme y despertarme, me giré y nuestras caras quedaron casi juntas, los dos sonreímos y nos besamos, de a poco los besos duraban más y cuando nos dimos cuenta Vegetta estaba acostado a mi lado ambos abrazados.
-Tiene tiempo que no estábamos así, no? -

-Si- nos reímos y Vegetta se sentó en la cama y miró hacia la mesa.

-¿No te gustó el desayuno?- Vegetta se veía un poco triste, lo abracé y junto al oído le comencé a hablar.

-Es que no lo he probado por el sueño que tengo- No seguimos riendo y Vegetta se levantó hacia la mesa recogió la bandeja del desayuno y la colocó en la cama.

-Pues ahora no tienes excusa- El se sentó en el piso mientras me veía comer, me daba mucha vergüenza y de tanto en tanto nos besábamos. Cuando sonó el teléfono de Vegetta nos rompió por completo el ambiente, en cuanto Vegetta contestó el teléfono su cara se distorsionó por una de preocupación y colgó rápido.

-¡Ruben! Que ya empezó la primera clase!- comenzó a guardar mis cosas en mi mochila y a apresurarse.

-¿Y si nos quedamos?- Vegetta me miró muy enojado y tuve que levantarme de mala gana. De verdad no tenía ganas de ir así que abracé a Vegetta de la cintura y me aferré. -¡Samu! ¡Tengo sueño, hay que quedarnos solo hoy, no seas tan Flanders un día!- Vegetta quería quitarme de sus cintura pero no lo logro, a cada movimiento que hacía le era más difícil arrastrarme. -Y podemos dedicar el día a estudiar para los exámenes- Ahí Vegetta se giró a verme y suspiró resignado.

-Esta bien Rubius, pero solo hoy- Asentí y me levanté para darle un beso en los labios.

-Gracias-

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