Ocho

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Golpes

Aileen

Me miro en el espejo una vez más, no termina de convencerme como luzco.

Tengo puesto el regalo que Nathan compró para mí.

Una camisa del equipo de fútbol en donde juega Nathan, con sus iniciales plasmadas en ella en la parte de atrás.

Dijo que cada vez que fuera a verlo jugar, la llevara puesta para que supieran que yo era su chica.

La combiné con unos shorts y tenis, ya que el día de hoy extrañamente hace calor.

Tomo mi bolso y salgo de la casa plantando antes un beso en la mejilla de mi madre quien me quería de regreso a casa a las once.

Todo pinta ser un excelente sábado.

Nathan está esperándome en la esquina de siempre, me mira de pies a cabeza.

- Que novia más hermosa tengo.

Le sonrío y subo a la moto.

Al llegar, Nathan se va con su equipo y yo subo a la gradería.

Este partido toca en Bardstown norte, el pueblo dónde vivimos.

Los institutos más grandes se enfrentan en un torneo cada mediado de año escolar, el próximo partido será en el campo del instituto contrario, de Bardstown del sur.

El pueblo se divide en dos hemisferios, el norte y el sur.

A mitad de ambos se encuentra la universidad Houyen, una de las mejores universidades públicas en Kentuky, y dentro de cada pueblo hay institutos impresionantes y buenos. El nuestro es privado, pero se adapta bien a la economía de cada habitante.

Bardstown no es extremadamente habitada, pero su extensión territorial si, por lo que hace la convivencia fácil y amena.

Estoy observando como estiran y calientan ambos equipos, todos son tipos altos y con cuerpos muy formados.

Nathan sin duda es el más guapo.

Comienzo a comer mi hot dog, pues decidí almorzar viendo el partido, el sol es bastante soportable de mi lado.

Después de un tiempo, las gradas comienzan a llenarse más y más, hay mucha gente, unos comiendo y otros platicando.

Un grupo de porrístas anima a los jugadores de ambos lados, es muy notable la división, el amarillo y verde de nuestro instituto resalta en esta área de las gradas, varios como yo, portan una camisa apoyando nuestro equipo y otros tienen la cara pintada de los mismos amarillo y verde.

Se siente muy bien el ambiente. Es todo muy entretenido.

- Que aburrido

Una voz a mi lado me hace saltar, sin embargo, al conocerla me relajo un poco.

- Ah, Hola Adrien - le sonrío - ¿Vienes a apoyar al instituto?

- No, en realidad vengo por el sur...

- Pues entonces deberías estar de aquel lado - le digo señalando con mi dedo el lado opuesto a nosotros.

- Aquí da menos el sol - explica simple.

- Bueno, eso es cierto - le doy la razón pegando una mordida a mi hot dog.

Adrien se voltea a mi, por lo que comienzo a masticar más lento esperando que diga algo ya que me mira fijamente.

- Masticas chistoso.

Se ríe y seguidamente pasa su pulgar por la comisura de mi labio limpiando algún resto.

El pasado que persigue. ( Amores Insuperables #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora