No es la decisión, si no convivir con ella.
Ni la confesión, pero la responsabilidad adquirida.
No es la decisión escogida, si no la que dejamos de tomar.
Y no es lo que hiciste, si no a lo que renunciaste para ello.
Porque no hay peor enemigo, que aquel que nos conoce por dentro
ni peor guerra, que la que se libra mientras todos duermen.
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Sumidero
RandomDonde va lo que tiene que salir Donde se escribe aquello que se debió decir