Diecisiete

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En mi cabeza

Nathan Roy

- Adiós papá, adiós Gisselle.

Escucho a Kendra despedirse llamando a nuestra madre por su nombre.
Y, estaría bien si no fuera en el sentido en el que ella lo hace.

Varias veces le dijo que ya no era su madre, y por tanto no la llamaría como tal.

Su novio le da una nalgada una vez sale hacia la sala y sin decirme nada, se van tranquilamente.

Pienso en la llamada que tuve con Aileen anoche, y en como volvimos a solucionarlo todo

<<Estuve mal>> pero ver a Adrien en su casa me caga la vida.

Me enfoco en los mensajes que me envía lo mejor que tengo en mi vida.

Mi amor❤️

Oye, tengo lección de conducción con mi padre, deséame suerte.

Le contesto que seguramente lo hará muy bien y me contesta con una foto en el asiento del acompañante, mientras mi suegro Cristopher, se encuentra con una cara de verdadero estrés.
Me gozo de que pasen tiempo juntos y eso me hace estabilizarme.

Saber que ella y yo estamos tratando de estar bien es lo que me conforta a cada momento.

He tenido muchos arranques de rabia, pero es que, la verdad no podría soportar que una persona tan, tan, no lo sé.... Rara, pudiera quitarme al amor de mi vida.

Recibo un mensaje de un número desconocido y abro el chat inmediatamente, llevado por la curiosidad.

Cierro de inmediato mis ojos, pues lo único que se puede apreciar es a una chica totalmente abierta, mostrando sus partes íntimas.

Borro la conversación y me pregunto que carajos pasa con la gente.

El mismo número me vuelve a escribir y recuerdo haber pasado por una situación similar hace unas semanas.

Una chica enviando fotos demasiado reveladoras, en bikini, en ropa interior o totalmente desnuda.
El número anterior lo bloqueé, y estaba a punto de hacer lo mismo con este cuando me escribe.

"Yo estaría dispuesta a darte lo que quieres"

El mensaje está seguido de una nueva foto igual o más explícita que la anterior. Trato de verla por unos segundos y lo único que logro es convencerme que estoy tan enamorado, que no veo ni siento nada más por alguien que no sea Aileen.

Bloqueo el número nuevamente y hasta considero la idea de cambiar el mío.

Unos gritos, para nada novedosos, se hacen notar en la habitación de mis padres.

Subo con intensión de callarle la boca a mi padre, y me pongo en el marco de la puerta detallando a qué viene la discusión de ahora.

- ¡ Tienes muchas propiedades a tu nombre ya, no puedes dejarnos tan pocas cuando para lo único que las quieres es para seguir llevando a tus putas !

Mi madre le grita, con la cara enrojecida, y mi padre aprieta el puente de su nariz.
Lo veo y lo vomito una y otra vez al ser una persona tan despreciable.

Richard Roy es una mierda por donde se le vea.

- Si lo quiero para acostarme con cuánta mujer me plazca, no es tu incumbencia.

Le contesta y mi conteo regresivo comienza.

- Eres un desconsiderado, machista, que deja a sus hijos con los miserias por dárselo a cuánta zorra se le aparezca ¿No te importan nada tus hijos?

El pasado que persigue. ( Amores Insuperables #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora