El pasado que persigue. ( Amores Insuperables #1)

El

Diciembre 23, 2018.
Diez meses antes.

Adrien Collins.

- Bianca, ¿Por qué todo el tiempo eres tan necia?

- Adrien ¿Por qué todo el tiempo eres tan aburrido?

Me reí y avancé hacia ella con las manos llenas de pintura.

- Yo no puedo hacerlo como tú, así que tienes que enseñarme desde el principio.

- No, claro que puedes, solo tienes que imaginarlo, luego plasmarlo, es fácil Sole. - me dijo rodeando mi cuello.

- Ash, de verdad que no podré solo - me victimicé.

- No digas eso Adry, te daré lo que sea por que intentes al menos- me dijo haciendo un puchero.

- ¿Lo que sea? - pregunte pícaro, levantando las cejas y con dobles intenciones claramente.

Ella rió echando su cabeza para atrás. Rodeé su cintura con mis manos llenando aún más su ropa de pintura y aproveché para besar su precioso cuello, al escuchar un gemido de su parte seguí besando más hasta tomar su cabeza y besar sus deliciosos labios.

- Basta Adrien, tengo que entregar esto mañana a primera hora- me dijo zafándose de mí con delicadeza.

- Bueno, está bien -le dije - termina mientras voy a tu casa y preparo algo de comer.

-No no, por favor, no cocines nada, lo haces muy mal- renegó con burla.

- Mmmm bueno, de nada - le dije fingiendo molestia.

Ella se acercó a mí y nuevamente rodeó mi cuello.

Le gustaba mucho hacer eso, y a mi que lo hiciera, así podía ver sus hermosos ojos esmeraldas, además, cada vez que lo hacia pasaba su mano por los pequeños cabellos de la parte de atrás de mi cabeza, y me acariciaba dándome un calor que solo ella me podía dar.

Me pasó las manos por el cuello, y la cabeza reconfortandome tan rico.

- Ve a pedir donde papi una pizza gigante y un tiramisú para mi.

- Bien, yo le diré - le di un corto beso en los labios y me di vuelta - Pediré dos tiramisú, nunca te quedas satisfecha con uno.

Ella rió y me dio la razón.

- Ah, oye sole, ¿iras a la fiesta de Gabe hoy? - me preguntó volviendo a su silla donde terminaba su precioso cuadro.

-Por supuesto que si, ¿no íbamos a ir juntos? - le pregunté ceñudo.

- Es que, quería quedarme a terminar esto, es para mañana, y si no lo termino me muero.

- Ay, pero, es el cumpleaños de Gabe, yo no puedo faltar, y tú no deberías.

- Está bien, yo me quedare aquí, vienes cenamos juntos, te vas a la fiesta y luego voy a tu casa en la moto.

Repasé todo y acepté. Nuevamente le di un beso, y salí de ahí.

Caminé pues había dejado mi auto en casa.
Desde que Octavio les compró motocicleta a Hanna y a Bianca había dejado de utilizar mi auto ya que la mayor parte del tiempo íbamos a todos lados en la moto de Bianca.

Al llegar al establecimiento miré que no estaba muy lleno, solo unas cuantas personas estaban en las mesas de la entrada, al avanzar más encontré a Hanna acostada en una de las butacas.

- Hey, esas mesas no se limpian solas - le dije mientras le daba unas palmadas en sus flojas piernas.

-Ay Adry, ya las limpié todas - gruñó con los ojos cerrados