31. Epilogo (2)

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9 meses después
02/05/2024

20:45

Salgo de la ducha, con cuidado de no caerme, me enrollo la toalla y noto como un líquido sale de mi.
Pero no es un líquido cualquiera.
Acabo de romper aguas.

- ¡¡NO PUEDE SER FLAVIO VEN CORRE!! - le llamo gritando para que venga.

- ¿Qué pasa? ¿Va todo bien? - entra al baño asustado por mi chillido

- He roto aguas - le señaló la alfombra manchada

- Dios mío, no me lo puedo creer, es el momento - se altera

- ¿Y ahora que hacemos? - me pongo súper nerviosa

- Lo primero vamos a tranquilizarnos - suspira más tranquilo - tú vístete con algo cómodo que yo mientras me encargo de lo demás.

- Flavio tengo mucho miedo

- Tranquila bebé - me abraza - va a salir todo bien, estoy seguro, te quiero. - me da un beso y se va a preparar las cosas mientras que yo voy a vestirme.

cuando te vas,
que es cuando se puede mirar a otro sitio, contemplo al cielo hacerte reverencias,
a las aceras bailar al ritmo de tus pasos,
a la mirada de la gente llenarse de brillo e interrogación.
20:54

Supuestamente mañana 3 de mayo, la pequeña tendría que nacer, pero parece ser que se ha adelantado un día, por suerte teníamos todo preparado, ya que etabamos avisados de que esto podía pasar.

Salgo del baño, cogo lo primero que pillo y me lo pongo.
Un pantalón corto de chándal de Flavio y una camiseta ancha, que con la pedazo barriga que tengo siempre es mejor ropa ancha y que me queda floja.

Acabo de vestirme y empiezo a notar un dolor, es una contracción.

Me apollo en la cama buscando la mejor posición para que no me duela tanto, pero es imposible me duele muchísimo, empiezo a suspirar poco a poco, quejándome de lo que me dolía, no podía evitarlo.

- ¿Como vas? - dice Flavio antes de entrar a la habitación y verme en el estado en el que estaba.

- Uf...no puedo...me duele...

El no dice nada, simplemente se acerca a mi, y me empieza acariciar la espalda mientras me hace un masaje de los suyos, que tanto me gustan. Y parece ser que el dolor se va disipando poco a poco.

- ¿Estas mejor? - pregunta

- Si creo que si - digo casi sin saber ni cómo estoy

- Venga vamos - me agarra del brazo y me lo pone en su hombro para que se me haga más fácil andar.

Llegamos al coche, me ayuda a sentarme y nos dirigimos rumbo al hospital.
Yo simplemente le miro su carita de concentración mientras conduce, esperando a que me vuelva otra contracción.

Me quedo pensando
qué diablos hace el mundo tan enfadado,
tan ciego,
por qué da tanto miedo enamorarse,
cómo puede haber gente que prefiera caminar con la luz apagada,
si sólo hay que abrir los ojos y verte
para llenarse de luz
y de la hostia de belleza que supone mirarte
21:07

Por fin llegamos al hospital, no aguantaba más, había tenido como dos contracciones dentro de ese coche y sentada la verdad que no se pasa muy bien, y menos mal que el hospital nos quedaba cerca por que como pasara ahí otros 2 minutos más, paría ahí mismo en el coche.

Cuando llegamos al hospital, nos dan una habitación, me sientan en un sofá y me ponen unos monitores para controlar que ahí dentro de esa barriga todo estaba bien.

Nadie como tú ~ Flamantha ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora