13. Melancolía ➰

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Alexby

Me levanté para arreglarme, hoy tenía el tour con Amidala, así que intentaba no pensar en nada relacionado con Fargan. Me lavé los dientes cerca de diez veces y me duche dos para quitarme esa sensación de asco, ya me la cobraría, el maldito de Willy me causaba rabia de solo verlo.
Toda la mañana  fue un pesada de llevar, parecía que Fargan y Willy otra vez se llevaban bien y hasta algo más pasaba entre ellos, intenté ignorarlo, pero aún así dolía un poco.

Cuando terminamos me dirigí a la dirección que me había dado Amidala, llegué rápido y estaba en la entrada sentada sobre la banqueta, llevaba un vestido blanco ligero junto con un sombrero de Sol, cuando me vió se sonrojó un poco y me sonrió.

-Buenos días, Alex!- Se levantó y me dió un mapa. -Mira hoy podemos ir a comer aquí, es un cafe temático, podemos ir a este museo y para finalizar visitar este parque, tiene un pequeño lago y es muy mono de tarde, te vale?- Amidala se veía entusiasmada.

-Me parece muy bien, entonces vamos a comer primero?-

-Si si, sigueme- Amidala era muy energética, me hablaba sin parar de cosas sobre la ciudad, la verdad no me molestaba ya que era graciosa y hacia señas y muecas para explicar todo lo que decía. Cuando llegamos el café temático era un poco raro.

-No me digas que...- Miré a Amidala quien se reía.

-Es un cafe de maids! Pero también hay chicos, me gusta mucho venir y creo que es una atracción turística- Me reí por la pinta del lugar, Amidala se acercó.

-Puedes reír otra vez, por favor?- Me sentí analizado y apenado

-No!- Cuando conteste Amidala hizo un puchero y después hizo mil muecas con su cara, se estiraba la nariz y movia los ojos de todas las formas hasta que solté a reír y ella al oírme se rió conmigo.

-Si que tienes una risa contagiosa- Estaba llorando de la risa y yo estaba muy apenado y eso ella lo notó -No es malo! Me gusta!- La miré y cuando ella proceso todo se sonrojó, al final entramos y nos sentamos. Llegó una chica a darnos los menús.

- Qué me puedes recomendar?- Amidala estaba pensando mientras revisaba una y otra vez el menú.

-Es difícil, ayer vine y pedí esto- Me señaló unas crepas de chocolate.
-Pero siempre que vengo pruebo algo diferente y todo esta bueno- Seguía pensando.

-Vale, vale, entiendo, todo esta bueno- cuando regresó la mesera pedí un pastel de chocolate con helado y una malteada, Amidala pidió lo mismo. -Te puedo preguntar algo?-  Amidala asintió cuando de repente se sorprendió y se escondió con el menú.

-Qué pasa?- Giré a ver atras de mi, pero solo estaban los meseros y clientes, todos tranquilos.

-Es que ayer...- Se veía muy nerviosa y yo trataba de que me explicara, así que tome su mano.

-Sabes yo me voy en un día, me puedes contar, no pasa nada-Le sonreí y ella me regresó la sonrisa, se puso el menú sobre la cabeza.

-Ayer cuando vine comí unas crepas y al salir uno de los meseros me preguntó si podíamos hablar, lo conozco de hace tiempo...y me dijo que ...-Amidala tenía la cara demasiado roja y giraba los ojos- Ya sabes, que le gusto y que si podíamos salir-

-Y aún así me invitaste, que esto si que es un problema, tu novio viéndome comer contigo y susurrandome cosas- Me reí y me alejé, Amidala negaba con la cabeza y me pidió que me acercara otra vez.

-No! Yo lo rechacé, no me puedo ni imaginar con él en una situación romántica, el se puso a llorar y me fui, se supone que hoy descansaba y no estaría aquí-

-Entonces debería comer más rápido?- Tome los tenedores y estaba a punto de comenzar a comer.

-Si, el ultimo pregunta que si se puede pagar con trabajo- Nos reímos y en cuanto llegaron los alimentos nos abalanzamos sobre ellos, hasta que resulté ganador. Cuando pedí la cuenta la chica que nos atendía tiro un vaso por error y le dio la cuenta a  otro chico mientras recogía los vidrios, cuando llegó a la mesa Amidala quedó en blanco ni siquiera se movio y el chico al verla se sonrojó muchísimo y se fue rápidamente.

-Vaya suerte la tuya, eh- Me comencé carcajear y Amidala al oirme se puso a reír conmigo.

-Pero eres tú quien me trae mala suerte- Salimos del cafe después de pagar para ir a un museo. Había miles de artesanías y pinturas,  Amidala parecía saber mucho del tema tanto que me explicaba muchas cosas mientras volvía a hacer muecas y sonidos raros para explicar mejor.

-Me siento como todo un turista- Realmente me lo estaba pasando de lo mejor.

-Siempre creí que esta era mi vocación, no crees?- Amidala seguía caminando mientras de vez en vez giraba con su vestido.

Al salir comenzamos a caminar al parque que habiamos acordado, hacía un poco de frío así que le di mi polera a Amidala, igual yo llevaba una playera debajo, ella agradeció y se la puso, cuando llegamos el lugar en verdad era muy mono, había un pequeño puente y muchos árboles, fuimos al puentesito y nos quedamos mirando al lago.

-Por qué me agradeciste ayer?- Amidala lo recordó y se puso a reír con las mejillas rojas.

-No fue nada importante- La miré mal y le tomé las mejillas.

-Ya te dije que me voy en un día, no hay problema con lo que digas- Amidala lo pensó.

-Vale, pero no te burles y no te lo tomes en serio- Asentí -Pues iba de regreso de la cafetería cuando iba pensando "Por qué le gusto a las personas que no me gustan" después me queje porque mi vida no podía ser como un dorama o algo así donde chocas con alguien y ¡PUM! hilo del destino encontrado entonces me puse a jugar me tapé los ojos y pensé"A quien señalé va a ser mi chico de dorama" Obviamente pensaba que señalaría a un señor o una señora para después reírme, pero justo justo estabas ahí sentado, me lo pensé y no tenía nada que perder, igual no pienses mal, somos amigos y apenas te conozco- Amidala se veía apenada y yo le sonreí.

-Reitero que no tienes para nada suerte- Nos reímos y seguimos un momento hablando, para darnos nuestro teléfono pues realmente había congeniado con ella, nos veríamos mañana otra vez, cuando íbamos de regreso a su casa comenzamos a hablar.

-Pense que también entraríamos a la tienda de tu  familia -

-No no, te llevé ahí para que mi hermana te viera por si me pasaba algo- Me reí.

-Vaya truco, eh-  Deje a Amidala en su casa y entré sin que ella se enterara a la tienda de sus padres, al salir me encontré con Fargan, era incómodo, pero hablamos un momento de trivialidades, cuando atrás de el vi a Willy y recordé que el me debía una muy grande y que me cobraría de mala forma, así que cuando Fargan se quiso despedir de mi yo lo acerqué de más y lo besé, de inmediato Fargan se apartó y yo me metí por donde vi a Amidala pasar, ella me vio sorprendida y yo hice señas para que supiera que algo pasaba afuera, cuando pasaron unos minutos le pedí que saliera y le conté todo, nos comenzamos a reír y me volví a despedir, solo que ahora llevaba mi polera de regreso.

Adorable Encuentro ll Donde viven las historias. Descúbrelo ahora